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25 poemas aleatorios en audio

 
   Padre Padre de Enriqueta Ochoa

   Enriqueta Ochoa
      Por Enriqueta Ochoa    
primeros versos

Al montón de polvo que te cobija bajé esta tarde; la sal de la llanura ardía bajo el árido resplandor del silencio y un tifón de soledad golpeaba contra la flor caliza de los cerros. Yo te hablé con esa ternura indómita que rompe dignidades, y me quebré de bruces en la tierra...

 
   Por una bufanda perdida Por una bufanda perdida de Fayad Jamís

   Fayad Jamís
      Por Fayad Jamís    
primeros versos

Aquella bufanda color de oro viejo que me había acompañado a vivir durante tres años la miseria la gloria de la luz el amor la soledad de las calles estrechas como ataúdes y todos los instantes que el agua va grabando con líneas verdosas en la frente de las estatuas...

 
   Tía Chofi Tía Chofi de Jaime Sabines

   Jaime Sabines
      Por Jaime Sabines    
primeros versos

Amanecí triste el día de tu muerte, tía Chofi, pero esa tarde me fui al cine e hice el amor. Yo no sabía que a cien leguas de aquí estabas muerta con tus setenta años de virgen definitiva, tendida sobre tu catre, estúpidamente muerta. Hiciste bien en morirte, tía Chofi...

 
   Avenida Héroes Avenida Héroes de Juan Domingo Argüelles

   Juan Domingo Argüelles
      Por Juan Domingo Argüelles    
primeros versos

La ola de Dios del mar de Dios azota. En la playa de Dios, clavado, hundido, hijo y padre de Dios, migaja suya, azotado y cansado y malherido. JAIME SABINES I Aquí estaban los muertos dijo mi padre y el rugido del viento...

 
   He llegado aquí He llegado aquí de Nezahualcóyotl

   Nezahualcóyotl
      Por Raúl Dantés    
primeros versos

He llegado aquí, soy Yoyontzin. Sólo busco las flores, sobre la tierra he venido a cortarlas. Aquí corto ya las flores preciosas, para mí corto aquellas de la amistad: son ellas tu ser, ¡oh príncipe!, yo soy Nezahualcóyotl, el señor Yoyontzin. Ya busco presuroso mi canto verdadero, y...

 
   El tiempo de la poesía... El tiempo de la poesía... de Homero Aridjis

   Homero Aridjis
      Por Homero Aridjis    
primeros versos

El tiempo de la poesía da un fruto de luz que cae solo en la tierra y tiembla sobre su sombra. De: Los espacios...

 
   Estoy triste Estoy triste de Nezahualcóyotl

   Nezahualcóyotl
      Por Raúl Dantés    
primeros versos

Estoy triste, me aflijo, yo, el señor Nezahualcóyotl. Con flores y con cantos recuerdo a los príncipes, a los que se fueron, a Tezozomoctzin, a Quaquauhtzin. En verdad viven allá en donde de algún modo se existe. ¡Ojalá pudiera yo seguir a los príncipes, llevarles nuestras flores!...

 
   A la música de una joven intérprete A la música de una joven intérprete   de Manuel Ponce

   Manuel Ponce
      Por Manuel Ponce    
primeros versos

Por el cielo que tocas y el que adivinas en tus exploraciones de adolescente, vas con finos avances cruzando el puente de las cosas humanas a las divinas. Ceguera de este lado, viejas espinas, tristes conversaciones de diente a diente; del otro lado, vicisitud sonriente y delicados tópicos en que tú opinas...

 
   Perfumes de Haba Tonka Perfumes de Haba Tonka de Francisco González Léon

   Francisco González Léon
      Por Hugo Gutiérrez Vega    
primeros versos

La tabaquera de mi tío Jacinto: de aquel mi tío abuelo a quien yo conocí de rapazuelo... Tabaquera que encontrarme suelo junto al estuche de peluche y broche que enmarca una belleza de mujer, en el azogue viejo de un primitivo Daguer grabado sobre un espejo. Tabaquera de negra goma...

 
   Duración Duración de Octavio Paz

   Octavio Paz
      Por Octavio Paz    
primeros versos

Negro el cielo Amarilla la tierra El gallo desgarra la noche El agua se levanta y pregunta la hora El viento se levanta y pregunta por ti Pasa un caballo blanco II Como el bosque en su lecho de hojas tú duermes en tu lecho de lluvia tú cantas en tu lecho de viento tú besas en tu lecho de chispas...

 
   De tu centro entrañable la noche se derrama... De tu centro entrañable la noche se derrama... de Tomás Segovia

   Tomás Segovia
      Por Tomás Segovia    
primeros versos

De tu centro entrañable la noche se derrama tú sola por los dos la traes a nuestra casa lleva su sello por los dos tu cuerpo solo huele a antiguos metales la efusión de tu sangre a luna de hondas minas y mercurial tiniebla son el fuego y la sombra un solo óxido...

 
   Elegía a un compañero muerto en el frente Elegía a un compañero muerto en el frente de Octavio Paz

   Octavio Paz
      Por María Rosa Gallo    
primeros versos

Has muerto, camarada, en el ardiente amanecer del mundo. Has muerto. Irremediablemente has muerto. Parada está tu voz, tu sangre en tierra. Has muerto, no lo olvido. ¿Qué tierra crecerá que no te alce? ¿Qué sangre correrá que no te nombre? ¿Qué voz madurará de nuestros labios que no diga tu muerte...

 
   Nocturno de San Ildefonso (fragmento final) Nocturno de San Ildefonso (fragmento final) de Octavio Paz

   Octavio Paz
      Por Octavio Paz    
primeros versos

Inventa la noche en mi ventana otra noche, otro espacio: fiesta convulsa en un metro cuadrado de negrura.Momentáneas confederaciones de fuego,nómadas geometrías, números errantes. Del amarillo al verde rojo se desovilla la espiral. Ventana: lámina imantada de llamadas...

