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25 poemas aleatorios en audio

 
   Sospecha crueldad disimulada, el alivio que la esperanza da Sospecha crueldad disimulada, el alivio que la esperanza da de Sor Juana Inés de la Cruz

   Sor Juana Inés de la Cruz
      Por Guadalupe (Pita) Amor    
primeros versos

Diuturna enfermedad de la esperanza que así entretienes mis cansados años y en el fiel de los bienes y los daños tienes en equilibrio la balanza; que siempre suspendida en la tardanza de inclinarse, no dejan tus engaños que lleguen a excederse en sus tamaños la desesperación o la confianza...

 
   Pausa Pausa de Alejandro Aura

   Alejandro Aura
      Por Alejandro Aura    
primeros versos

Si te he de perder un día que no sea entre semana ni en domingo ni en sábado ni en nada. Ah mi pequeño capulín, qué manera de hablar tiene tus ojo; me platican historias de amor que no conozco, me platican la rosa entera de los vientos...

 
   Epílogo Epílogo de José Juan Tablada

   José Juan Tablada
      Por Sergio de Alva    
primeros versos

A qué obstinarse en proseguirla en vano...? Ya terminó la Feria de la Vida, A la paz y el estudio me convida Una luz al crepúsculo encendida En el viejo Convento franciscano... ¡La plaza está desierta Y es triste la partida Sobre el crujir de la hojarasca yerta Al terminar la Feria de la Vida!...

 
   Los doce apóstoles mandan por Tamayo Los doce apóstoles mandan por Tamayo de Alejandro Aura

   Alejandro Aura
      Por Alejandro Aura    
primeros versos

Caballeros sentados en el éter cantaban espasmódicas salmodias y en el gusto y color de sus melodías dibujábanse gréculas de suéter, grequillas de zigzagues como el rayo, cenefas que entreveran masallases, columnatas, ribetes, antifaces, hojitas de septiembre, enero y mayo. Pensando entretener eternidades...

 
   Viaje Viaje de Xavier Villaurrutia

   Xavier Villaurrutia
      Por Alberto Dallal    
primeros versos

La luz se va con el tren silbando, enrollada en humo, apenas si en las colinas unta un brillo. ¡Ay! Y nos vamos pensando lejos, con el tren silbando, sin movernos ni cansarnos. ¡Ay! Y nos vamos pensando sin volver adonde estamos. Se mueve en el cielo un aire cenizo, lento. Se mueve...

 
   Bella dama sin piedad Bella dama sin piedad de Rosario Castellanos

   Rosario Castellanos
      Por Rosario Castellanos    
primeros versos

Se deslizaba por las galerías. No la vi. Llegué tarde, como todos, y alcancé nada más la lentitud púrpura de la cauda; la atmósfera vibrante de aria recién cantada. Ella no. Y era más que plenitud su ausencia y era más que esponsales y era más que semilla en que madura el tiempo:...

 
   Para empezar el día Para empezar el día de Víctor Sandoval

   Víctor Sandoval
      Por Víctor Sandoval    
primeros versos

Vamos a trabajar el pan de este poema. Hay que traer un poco de alegría; que cada quien tome su cesta. La noche gira sobre la esperanza y desgasta sus párpados la estrella. Surgen las graves letanías del trigo por los labios abiertos de la tierra. La espiga se desnuda sobre el aire y...

 
   Colibrí 50 Colibrí 50  de Thelma Nava

   Thelma Nava
      Por Thelma Nava    
primeros versos

No transcurre el tiempo cuando la soledad del hombre está desierta los actos cotidianos nos sitian estrellas como estatuas apagadas velan nuestro silencio Acaso el roce de la música suscita un movimiento un gesto un pequeño deseo El aire quema en ocasiones nos sofoca su aliento bestial en los oídos...

 
   Sectas Sectas de Eduardo Zambrano

   Eduardo Zambrano
      Por Eduardo Zambrano    
primeros versos

Hay quienes temen perder la eternidad en un momento. otros pierden todos los días el momento al resguardo de la eternidad. Dos sectas. Dos abismos paralelos. Pero qué se puede salvar de los salvos sino el excremento. Y qué se puede salvar del excremento si no es un tufo de bondad...

 
   Mural en blanco Mural en blanco de Carmen Alardín

   Carmen Alardín
      Por Carmen Alardín    
primeros versos

Hay un abismo blanco en todo lo que pisas y un enorme vacío para llenar el mar, un insondable pozo de inocentes palomas y arrecifes de estrellas junto a tu soledad, Hay puentes de magnolias en todas tus palabras y asombros que se atreven a engendrar otro dios, un copular de luces y...

 
   La desilusión La desilusión de Eduardo Langagne

   Eduardo Langagne
      Por Eduardo Langagne    
primeros versos

Te azota. Trenza un látigo de lianas secas. Se mofa manojo de flores marchitas que se agita frente a tu rostro . Te obliga a respirar aire doliente, a beber agua estancada. Distrae tus oídos con sonidos quejumbrosos. Coloca un velo oscuro al paisaje que ansías. Hace tu vino agrio, espina tu mano...

 
   Canto (III) Canto (III) de Mario Bojórquez

   Mario Bojórquez
      Por Mario Bojórquez    
primeros versos

Te acercas A los patios De las primeras casas El ruido De tus trastos Altera los ladridos Pareces Una sombra Que se mueve En el aire De: El deseo postergado Premio Nacional de Poesía Aguascalientes...

 
   Presencia de las islas Presencia de las islas  de Thelma Nava

   Thelma Nava
      Por Thelma Nava    
primeros versos

Como un cortejo cabalgando a solas surgen de la niebla. ¿Quién alimenta su esplendor que ninguna tempestad oculta? De las islas sube algo parecido al deseo. Casa viviente en el marlas islas animales fantásticos esperan su alimento de frutos silvestres su ración de ostras...

