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25 poemas aleatorios en audio | |
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El mediodía parte el arroyo...
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Homero Aridjis Por Homero Aridjis | |
El mediodía parte el arroyo en delgadas mitades de sonido saca del lomo de la bestia crepitación y humo todo lo que es húmedo la hora lo ha bebido todo lo que respira en mi interior descansa las casas y el árbol tienen la oscuridad abajo ojos de tierra roja beben en el azul abierto... | |
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Memoria
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José Carlos Becerra Por Julio Trujillo | |
He vuelto al sitio señalado, a tu rastro de aguas amargas; el atardecer ha caído al fondo del mar como un pecho muerto y una campana da la hora cubriéndome de espuma. Vuelvo a ti, el otoño y el grillo se unen en la victoria del polvo. Vuelvo a ti, vuelves a la caída, al primer acto... | |
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Grecia
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Homero Aridjis Por Homero Aridjis | |
Otro viento rosa otra agua lava las mismas ruinas y el mismo polvo con otra arena se esculpe el cuerpo humano otros ojos pulen su mirar, su forma, dejan en el suelo una nariz un pie donde volaba un dios un perro orina un idiota ríese abre una mano dos insectos copulan un gesto arrugado recibe monedas... | |
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El sueño de Adán
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Alí Chumacero Por Alí Chumacero | |
Ligera fue tu voz, mas tu palabra dura con vuelo de paloma sin más peso que su inmóvil cruzar el mar del viento; y persistes como un sonido bajo el agua, desde mi piel al aire levantada, ligera como fuiste, como esa ala que olvidada del mundo se recrea, convertida en ausencia y en... | |
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Papel borrado
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Jaime Labastida Por Jaime Labastida | |
Cuando termino de escribir todo esto, después que durante horas me imprimo como un mecanismo de dulzura y de cólera en las hojas, y el viento desordena los papeles y entra un silbido extraño, y merodea en la casa una noche especial, ajena, sin preguntas... | |
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Llovizna de abril
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Enriqueta Ochoa Por Enriqueta Ochoa | |
La llovizna de abril desprendió el sueño lila que florecía en la luz de las jacarandas y ardió toda la tarde sobre el rostro gris de la calle como una tierna flama. | |
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Mírame, por dios, desde lo oscuro...
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Víctor Sandoval Por Víctor Sandoval | |
Mírame, por dios, desde lo oscuro; ahonde cada sombra de estos árboles tu recuerdo. La luna, las baldosas, los arcos de cantera; esta misma baldosa, esta cantera, esta lápida inmensa que te preserva de los vientos. Abajo la podre te acribilla. Pero ahora, mírame, por Dios, desde lo... | |
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Mil novecientos treinta: Vistas fijas
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Octavio Paz Por Octavio Paz | |
Qué o quién me guiaba? No buscaba a nadie, buscaba todo y a todos: vegetación de cúpulas azules y campanarios blancos, muros color de sangre seca, arquitecturas: festín de formas, danza petrificada bajo las nubes que se hacen y se deshacen y no acaban de hacerse... | |
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Ciclo
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Marco Antonio Montes de Oca Por Marco Antonio Montes de Oca | |
Un resplandor un trueno y luego nada, Hastío tal vez, Preocupación por tu cuerpo que no llega, Vigas en el ojo ajeno y en el propio, Cierta pantera prensada como flor Entre las tapas ardientes de la noche; Acaso tú Mojada fabulosamente en la esperanza, Quizá los anillos En que un planeta baila sin hallar salida... | |
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Carpe diem
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Manuel Ponce Por Manuel Ponce | |
Antes de que la vida se consuma sumando en islas de verdor los años, contad uno por uno sus escaños: porque el tiempo nomás es una suma. Antes de que la rosa infiel asuma descoloridos síntomas extraños, lo efímero gozad de sus engaños: porque la rosa es nada más espuma... | |
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Sospecha crueldad disimulada, el alivio que la esperanza da
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Sor Juana Inés de la Cruz Por Guadalupe (Pita) Amor | |
Diuturna enfermedad de la esperanza que así entretienes mis cansados años y en el fiel de los bienes y los daños tienes en equilibrio la balanza; que siempre suspendida en la tardanza de inclinarse, no dejan tus engaños que lleguen a excederse en sus tamaños la desesperación o la confianza... | |
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Poema en tiempo vegetal
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Carlos Pellicer Por Carlos Pellicer | |
En este bosque en que los árboles tienen historia y se acompañan espaciosos a tiempo en luz, a tiempo en sombra, saqueo al aire los flautines en que los pájaros devoran la soledad húmeda y viva de la raíz y la memoria. Sonoramente en cuerpo y alma siento el calor con que de enérgicas prisiones, la luz solar se liberó... | |
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León Felipe en sus 75 años
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Luis Rius Azcoita Por Juan Rejano | |
Vedlo otra vez aquí. De su vieja piel brotan absurdamente flores en salvaje melena enmarañadas: recientes, frescas, olorosas flores (así Elvira Gascón lo ha dibujado). Y de la cueva honda de su boca a veces una voz terrible sale clamando; voz oscura que, inesperadamente traicionada,... | |
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Mientras los niños crecen...
