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25 poemas aleatorios en audio

 
   Memoria Memoria de José Carlos Becerra

   José Carlos Becerra
      Por Julio Trujillo    
primeros versos

He vuelto al sitio señalado, a tu rastro de aguas amargas; el atardecer ha caído al fondo del mar como un pecho muerto y una campana da la hora cubriéndome de espuma. Vuelvo a ti, el otoño y el grillo se unen en la victoria del polvo. Vuelvo a ti, vuelves a la caída, al primer acto...

 
   Canciones del pozo sin agua (5) Canciones del pozo sin agua (5) de Jaime Sabines

   Jaime Sabines
      Por Jaime Sabines    
primeros versos

Esta noche vamos a gozar. La música que quieres, el trago que te gusta y la mujer que has de tomar. Esta noche vamos a bailar. El bendito deseo se estremece igual que un gato en un morral, y está en tu sangre esperando la hora como el cazador en el matorral. Esta noche nos vamos a...

 
   Cobardía Cobardía de Amado Nervo

   Amado Nervo
      Por Rosa Furman    
primeros versos

Pasó con su madre. ¡Qué rara belleza! ¡Qué rubios cabellos de trigo garzul! ¡Qué ritmo en el paso! ¡Qué innata realeza de porte! ¡Qué formas bajo el fino tul... Pasó con su madre. Volvió la cabeza: ¡me clavó muy hondo su mirada azul! Quedé como en éxtasis... Con febril premura,...

 
   Mientras penetro en ti... Mientras penetro en ti... de Tomás Segovia

   Tomás Segovia
      Por Tomás Segovia    
primeros versos

Mientras penetro en ti Sonámbula Dentro de ti está un yo Penetrando una tú Los veo claramente ahora (También yo tengo cerrados los ojos). De: Figuras y melodías De la primera parte: El dios oscuro 4 de Motivos seculares

 
   Tan rubia es la niña... Tan rubia es la niña... de Amado Nervo

   Amado Nervo
      Por Oscar Chávez o Claudio Obregón    
primeros versos

Tan rubia es la niña que cuando hay sol, no se la ve. Parece que se difunde en el rayo matinal, que con la luz se confunde su silueta de cristal, tinta en rosas, y parece que en la claridad del día se desvanece la niña mía. Si se asoma mi Damiana a la ventana, y colora la aurora su tez lozana de albérchigo y terciopelo...

 
   Talpa Talpa de Juan Rulfo

   Juan Rulfo
      Por Juan Rulfo    
primeros versos

Natalia se metió entre los brazos de su madre y lloró largamente allí con un llanto quedito. Era un llanto aguantado por muchos días, guardado hasta ahora que regresamos a Zenzontla y vio a su madre y comenzó a sentirse con ganas de consuelo. Sin embargo, antes, entre los trabajos de tantos días difíciles...

 
   Oración de la noche (I al XIX) Oración de la noche (I al XIX) de Juan Domingo Argüelles

   Juan Domingo Argüelles
      Por Juan Domingo Argüelles    
primeros versos

Otra vez para ella, la que sabe por qué I Ella, la más salaz, sangra en la luna, y sabe del honor de merecer la gracia de los dioses y el castigo de ser mujer. II Ella, la más salaz, bebe esta gracia y goza el paraíso del infierno: entre las llamas arde, se consume, y es esta...

 
   Cartas desde Bonampak Cartas desde Bonampak de Efraín Bartolomé

   Efraín Bartolomé
      Por Efraín Bartolomé    
primeros versos

Llueve. Llueve desde hace días. Hoy desperté con una sensación de tibia soledad. Desde mi hamaca escucho el chasquido parejo de la lluvia. Días atrás los chicleros mataron un gran tigre: me dolió, pero me gustaría llevarme la piel para que en ella duermas. Ayer salí a caminar bajo la lluvia...

