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25 poemas aleatorios en audio

 
   Tlatelolco: 2 de octubre de 1968 Tlatelolco: 2 de octubre de 1968 de Oscar Oliva

   Oscar Oliva
      Por Oscar Oliva    
primeros versos

Los helicópteros han lanzado luces, ojos abiertos suspendidos en el aire. Siguiéndolos, yo les doy mi caída. ¿Qué es ese fragor, ese ruido de muchas aguas? El avance de los soldados es delatado por el golpeteo de los tacones de sus botas...

 
   Ulises Ulises de Thelma Nava

   Thelma Nava
      Por Thelma Nava    
primeros versos

Ese color le sienta a tu estatura a tu forma de hablar y de mirarme. Navega un barco en la acera de enfrente. El tiempo detiene sus velas y tu llegas náufrago a mis brazos. Solemos pasar el tiempo contando las gaviotas. Hacemos el amor como los peces. Otra sirena te llama, pero tú no la escuchas...

 
   Cuadro Cuadro de Xavier Villaurrutia

   Xavier Villaurrutia
      Por Alberto Dallal    
primeros versos

Fuera del tiempo, sentada, la mano en la sien, ¿qué miras, mujer, desde tu ventana? ¿Qué callas mujer, pintada entre dos nubes de mármol? Será igual toda la vida tu carne dura y frutada. Sólo la edad te rodea como una atmósfera blanda. No respires, no. De tal modo el aire te quiere...

 
   Los caminos de toda carne Los caminos de toda carne  de Juan Bañuelos

   Juan Bañuelos
      Por Juan Bañuelos    
primeros versos

Si a la mitad del camino de tu vida aparece una mujer joven y se entrega a ti jadeante y despierta en tus brazos el peso insonoro voluptuoso de tierra de otros cuerpos que sin más resucitan y después lentamente se inclina y te besa desnudo recorriendo tu cuerpo y dice al final buenas noches te amo

 
   Junto al aire de junio Junto al aire de junio de Fernando Sánchez Mayans

   Fernando Sánchez Mayans
      Por Fernando Sánchez Mayans    
primeros versos

Me desnudó tu ausencia de palabras. De voces para llenar el día. O la noche. El papel igual que el corazón. Ángel. Sombra violenta. Por tu vuelo espiga de silencio creció en mi huerto viril y de caricias para dejarme inmóvil la garganta. Me detuvo la noche y me detuve como un nocturno vigilante...

 
   La libertad inútil La libertad inútil de Carmen Alardín

   Carmen Alardín
      Por Carmen Alardín    
primeros versos

Antes de morir, la vida se te vuelve fácil como cuando en un empleo aprendes la estrategia y a la hora siguiente te despiden. Algunas horas antes de morir te sientes libre. Perdiste ya los brazos entre máquinas. Impregnaste tus penas en los muros antiguos. Te quitaste la capa en que escondías los abrazos...

 
   Economía doméstica Economía doméstica de Rosario Castellanos

   Rosario Castellanos
      Por Rosario Castellanos    
primeros versos

He aquí la regla de oro, el secreto del orden: Tener un sitio para cada cosa y tener cada cosa en su sitio. Así arreglé mi casa. Impecable anaquel el de los libros: Un apartado para las novelas, otro para el ensayo y la poesía en todo lo demás. Si abres una alacena huele a espliego y...

 
   Allá ella, abandonada Allá ella, abandonada de Alejandro Aura

   Alejandro Aura
      Por Alejandro Aura    
primeros versos

Ya entiendo: la ciudad vivirá más que yo que la he amado. Allá ella, abandonada. Su corazón será un inmenso cacto, cubierto de primores y de muertos. Sin embargo me iré a hacer otras ciudades; por un leve tiempo dejarás de importarme...

