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25 poemas aleatorios en audio

 
   Para entonces Para entonces de Manuel Gutiérrez Nájera

   Manuel Gutiérrez Nájera
      Por Rosa Furman    
primeros versos

Quiero morir cuando decline al día, en alta mar y con la cara al cielo; donde parezca sueño la agonía, y el alma, un ave que remonta el vuelo. No escuchar en los últimos instantes, ya con el cielo y con el mar a solas, más voces ni plegarias sollozantes que el majestuoso tumbo de las...

 
   Balada Balada  de Jaime García Terrés

   Jaime García Terrés
      Por Jaime García Terrés    
primeros versos

Esta manera de soñar que tengo. tan a lo vivo, tan sin ley, a mis labios imparte contradicciones y desvíos. El grito se confunde con la más honda tristeza; la tormenta fecunda calmas decisivas. En un mismo papel quedan grabados hijos diversos de diversa llama. por este sueño mío, vagabundo...

 
   Mala fe Mala fe de Rosario Castellanos

   Rosario Castellanos
      Por Rosario Castellanos    
primeros versos

Ni el cielo constelado de estrellas ni la ley moral, urdida en la raíz del hombre. No, a diferencia exacta de Kant, no me suscitan tales contemplaciones tales meditaciones, maravilla o asombro. Me conmueve más bien la vastedad del espacio, la inmensa magnitud de los tiempos y las...

 
   Esta barca sin remos es la mía... Esta barca sin remos es la mía... de Carlos Pellicer

   Carlos Pellicer
      Por Carmen Montejo    
primeros versos

Esta barca sin remos es la mía. Al viento, al viento, al viento solamente le ha entregado su rumbo, su indolente desolación de estéril lejanía. Todo ha perdido ya su jerarquía. Estoy lleno de nada y bajo el puente tan sólo el lodazal, la malviviente ruina del agua y de su platería...

 
   Celos y muerte de Booz Celos y muerte de Booz de Gilberto Owen

   Gilberto Owen
      Por Claudio Obregón y Óscar Chávez    
primeros versos

Y sólo sé que no soy yo el durmiente que sueña un cedro Huguiano, lo que sueñas, y pues que he nacido de muerte natural, desesperado, paso ya, frenesí tardío, tardía voz sin ton ni son. Me miro con tus ojos y me veo alejarme, y separar las aguas del Mar Rojo de nuestros cuerpos mal...

 
   Pétalos quemados... Pétalos quemados... de Jaime Sabines

   Jaime Sabines
      Por Jaime Sabines    
primeros versos

Pétalos quemados, viejo aroma que vuelve de repente, un rostro amado, solo, entre las sombras, algún cadáver de uno levantándose del polvo, de alguna abandonada soledad que estaba aquí en nosotros: esta tarde tan triste, tan triste, tan triste. Si te sacas los ojos y los lavas en el...

 
   Dime tú si no es cierto Dime tú si no es cierto de Fabio Morábito

   Fabio Morábito
      Por Fabio Morábito    
primeros versos

Dime tú si no es cierto que el techo de esta casa es todo de verdad, que es la verdad más plena de todo lo construido, el muro en más reposo, la redención de tantos errores y desvíos, la mano que disculpa, el anhelado fin de las hostilidades, la prueba que buscábamos desde el primer ladrillo...

 
   Para que se fuera la mosca... Para que se fuera la mosca... de Fabio Morábito

   Fabio Morábito
      Por Fabio Morábito    
primeros versos

Para que se fuera la mosca abrí los vidrios y continué escribiendo. Era una mosca chica, no hacía ruido, no me estorbaba en lo más mínimo, pero tal vez empezaría a zumbar. Un aire frío, suave, entró en el cuarto; no me estorbaba en lo más mínimo, pero no se llevaba con mis versos...

 
   Tía Chofi Tía Chofi de Jaime Sabines

   Jaime Sabines
      Por Jaime Sabines    
primeros versos

Amanecí triste el día de tu muerte, tía Chofi, pero esa tarde me fui al cine e hice el amor. Yo no sabía que a cien leguas de aquí estabas muerta con tus setenta años de virgen definitiva, tendida sobre tu catre, estúpidamente muerta. Hiciste bien en morirte, tía Chofi...

 
   Responso del peregrino Responso del peregrino  de Alí Chumacero

   Alí Chumacero
      Por Alí Chumacero    
primeros versos

Yo, pecador, a orillas de tus ojos miro nacer la tempestad. Sumiso dardo, voz en la espesura, incrédulo desciendo al manantial de gracia; en tu solar olvida el corazón su falso testimonio, la serpiente de luz y aciago fallecer, relámpago vencido en la límpida zona de laúdes que a mi maldad despliega tu ternura...

 
   Un año más sus pasos apresura... Un año más sus pasos apresura... de Salvador Novo

   Salvador Novo
      Por Salvador Novo    
primeros versos

Un año más sus pasos apresura; un año más nos une y nos separa; un año más su término declara y un año más sus límites augura. Un año más diluye su amargura; un año más sus dones nos depara; un año más, que con justicia avara meció una cuna, abrió una sepultura...

 
   Escribo sobre la mesa crepuscular... Escribo sobre la mesa crepuscular... de Octavio Paz

   Octavio Paz
      Por Octavio Paz    
primeros versos

Escribo sobre la mesa crepuscular, apoyando fuerte la pluma sobre su pecho casi vivo, que gime y recuerda al bosque natal. La tinta negra abre sus grandes alas. La lámpara estalla y cubre mis palabras una capa de cristales rotos. Un fragmento afilado de luz me corta la mano derecha....

