☰ menú
 


25 poemas aleatorios en audio

 
   El éxtasis del silencio El éxtasis del silencio de Enrique González Martínez

   Enrique González Martínez
      Por Frank Moro    
primeros versos

Del viejo parque en el rincón lejano, echo para el amor tibio y discreto, aspiraba el secreto de la muda caricia de tu mano... Todo callaba en torno solamente en alas del ambiente, un concierto de aromas ascendía alrededor de tu alma y de la mía, callaban brisas, pájaros y fuentes...

 
   Mariposa de obsidiana Mariposa de obsidiana de Octavio Paz

   Octavio Paz
      Por Octavio Paz    
primeros versos

Mataron a mis hermanos, a mis hijos, a mis tíos. A la orilla del lago Texcoco me eché a llorar. Del Peñon subían remolinos de salitre. Me cogieron suavemente y me depositaron en el atrio de la Catedral. Me hice tan pequeña y tan gris que muchos me confundieron con un montoncito de...

 
   Códice del olvido Códice del olvido de Aurora Reyes

   Aurora Reyes
      Por Aurora Reyes    
primeros versos

Penumbra de órbitas azules trajo mirada de barro, de madera, de humo. Acá, desde la tierra piel amada descubrí los espejos de opuestas diagonales en la geometría dualidad del principio. Verte fue comprenderlo todo; los iniciales reinos del asombro, la noche giratoria danzar medusa...

 
   Respice Stellam Respice Stellam   de Manuel Ponce

   Manuel Ponce
      Por Manuel Ponce    
primeros versos

La noche tiene un nido y el nido una estrella abre su broche. Sella la boca y el oído. Por amor ha extendido su dorada centella cauda nupcial. Es ella y su amor encendido. Voy por una mentira de cielo, mar y mundo, náufrago. Calla y mira. Voy por una batalla de odio furibundo muriendo. Mira y calla...

 
   Viaje Viaje de Salvador Novo

   Salvador Novo
      Por Salvador Novo    
primeros versos

Los nopales nos sacan la lengua pero los maizales por estaturas con su copetito mal rapado y su cuaderno debajo del brazo nos saludan con sus mangas rotas. Los magueyes hacen gimnasia sueca de quinientos en fondo y el sol -policia secreto- (tira la piedra y esconde la mano) denuncia...

 
   Era mi corazón piedra de río... Era mi corazón piedra de río... de Carlos Pellicer

   Carlos Pellicer
      Por Carlos Pellicer    
primeros versos

Era mi corazón piedra de río que sin saber por qué daba remanso, era el niño del agua, era el descanso de hojas y nubes y brillante frío. Alguien algo movió, y se alzó el río. ¡Lástima de aquel hondo siempre manso! Y la piedra lavada y el remanso liáronse en sombras de esplendor sombrío...

 
   De éstos hablo De éstos hablo de Juan Domingo Argüelles

   Juan Domingo Argüelles
      Por Juan Domingo Argüelles    
primeros versos

Mientras los buitres trazan círculos alrededor del sol, como planetas, los poetitas con sus versos tiernas romanzas acompasan; buscan el más elaborado de los silencios y ordenan a sus tripas que no gruñan; los buitres no quisieran comer carne tan flaca, tan desabrida como yeso, tan...

 
   Si te revuelca la ola... Si te revuelca la ola... de Fabio Morábito

   Fabio Morábito
      Por Fabio Morábito    
primeros versos

Si te revuelca la ola procura que sea joven, esbelta, ardiente, te dejará molido el cuerpo y el corazón más grande; cuídate de las olas retóricas y viejas, de las olas con prisa, y la peor de todas, de la ola asesina, la ola que regresa.