 
   Avispero Avispero de Enriqueta Ochoa

   Enriqueta Ochoa
      Por Enriqueta Ochoa    
primeros versos

Cualquier cosa es mejor a este avispero en llamas que me aguija, porque aquí, donde estoy, me duele todo: la tierra, el aire, el tiempo, y este volcanizado sueño a ciegas, sucumbiendo. Anoche sollozaba por un vaso de luz, hora tras hora ardí de sed y amanecí vacía...

 
   Predestinación Predestinación de Carmen Alardín

   Carmen Alardín
      Por Carmen Alardín    
primeros versos

No sabes que te amo desde que llueve en Compostela, desde que el semen corre unido con la sangre de las guerras floridas. No sabes que te amo porque en noches de luna eres un lobo cuyo aullido penetra los rincones oscuros de mi cuerpo, y al alba eres el águila que alcanza las escarpadas cimas de un misticismo solapado...

 
   Idilio salvaje Idilio salvaje de Manuel José Othón

   Manuel José Othón
      Por Claudio Obregón y Gastón Melo    
primeros versos

A fuerza de pensar en tus historias y sentir con tu propio sentimiento, han venido a agolparse al pensamiento rancios recuerdos de perdidas glorias. Y evocando tristísimas memorias, porque siempre lo ido es triste, siento amalgamar el oro de tu cuento de mi viejor román con las escorias...

 
   Bella dama sin piedad Bella dama sin piedad de Rosario Castellanos

   Rosario Castellanos
      Por Rosario Castellanos    
primeros versos

Se deslizaba por las galerías. No la vi. Llegué tarde, como todos, y alcancé nada más la lentitud púrpura de la cauda; la atmósfera vibrante de aria recién cantada. Ella no. Y era más que plenitud su ausencia y era más que esponsales y era más que semilla en que madura el tiempo:...

 
   Orígenes Orígenes de Eduardo Langagne

   Eduardo Langagne
      Por Eduardo Langagne    
primeros versos

Desprenderse del humus, evaporarse. Subir, vapor de agua, hasta la nube indómita. Esperar el momento de volver a la tierra. Precipitarse hacia el nuevo territorio del agua. Penetrar a la tierra. Alcanzar un reposo de siglos que retornen al sólido conducto de la piedra. De nuevo manantial...

 
   Cuatro cantos de mi tierra Cuatro cantos de mi tierra de Carlos Pellicer

   Carlos Pellicer
      Por Luis Illán Torralba    
primeros versos

Tabasco en sangre madura y en mi su poder sangró. Agua y tierra el sol se jura; y en nubarrón de espesura la joven tierra surgió. Tus hidrógenos caminos a toda voz transité y en tu oxígeno silbé mis pulmones campesinos. A puños sembré mi vida de tu fuerza vendaval que azúcar cañaveral espolvorea en la huida...

 
   Silencio cerca de una piedra antigua Silencio cerca de una piedra antigua de Rosario Castellanos

   Rosario Castellanos
      Por Carmen Farías    
primeros versos

Estoy aquí, sentada, con todas mis palabras como con una cesta de fruta verde, intactas. Los fragmentos de mil dioses antiguos derribados se buscan por mi sangre, se aprisionan, queriendo recomponer su estatua. De las bocas destruidas quiere subir hasta mi boca un canto, un olor de...

 
   Horas altas Horas altas de José Emilio Pacheco

   José Emilio Pacheco
      Por José Emilio Pacheco    
primeros versos

En esta hora fluvial hoy no es ayer y aún parece muy lejos la mañana Hay un azoro múltiple extrañeza de estar aquí de ser en un ahora tan feroz que ni siquiera tiene fecha ¿Son las últimas horas de este ayer o el instante en que se abre otro mañana? Se me ha perdido el mundo y no...

 
   Más que vaso -tambíen- más providente... (Muerte sin fin) Más que vaso -tambíen- más providente... (Muerte sin fin) de José Gorostiza

   José Gorostiza
      Por José Gorostiza    
primeros versos

Mas qué vaso también más providente! Tal vez esta oquedad que nos estrecha en islas de monólogos sin eco, aunque se llama Dios, no sea sino un vaso que nos amolda el alma perdidiza, pero que acaso el alma sólo advierte en una transparencia acumulada que tiñe la noción de Él, de azul...