 
   El tiempo de la poesía... El tiempo de la poesía... de Homero Aridjis

   Homero Aridjis
      Por Homero Aridjis    
primeros versos

El tiempo de la poesía da un fruto de luz que cae solo en la tierra y tiembla sobre su sombra

 
   Economía doméstica Economía doméstica de Rosario Castellanos

   Rosario Castellanos
      Por Rosario Castellanos    
primeros versos

He aquí la regla de oro, el secreto del orden: Tener un sitio para cada cosa y tener cada cosa en su sitio. Así arreglé mi casa. Impecable anaquel el de los libros: Un apartado para las novelas, otro para el ensayo y la poesía en todo lo demás. Si abres una alacena huele a espliego y...

 
   Cuatro cantos de mi tierra Cuatro cantos de mi tierra de Carlos Pellicer

   Carlos Pellicer
      Por Luis Illán Torralba    
primeros versos

Tabasco en sangre madura y en mi su poder sangró. Agua y tierra el sol se jura; y en nubarrón de espesura la joven tierra surgió. Tus hidrógenos caminos a toda voz transité y en tu oxígeno silbé mis pulmones campesinos. A puños sembré mi vida de tu fuerza vendaval que azúcar cañaveral espolvorea en la huida...

 
   Jaguar Jaguar de Jorge Fernández Granados

   Jorge Fernández Granados
      Por Jorge Fernández Granados    
primeros versos

Su amartillada garra tiene un diseño seducido por la elegancia de la muerte. El fondo de sus ojos es un ascua y en él se demora el aviso de otra ley: para que algo sea creado, algo debe ser destruido. Todo lo que nace mata. Ordena alumbramientos su emboscada ira, su total simiente predadora...

 
   La anunciación La anunciación de Rosario Castellanos

   Rosario Castellanos
      Por Carmen Farías    
primeros versos

Porque desde el principio me estabas destinado. Antes de las edades del trigo y de la alondra y aun antes de los peces. Cuando Dios no tenía más que horizontes de ilimitado azul y el universo era una voluntad no pronunciada. Cuando todo yacía en el regazo divino, entremezclado y confundido...

 
   Biblioteca de José Luis Martínez Biblioteca de José Luis Martínez de Eduardo Langagne

   Eduardo Langagne
      Por Eduardo Langagne    
primeros versos

Aquí no hay muertos. Ramón, a la mitad del foro, lee un poema con sabor a chía y ajonjolí. Rulfo vino a buscar a Juan: un instante de luz en las palabras. Gorostiza envuelve en llamas la soledad de los pasillos por donde José Luis Martínez, bibliófilo celeste, coloca libros detenido en el espacio...

 
   Pietralunga Pietralunga de Enzia Verduchi

   Enzia Verduchi
      Por Enzia Verduchi    
primeros versos

Para María Volpi Regresaste, María, a la tierra cansada que aún engendra la semilla de anís: Pietralunga del terco dialecto. Las mujeres manchan sus dedos en el aroma de las almendras, detienen la vista ante la colina preciada por su reserva de caza. Regresaste para olvidar la sombra...

 
   Me estás vedada tú... Me estás vedada tú... de Ramón López Velarde

   Ramón López Velarde
      Por Guillermo Sheridan    
primeros versos

Imaginas acaso la amargura que hay en no convivir los episodios de tu vida pura? Me está vedado conseguir que el viento y la llovizna sean comedidos con tu pelo castaño. Me está vedado oír en los latidos de tu paciente corazón (sagrario de dolor y clemencia) la fórmula escondida de mi propia existencia...

 
   Más que que yo mismo Más que que yo mismo de Amado Nervo

   Amado Nervo
      Por Alí Chumacero    
primeros versos

Oh, vida mía, vida mía!, agonicé con tu agonía y con tu muerte me morí. ¡De tal manera te quería, que estar sin ti es estar sin mí! Faro de mi devoción, perenne cual mi aflicción es tu memoria bendita. ¡Dulce y santa lamparita dentro de mi corazón! ...

 
   Abrí la verja de hierro Abrí la verja de hierro de Fayad Jamís

   Fayad Jamís
      Por Fayad Jamís    
primeros versos

Abrí la verja de hierro, Sentí como chirriaba, tropecé en algún tronco y miré una ventana encendida, pero la madrugada devoraba las hojas y tú no estabas allí diciéndome que el mundo está roto y oxidado. Entré, subí en silencio las escaleras, abrí otra puerta...

 
   Muerta Muerta de Amado Nervo

   Amado Nervo
      Por Ignacio López Tarso    
primeros versos

Muerta! En vano entre la sombra mis brazos, siempre abiertos, asir quieren su imagen con ilusorio afán. ¡Qué noche tan callada, qué limbos tan inciertos! ¡Oh! Padre de los vivos, ¿a dónde van los muertos, a dónde van los muertos, Señor, a donde van? ...

 
   El deshollinador El deshollinador de Enriqueta Ochoa

   Enriqueta Ochoa
      Por Enriqueta Ochoa    
primeros versos

En mi centro amanecía Dios con su diamante de agua ensimismada, derramándola allí donde la yerba azul del verbo sin cercos corría limpia escalando hasta el borde de los labios. Pero redonda es la vida y en sus ruedas sorpresivas...

 
   La carne con olor a tierra... La carne con olor a tierra... de Homero Aridjis

   Homero Aridjis
      Por Homero Aridjis    
primeros versos

La carne con olor a tierra conoce la plegaria contra los mensajeros de lo irreal sombras sobre lo vivo la despiertan para que no adore la bestia ni los espectros coronados por el odio cuando habla abre un tiempo más infinito que ese que la quema amo su temblor su escalofrío ahora y...