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La lluvia tenaz

La lluvia está cayendo sobre los tejados.
Aún no cantan los gallos.
No hay gallos. No estoy en el campo. No importa:
La lluvia está cayendo sobre los tejados.

Ya no hay tejados a diez kilómetros a la redonda.
Todo es más granítico, más duro;
los muros de concreto;
las calles, de asfalto;
los caballos y jumentos,
de hierro.
También duermen amontonados en sus caballerizas.
El gallo mecánico,
te cuesta miles de pesos llevarlo a componer,
y es barato. No importa:
La lluvia está cayendo sobre los tejados.

Madre: todos tus niños,
los siete, ya murieron;
ya murieron grandes. Los volviste
a poner en su cuna.
Tú también ya no estás. No importa:
La lluvia está cayendo sobre los tejados.

Voy a prender la luz.
No hay luz o el foco
estará fundido. La única
luz que no se funde
está por llegar. No importa:
La lluvia está cayendo sobre los tejados.

No es posible que el corazón de Dios se licue tanto.
No es posible que el corazón de Dios se licue tanto.
No es posible que el corazón de Dios se licue tanto.
Y suene así de blando.

La lluvia está cayendo sobre los tejados.



De: Poemas dispersos


MANUEL PONCE




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