El tiempo mató a un amigo,
su muerte lo revivió,
su ser ya no estaba presente,
tuviste tú que ser la luz.
Tuviste tú que ser,
ser temido,
propietario del olvido,
precisamente tú...
quien lo resucitó
Desde hoy he comprendido
que las ausencias en vida,
que las vidas separadas...
son más muerte
que la propia muerte...
para nuestras almas.
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