 
   Los columpios Los columpios de Fabio Morábito

   Fabio Morábito
      Por Fabio Morábito    
primeros versos

Los columpios no son noticia, son simples como un hueso o como un horizonte, funcionan con un cuerpo y su manutención estriba en una mano de pintura cada tanto, cada generación los pinta de un color distinto (para realzar su infancia) pero los deja como son, no se investigan nuevas...

 
   Julito (4) Julito (4) de Jaime Sabines

   Jaime Sabines
      Por Jaime Sabines    
primeros versos

Quiero una Tota, digo, a la hora del almuerzo y Julito se apresura a corregirme: No se dice Tota, papá se dice ko-ka-ko-la. Bueno, quiero una Coca Cola. A los tres años y medio, Julito aprende nuestro idioma después de habernos enseñado el suyo. Y su facultad de aprender es mayor...

 
   El poeta revela a las criaturas el nombre de su amada El poeta revela a las criaturas el nombre de su amada de Efraín Bartolomé

   Efraín Bartolomé
      Por Efraín Bartolomé y el canto extático de los derviches    
primeros versos

Toda la página del cielo para poner un Nombre Todas las palomas traspasando la niebla matinal para erigir un sueño Despierten cúpulas somnolientas de la Ciudad Ya el joven sol se filtra haciendo restallar su luminoso látigo en la mitad brillante de los árboles Vaya una mano inmensa...

 
   Diecinueve de abril, tarde Diecinueve de abril, tarde de Tomás Segovia

   Tomás Segovia
      Por Tomás Segovia    
primeros versos

Donde calla el amor No habla tampoco el desamor No es nunca nadie Alma fundada en la agonía Quien te rechaza Donde calla el amor Habla la estúpida Fortuna Tú misma alma de vértigo La has levantado allí Tú misma escoges que te hablen Desde un lugar que ha de tragarte entera...

 
   Consecuencias Consecuencias de Eduardo Langagne

   Eduardo Langagne
      Por Eduardo Langagne    
primeros versos

La memoria está oscura. Donde el humo dispersa su ceniza, retroceden las horas. Un cangrejo de polvo se reúne en la muerte. El sol se despedaza contra el piso. II El recuerdo es una huella complicada. Se persigue en círculos. Enloquece como un hombre en llamas. III El recuerdo canta...

 
   Sonetos postreros Sonetos postreros de Carlos Pellicer

   Carlos Pellicer
      Por Carlos Pellicer    
primeros versos

Mi voluntad de ser no tiene cielo; sólo mira hacia abajo y sin mirada. ¿Luz de la tarde o de la madrugada? Mi voluntad de ser no tiene cielo. Ni la penumbra de un hermoso duelo ennoblece mi carne afortunada. Vida de estatua, muerte inhabitada sin la jardinería de un anhelo. Un dormir sin soñar...

 
   Julito (7) Julito (7) de Jaime Sabines

   Jaime Sabines
      Por Jaime Sabines    
primeros versos

Mira la luna. La luna es tuya, nadie te la puede quitar. La has atado con los besos de tu mano y con la alegre mirada de tu corazón. Sólo es una gota de luz, una palabra, hermosa. Luna es la distante, la soñada, tan irreal como el cielo y como los puntos de las estrellas. La tienes...

 
   Se habla de Gabriel Se habla de Gabriel de Rosario Castellanos

   Rosario Castellanos
      Por Rosario Castellanos    
primeros versos

Como todos los huéspedes mi hijo me estorbaba ocupando un lugar que era mi lugar, existiendo a deshora, haciéndome partir en dos cada bocado. Fea, enferma, aburrida lo sentía crecer a mis expensas, robarle su color a mi sangre, añadir un peso y un volumen clandestinos...

 
   Has visto cómo crecen las plantas... Has visto cómo crecen las plantas... de Jaime Sabines

   Jaime Sabines
      Por Jaime Sabines    
primeros versos

Has visto cómo crecen las plantas? Al lugar en que cae la semilla acude el agua: es el agua la que germina, sube al sol. Por el tronco, por las ramas, el agua asciende al aire, como cuando te quedas viendo el cielo del mediodía y tus ojos empiezan a evaporarse. Las plantas crecen de un día a otro...

 
   Luz Luz de Jaime Labastida

   Jaime Labastida
      Por Jaime Labastida    
primeros versos

Ciego de nacimiento, me escandaliza el tacto. Vivaldi suena en medio de la bruma y la ciudad, bella hasta su colmo, intolerable, extiende dedos hacia el mar. El ancla de la vida se estremece, el sol rebasa sus medidas y entra durísimo, convicto, entre las nubes...

 
   Sitio de amor... Sitio de amor... de Jaime Sabines

   Jaime Sabines
      Por Jaime Sabines    
primeros versos

Sitio de amor, lugar en que he vivido de lejos, tú, ignorada, amada que he callado, mirada que no he visto, mentira que me dije y no he creído: en esta hora en que los dos, sin ambos, a llanto y odio y muerte nos quisimos, estoy, no sé si estoy, ¡si yo estuviera!, queriéndote,...

 
   Ofertorio Ofertorio de Amado Nervo

   Amado Nervo
      Por Enrique Rambal    
primeros versos

Deus dedit, Deus abstulit Dios mío, yo te ofrezco mi dolor: ¡Es todo lo que puedo ya ofrecerte! Tú me diste un gran amor, un solo amor, ¡un gran amor! Me lo robó la muerte... Y no me queda más que mi dolor. Acéptalo, Señor: ¡Es todo lo que puedo ya ofrecerte!...