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Quedamente

Me la trajo quedo, muy quedo, el Destino,
y un día en silencio, me lo arrebató;
llegó sonriendo; se fue sonriente;
quedamente vino;
vivió quedamente,
¡queda.... quedamente desapareció!



                                                                      25 de abril de 1913



De: La amada inmóvil


AMADO NERVO




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