 
   Canciones para el celebrante Canciones para el celebrante de Thelma Nava

   Thelma Nava
      Por Thelma Nava    
primeros versos

Espléndido animal, óyete resonar por la noche como un tren que conoce el lugar de su destino. No preguntes a nadie cuál es el sitio. Para el que indaga no está reservada la respuesta. ¿Quién, celebrante, se atrevería a ponerse el olor del mar, la túnica de los desaparecidos?...

 
   Epitafio del hipócrita Epitafio del hipócrita de Rosario Castellanos

   Rosario Castellanos
      Por Rosario Castellanos    
primeros versos

Quería y no quería. Quería con su piel y con sus uñas, con lo que cambia y cae; negaba con sus vísceras, con lo que de sus vísceras no era aserrín, con todo lo que latía y sangraba en sus entrañas. Quería ser él y el otro. Siamés partido a la mitad, buscaba la columna de hueso para...

 
   Julito (7) Julito (7) de Jaime Sabines

   Jaime Sabines
      Por Jaime Sabines    
primeros versos

Mira la luna. La luna es tuya, nadie te la puede quitar. La has atado con los besos de tu mano y con la alegre mirada de tu corazón. Sólo es una gota de luz, una palabra, hermosa. Luna es la distante, la soñada, tan irreal como el cielo y como los puntos de las estrellas. La tienes...

 
   Virgo Triunfans Virgo Triunfans   de Manuel Ponce

   Manuel Ponce
      Por Manuel Ponce    
primeros versos

De la mañana venía y a la mañana iba; era de la mañana y la mañana era. Jugaban a ser mañana, y en el balón del día la mañana iba entera. Eran dos: ella y la mañana. Nueve y veinte en la mañana, en un reloj sin tiempo, una mañana eterna. Luz y perla en el día, sol y plata en sus ojos muertos...

 
   Retrato de señora junto la mar Retrato de señora junto la mar de Juan Domingo Argüelles

   Juan Domingo Argüelles
      Por Juan Domingo Argüelles    
primeros versos

Yo sé que no podrás ayudar a tu hijo, como ayer, a tratar las palabras como si fuera hoy el primer día que las descubre y las pronuncia: no podrás evitarme la ingrata piedra del lugar común con que tropiezo y caigo como todos tropiezan y todos caen ante la risa infame de la...

 
   Cantar, Feliciana, intento... Cantar, Feliciana, intento... de Sor Juana Inés de la Cruz

   Sor Juana Inés de la Cruz
      Por Laura Castanedo     
primeros versos

Cantar, Feliciana, intento tu belleza celebrada; y pues ha de ser cantada, tú serás el instrumento. De tu cabeza adornada, dice mi amor sin recelo que los tiples de tu pelo la tienen tan entonada; pues con presunción no poca publica con voz süave que, como componer sabe, él solamente te toca...

 
   Escorpiones Escorpiones de José Emilio Pacheco

   José Emilio Pacheco
      Por José Emilio Pacheco    
primeros versos

El escorpión atrae a su pareja y aferrados de las pinzas se observan durante un hosco día o una noche anterior a su extraña cópula y el término del encuentro nupcial: sucumbe el macho y es devorado por la hembra la cual (dijo el Predicador) es más amarga que la muerte...

 
   En México, donde tu fuego tampoco podrá extinguirse En México, donde tu fuego tampoco podrá extinguirse de Thelma Nava

   Thelma Nava
      Por Thelma Nava    
primeros versos

Será porque hoy tu fotografía junto a mí es una lámpara de fuego y ha venido un poeta de España que persigue tus pasos por la calle de Nápoles de la ciudad de México. Será porque duermes entre peces de tierra y no hay una paloma sobre tu pecho y tu espalda se ha quedado en silencio...