 
   Ábrese el fuego... Ábrese el fuego... de Rubén Bonifaz Nuño

   Rubén Bonifaz Nuño
      Por Rubén Bonifaz Nuño    
primeros versos

Abrese el fuego, y salta la burbuja metálica de un pez; barre los ojos una flor instantánea; doble salto mortal, ensaya el corazón. Amigos, algo mejor gocemos que un lamento.Ya, para no caerme, estoy colgado de tu clavo, alegría; de tu absorto badajo, de tu azúcar infalible de mujer conseguida...

 
   El orbe de la danza El orbe de la danza de Alí Chumacero

   Alí Chumacero
      Por Alí Chumacero    
primeros versos

Mueve los aires, torna en fuego su propia mansedumbre: el frío va al asombro y el resplandor a música es llevado. Nadie respira, nadie piensa y sólo el ondear de las miradas luce como una cabellera. En la sala solloza el mármol su orden recobrado, gime el río de ceniza y cubre...

 
   Esta desmemoria mía Esta desmemoria mía  de Jaime García Terrés

   Jaime García Terrés
      Por Jaime García Terrés    
primeros versos

Yo no tengo memoria para las cosas que pergeño. Las olvido con una torpe facilidad. Y se despeña mi prosa por abismos fascinantes, y los versos esfuman su tozudez como si nada. A veces ni siquiera recuerdo los favores de la bastarda musa pasajera, ni los ayes nerviosos del alumbramiento...

 
   Eureka! Eureka! de Eduardo Langagne

   Eduardo Langagne
      Por Eduardo Langagne    
primeros versos

Cuando ella sumerge su cuerpo en la bañera, no experimenta el agua el empuje hacia arriba que equivale a la fuerza del líquido desalojado. Arquímedes no se desespera. Se dispone a demostrar que un ángel pesa igual a la dicha de quien abraza ese cuerpo húmedo y alado...

 
   Pobre Desdémona Pobre Desdémona de Eduardo Lizalde

   Eduardo Lizalde
      Por Eduardo Lizalde    
primeros versos

La espalda de esta luz son esos sueños tuyos, amada, que duelen al soñarse y que hacen florecer las prímulas y azahares en tus flancos. Y caen del lecho moras de grueso jugo, cuando sueñas; y zarzarrosas crecen bajo el cojín de pluma; y tiernos gansos pican, bajo el tálamo, hierbas prodigiosas del sueño enternecido...

 
   A una estatua A una estatua de Alí Chumacero

   Alí Chumacero
      Por Alí Chumacero    
primeros versos

Cesa tu voz y muere sobre tus labios mi alegría. No habrá palabra que en tu piel levante ni un incierto sabor de brisa oscurecida como el recuerdo que en mis ojos deja el paso de tu aliento, porque vives inmersa en tu silencio, impenetrable a mis sentidos...

 
   Brusco olor del azufre... Brusco olor del azufre... de José Emilio Pacheco

   José Emilio Pacheco
      Por José Emilio Pacheco    
primeros versos

Brusco olor del azufre, repentino color verde del agua bajo el suelo. Bajo el suelo de México se pudren todavía las aguas del Diluvio. Nos empantana el lago; sus arenas movedizas atrapan, impidiendo la posible salida. Lago muerto en su féretro de piedra, sol de contradicción...

 
   Afrodita en el polvo Afrodita en el polvo de Jaime Labastida

   Jaime Labastida
      Por Jaime Labastida    
primeros versos

El sol, colérico de sales, contra el agua arremete. Hermano con hermana se acarician. Y un cielo azul está (cubriéndola), encima de la tierra: hijos nosotros de esa feroz contradicción, las bestias. Pero de líquenes, de aceites, el cielo en la tierra se vacía. Cargada queda así, a punto de parir lechuzas...