 
   Espalda Espalda de Griselda Álvarez Ponce de León

   Griselda Álvarez Ponce de León
      Por Griselda Álvarez Ponce de León    
primeros versos

Larga planicie, llano, lomerío en que apoyas la carga de la vida la parte de tu cuerpo mas sufrida donde el trabajo y el sudor son río. En tu valle de esfuerzo y poderío la luna a veces fíngese dormida mientras labriega hacia la noche hundida mi mano va sembrando escalofrío...

 
   Mercado de la Merced Mercado de la Merced de Griselda Álvarez Ponce de León

   Griselda Álvarez Ponce de León
      Por Griselda Álvarez Ponce de León    
primeros versos

De la Merced hetairas baratonas, mercado de la carne, pocos años, son de trece o de quince, no hay engaños. ¡Pásale mi marchante, son fregonas! No pienses que quizá fueron personas o que el SIDA letal les unta daños. Es carne dura, fresca y son rebaños ovejas negras estas alegronas...

 
   El color y el silencio helados... El color y el silencio helados... de Homero Aridjis

   Homero Aridjis
      Por Homero Aridjis    
primeros versos

El color y el silencio helados rodean el río de cuerpos y palabras de una memoria que se retira en blanco el rocío rey de la hora llena de ocres y naranjas la lejanía de casas y de tierra el árbol mece ojos y brumas si mecerse puede en esta alba donde el ritmo en el aire se congela...

 
   Otra vez, al lector Otra vez, al lector de Juan Domingo Argüelles

   Juan Domingo Argüelles
      Por Juan Domingo Argüelles    
primeros versos

Tú me pedías poesía como quien frutos desespera del olmo viejo del camino. Cada mañana amanecía y el árbol peras no arrojaba. Cuando vivir no es necesario escribe el cerdo, lee el puerco y se emocionan los marranos. Escucha bien: no hay moraleja: es otra voz la...

 
   Así fue Así fue de Luis G. Urbina

   Luis G. Urbina
      Por Rosa Furman    
primeros versos

Lo sentí; no fue una separación, sino un desgarramiento; quedó atónita el alma, y sin ninguna luz, se durmió en la sombra el pensamiento. Así fue; como un gran golpe de viento en la serenidad del aire. Ufano, en la noche tremenda, llevaba yo en la mano una antorcha con que alumbraba...

 
   No lo puedo evitar No lo puedo evitar de Sabeli Ceballos Franco

   Sabeli Ceballos Franco
      Por Sabeli Ceballos Franco    
primeros versos

no te imaginas qué bien me veo hoy con el orgullo abanderando la cabeza con qué garbo me iré andando hacia [el trabajo con la sonrisa terca como una etiqueta que se asoma por el vestido ¡qué buen porte! dirán los que me [vean ¿a qué se debe? inquirirán muertos [de envidia lo...

 
   Mientras tanto Mientras tanto de Alejandro Aura

   Alejandro Aura
      Por Alejandro Aura    
primeros versos

a las nueve a las ocho a las siete me levanto y es entonces que el día se remonta tanto los pájaros mis hijos el mercado el canto y a las cinco a las tres a la una el desencanto de saber que estoy vivo apenas mientras tanto...

 
   Duración Duración de Octavio Paz

   Octavio Paz
      Por Octavio Paz    
primeros versos

Negro el cielo Amarilla la tierra El gallo desgarra la noche El agua se levanta y pregunta la hora El viento se levanta y pregunta por ti Pasa un caballo blanco II Como el bosque en su lecho de hojas tú duermes en tu lecho de lluvia tú cantas en tu lecho de viento tú besas en tu lecho de chispas...

 
   Tu eres mi marido Tu eres mi marido de Jaime Sabines

   Jaime Sabines
      Por Juan Ignacio Aranda    
primeros versos

Tú eres mi marido y yo soy tu mujer. Tú eres mi hermana y yo soy tu hermano. Tú eres mi madre y yo soy tu hijo. Los dos somos nada más uno. Tú te abres y yo te penetro. Tú eres María y yo soy José. Tú me abrazas y yo te envuelvo. Tú eres mi sangre y yo soy tu piel. Carmen y Rosa,...