 
   Pequeña crónica Pequeña crónica de Rosario Castellanos

   Rosario Castellanos
      Por Rosario Castellanos    
primeros versos

Entre nosotros hubo lo que hay entre dos cuando se aman: sangre del himen roto. (¿Te das cuenta? Virgen a los treinta años ¡y poetisa! Lagarto.) La hemorragia mensual o sea en la que un niño dice que sí, dice que no a la vida. Y la vena mía o de otra ¿qué más da? en que el tajo...

 
   En su oscuridad la que ama no es oscura... En su oscuridad la que ama no es oscura... de Homero Aridjis

   Homero Aridjis
      Por Homero Aridjis    
primeros versos

En su oscuridad la que ama no es oscura tiene delante de sus ojos la palabra para nombrar lo santo la alegría mueve sus miembros abreva en su corazón y su corazón bebe de ella adentro de su carne la carne es una sola la raíz y el fruto son un botón radiante que el alba enciende en su mano luz de otro mar sobre lo oscuro...

 
   Paréntesis (2) Paréntesis (2) de Jaime Sabines

   Jaime Sabines
      Por Paco Chacona    
primeros versos

Apenas mayordomo de mis penas, capitán de fantasmas, me extravío, me pido entre mis canas y mis venas, y me ahogo de mí, a pesar mío. En punto de la hora en que me suenas, tiempo de estar, estoy y me confío, y me llenas de arena y me rellenas de amor y de odio el corazón baldío...

 
   Asesinato sideral Asesinato sideral de Carmen Alardín

   Carmen Alardín
      Por Ramiro Garza    
primeros versos

En mi aposento tengo un prisionero que no soy yo, que no eres tú, que no es aquel que nos rompió los huesos por fabricar collares. En mi aposento tengo un prisionero que galopa en mis sienes y que me hace sudar, callar o blasfemar; y sin embargo tengo que clavarlo cada día de los...

 
   Falta una palabra Falta una palabra de Jaime Augusto Shelley

   Jaime Augusto Shelley
      Por Jaime Augusto Shelley    
primeros versos

Falta, en el desorden, una palabra. Falta una voz, y otra, y otra más, en el valle de la muerte, en la estación de los sofocos rezumados por el fuego y la sombra. Una palabra que no brote de atarjeas, sino silencio que habla, vibrante. Silencio sonoro que toque cuerpos con su luz...

 
   No quiero, pese a todo... No quiero, pese a todo...  de Fabio Morábito

   Fabio Morábito
      Por Fabio Morábito    
primeros versos

No quiero, pese a todo, muros gruesos, tan gruesos que no oiga el silencio de los otros, hecho de algunas voces y ruidos que se filtran por los muros, avisos de la vida que transcurre al lado, abajo, arriba, en contra mía; quiero unos muros que me aíslen levemente, contar con el silencio que los otros tienen...

 
   Vuelta Vuelta de Octavio Paz

   Octavio Paz
      Por Octavio Paz    
primeros versos

Voces al doblar la esquina voces entre los dedos del sol sombra y luz casi líquidas Silba el carpintero silba el nevero silban tres fresnos en la plazuela Crece se eleva el invisible follaje de los sonidos Tiempo tendido a secar en las azoteas Estoy en Mixcoac En los buzones se pudren...

 
   Leña Leña  de Griselda Álvarez Ponce de León

   Griselda Álvarez Ponce de León
      Por Griselda Álvarez Ponce de León    
primeros versos

Contra mi voluntad hoy me consumo alzo de puntas lívido llameo avivada en el viento del deseo, porque el verano a tu memoria sumo. Mi madera de sándalo perfumo por dar mayor deleite a tu recreo todo lo tengo en ti, nada poseo, fiereza de árbol en paisaje de humo...

 
   Canto (XI) Canto (XI) de Mario Bojórquez

   Mario Bojórquez
      Por Mario Bojórquez    
primeros versos

Porque dejan tus manos el cincel en el borde de antiguas limaduras Tus manos que labraron tu boca para decir palabras donde el norte crecía Nada Ni un cabalgar de noche a lomos de la savia Un continente errante en la espalda encorvada Un mínimo silencio que diga sí, adelante Que te...

 
   De la vigilia estéril De la vigilia estéril de Rosario Castellanos

   Rosario Castellanos
      Por Carmen Farías    
primeros versos

No voy a repetir las antiguas palabras de la desolación y la amargura ni a derretir mi pecho en el pomo del llanto. El pudor es la cima más alta de la angustia y el silencio la estrella más fúlgida en la noche. Diré una vez, sin lágrimas, como si fuera ajeno el tema exasperado de mi sangre...

 
   Los espacios azules Los espacios azules de Homero Aridjis

   Homero Aridjis
      Por Homero Aridjis    
primeros versos

Hay frutos que suben intensamente por la luz que los toca y en el aire se encienden cayendo hacia el arriba hay que maduros se derraman a izquierda y a derecha en un borbotear ardiente de brillos en el árbol hay que se cierran para que la luz no los abra y se entregan al aire ligeros de sentidos...

 
   Chinese Chinese de Eduardo Zambrano

   Eduardo Zambrano
      Por Eduardo Zambrano    
primeros versos

Con el alma en rastras. Con este ángel custodio de la conciencia aún borracho y maldiciente. Despertar sin la certeza de cuándo se largaron los sentidos ni cuándo llegó finalmente el sueño. Con el cuerpo lastimado en sus cinco puntos cardinales. Con este miedo que reaparece...