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Jaime Sabines Por Jaime Sabines | |
Mientras los niños crecen, tú, con todos los muertos, poco a poco te acabas. Yo te he ido mirando a través de las noches por encima del mármol, en tu pequeña casa. Un día ya sin ojos, sin nariz, sin orejas, otro día sin garganta, la piel sobre tu frente agrietándose, hundiéndose, tronchando obscuramente el trigal de tus canas... | |
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La cena
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Griselda Álvarez Ponce de León Por Griselda Álvarez Ponce de León | |
La cena es el desliz es la agonía la postrera oración orgasmo y luto un cerrar de cortinas como el fruto del debe y el haber de cada día la última mirada se vacía sobre el mantel de blancos impoluto hermano de color mortaja en bruto símbolo más allá de la alegría... | |
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El emperador de los cadáveres
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José Emilio Pacheco Por José Emilio Pacheco | |
El emperador quiere huir de sus crímenes pero la sangre no lo deja solo. Pesan los muertos en el aire muerto y el trata siempre en vano de ahuyentarlos. Primero lograrían borrar con pintura la sombra que a media tarde proyecta el cuerpo del emperador sobre los muros del palacio... | |
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Club italiano
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Fabio Morábito Por Fabio Morábito | |
Tenía una alberca regular, cinco o seis canchas de tenis, una cafetería que daba a un poco de jardín, luego un frontón y un gran salón de baile. No era gran cosa, su mejor época debió de ser, por los cincuenta o los sesenta, mi padre se hizo socio cuando ya estaba decayendo lentamente... | |
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Bajo la pesada losa del mundo
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Jaime Labastida Por Jaime Labastida | |
Sobre la Tierra, estamos enterrados. Todo su peso cárdeno se vuelca sobre mis pies antiguos. Toda la tierra me avienta sobre el cielo, me sujeta en mi raíz y me hunde entre sus manos. Despedazado estoy. Mis ojos van allá por el impulso, mas presos en órbitas se quedan, asidos a su... | |
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Soledad
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Jorge Fernández Granados Por Jorge Fernández Granados | |
Nada va a salvarnos. Ni el amor, ni la fe, ni la palabra. Nada va a saber que fuimos tantos embarcados en el haz de la ternura, angustiados y desnudos, errantes y remotos. Nadie hablará por nadie. A cada quien se le rompe el alma con sus propios días mal escritos o se le seca la espiga del mundo... | |
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Balada para dos locos
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Sabeli Ceballos Franco Por Sabeli Ceballos Franco | |
mi corazón para que en él escarbes busques tesoros entierres muertos no estaba muerta pero me vi nacer en la primera cita con tu cuerpo tengo muy poco pero te entrego todo la margarita anciana el pavimento las cuerdas que me rodean el cuello no te pedí que aparecieras mas llegaste... | |
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Como dicen que soy una ignorante...
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Guadalupe (Pita) Amor Por María Teresa Aviña | |
Como dicen que soy una ignorante, todo el mundo comenta sin respeto que sin duda ha de haber algún sujeto que pone mi pensar en consonante. Debe de ser un tipo desbordante, ya que todo produce hasta el soneto por eso con mis libros lanzo un reto burla burlando van los tres delante... | |
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Allá ella, abandonada
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Alejandro Aura Por Alejandro Aura | |
Ya entiendo: la ciudad vivirá más que yo que la he amado. Allá ella, abandonada. Su corazón será un inmenso cacto, cubierto de primores y de muertos. Sin embargo me iré a hacer otras ciudades; por un leve tiempo dejarás de importarme... | |
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Mi hermano mayor
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Alejandro Aura Por Alejandro Aura | |
Yo tenía un hermano mayor; era siempre cinco años más amable y más sereno; quería un escritorio y un caballo y una manera nueva de contar los sueños y una mina de azúcar, de seguro. Le gustaba leer y razonaba, a veces era tierno con las cosas... | |
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Eternidad
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Enriqueta Ochoa Por Enriqueta Ochoa | |
La eternidad mece, ondula, abre de par en par su túnica de viento; en el espacio de su seno esplende una constelación de luz acumulada. El Padre la detiene. Un instante mete su mano turbulenta hasta la entraña y la abre sobre la piel del mundo. Un alud de semillas caen, parpadeando... | |
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Booz canta su amor
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Gilberto Owen Por Claudio Obregón y Óscar Chávez | |
Me he querido mentir que no te amo, roja alegría incauta, sol sin freno en la tarde que sólo tú detienes, luz demorada sobre mi deshielo. Por no apagar la brasa de tus labios con un amor que darte no merezco, por no echar sobre el alba de tus hombros las horas que le restan a mi... | |