 
   Cuando nos retiramos a la remota cámara... Cuando nos retiramos a la remota cámara... de Tomás Segovia

   Tomás Segovia
      Por Tomás Segovia    
primeros versos

Cuando nos retiramos a la remota cámara donde hacemos las nupcias con nuestro propio espectro, como cuando compramos y vendemos la palabra que ata para atarla a sí misma, la carne en cambio todavía se sabe interrogada, vuelve a tocarla el dios y la carne vuelve a temblar en su peligro...

 
   Cate de mi corazón Cate de mi corazón de Alejandro Aura

   Alejandro Aura
      Por Alejandro Aura    
primeros versos

Me arde la piel, soy más hachón que hombre un metro setentaiséis centímetros de lumbre con la cresta blanqueando enrojecida: ya no tengo remedio; ardo en la Ciudad de México. Eran líquidos mis pies y eran líquidas mis manos y todo de agua me vi...

 
   Un año o dos o tres... Un año o dos o tres... de Jaime Sabines

   Jaime Sabines
      Por Jaime Sabines    
primeros versos

Un año o dos o tres, te da lo mismo. ¿Cuál reloj en la muerte?, ¿qué campana incesante, silenciosa, llama y llama? ¿qué subterránea voz no pronunciada? ¿qué grito hundido, hundiéndose, infinito de los dientes atrás, en la garganta aérea, flotante, pare escamas? ¿Para esto vivir? ¿para sentir prestados los brazos...

 
   Temporal Temporal de Octavio Paz

   Octavio Paz
      Por Octavio Paz    
primeros versos

En la montaña negra el torrente delira en voz alta A esta misma hora tú avanzas entre precipicios por tu cuerpo dormido El viento lucha a obscuras con tu sueño maraña verde y blanca encina niña encina milenaria el viento te descuaja y te arrastra y te arrasa abre tu pensamiento y lo...

 
   Señora Lexotán Señora Lexotán de Enzia Verduchi

   Enzia Verduchi
      Por Enzia Verduchi. Música de Plug    
primeros versos

Qué son seis miligramos tres veces al día si con ello se pueden anestesiar los sentimientos, si controla la ansiedad del todo. No ríes, no lloras, no percibes ni el principio ni el fin del mundo. Basta con abrir la boca: el ama de casa no es indecisa ante la gama del supermercado;...

 
   Retrato de niño Retrato de niño de Salvador Novo

   Salvador Novo
      Por José Luis Ibáñez    
primeros versos

En este retrato hay un niño mirándome con ojos grandes; este niño soy yo y hay una fecha: 1906. Es la primera vez que me miré atentamente. Por supuesto que yo hubiera querido que ese niño hubiera sido más serio, con esa mano más serena, con esa sonrisa más fotográfica. Esta...

 
   Oración en la entraña quemada de un sabino Oración en la entraña quemada de un sabino de Efraín Bartolomé

   Efraín Bartolomé
      Por Efraín Bartolomé y el canto extático de los derviches    
primeros versos

Éste es mi territorio más secreto: he amado a la Diosa. Fui Acteón y soy el corzo ya. Huyo entre matorrales y mi propia manada me persigue: hiere mi amante piel. Con ladridos aún, pero mi entraña sabe que no tardarán mucho en darme alcance.9675; Los matorrales, los ladridos y la...

 
   El azar de las perforaciones El azar de las perforaciones de José Carlos Becerra

   José Carlos Becerra
      Por Julio Trujillo    
primeros versos

Puse las manos donde mis guantes querían, puse el rostro donde mi antifaz podía revelármelo; mi única hazaña ha sido no ser verdadero, mentir con la conciencia de que digo la verdad, mirar sin aspavientos mi existencia, desfigurada por lo que la hace vivir, rodeada por lo que tiene...