 
   Ese Cristo... Ese Cristo... de Guadalupe (Pita) Amor

   Guadalupe (Pita) Amor
      Por Elia Domenzáin    
primeros versos

Ese Cristo de tápalo encarnado, de terciopelo recamado de oro me causa espanto, compasión, azoro y lo llevo en mis ojos reflejado. Ese Cristo en su cruz crucificado me mira tenazmente y sin decoro Él sabe que al mirarlo siempre lloro y me pide por mi ser desclavado. Yo miro su mirada...

 
   Llama el Invierno, tímido... Llama el Invierno, tímido... de Salvador Novo

   Salvador Novo
      Por Salvador Novo    
primeros versos

Llama el Invierno, tímido si puro, muda voz de cristal, lágrima dura, y hace temblar la llama que perdura visible apenas en el monte oscuro. Abrámosle la puerta. Halle el seguro tibio recinto, dulce en la ventura de la mano tendida en que madura la semilla del Tiempo su conjuro....

 
   Statu quo Statu quo de José Emilio Pacheco

   José Emilio Pacheco
      Por José Emilio Pacheco    
primeros versos

Tengo que rebelarme ante mi sumisión y someterme ante mi rebeldía. Las aguas estancadas me miran fijamente: piden que les revoque la compuerta. Lo hago. Y la piedad no alcanza su entumecimiento, su triste analogía con la mula / que rompió el círculo vicioso de la noria...

 
   Tarde Tarde de Xavier Villaurrutia

   Xavier Villaurrutia
      Por Alberto Dallal    
primeros versos

Un maduro perfume de membrillo en las ropas blancas y almidonadas Oh campestre saludo del ropero asombrado, que nos abre sus puertas sin espejos, enormes y de un tallado rudo! Llena el olor la alcoba, mientras el sol afuera camina poco a poco, se duplica en la noria, bruñe cada...

 
   Paréntesis (2) Paréntesis (2) de Jaime Sabines

   Jaime Sabines
      Por Paco Chacona    
primeros versos

Apenas mayordomo de mis penas, capitán de fantasmas, me extravío, me pido entre mis canas y mis venas, y me ahogo de mí, a pesar mío. En punto de la hora en que me suenas, tiempo de estar, estoy y me confío, y me llenas de arena y me rellenas de amor y de odio el corazón baldío...

 
   En paz En paz de Amado Nervo

   Amado Nervo
      Por Alí Chumacero    
primeros versos

Muy cerca de mi ocaso, yo te bendigo, Vida, porque nunca me diste ni esperanza fallida, ni trabajos injustos, ni pena inmerecida; porque veo al final de mi rudo camino que yo fui el arquitecto de mi propio destino; que si extraje la miel o la hiel de las cosas, fue porque en ellas...

 
   Pasan las estaciones del año, pasan y no entran Pasan las estaciones del año, pasan y no entran de Alejandro Aura

   Alejandro Aura
      Por Alejandro Aura    
primeros versos

La última calle de la ciudad no existe, en las orillas a todas horas nacen calles bajo los pies de los que pasan, y transitan muchos más sueños de los que el gobierno se imagina; por eso no es posible contarlas, no es posible manejar a la ciudad con una tabla aritmética...

 
   A dónde iremos A dónde iremos de Nezahualcóyotl

   Nezahualcóyotl
      Por Raúl Dantés    
primeros versos

A dónde iremos donde la muerte no exista? Más, ¿por ésto viviré llorando? Que tu corazón se enderece: aquí nadie vivirá para siempre. Aún los príncipes a morir vinieron, los bultos funerarios se queman. Que tu corazón se enderece: aquí nadie vivirá para siempre...

 
   Los ojos verdes Los ojos verdes  de Alí Chumacero

   Alí Chumacero
      Por Alí Chumacero    
primeros versos

Solemnidad de tigre incierto, ahí en sus ojos vaga la tentación y un náufrago se duerme sobre jades pretéritos que aguardan el día inesperado del asombro en épocas holladas por las caballerías. Ira del rostro, la violencia es río que despeña en la quietud el valle, azoro donde el tiempo se abandona a una corriente análoga...