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listado de poemas por primeros versos letra l

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227 poemas con la letra "l"

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La alondra de Alberto Blanco
La alondra construye con su canto topacios inalterados por el vuelo: paisajes remotos en lo inmediato El sol en los viñedos de las colinas y las últimas sombras en la tierra bajo el cielo plateado más que azul. Cristales nacidos de los 4 vientos: memorias de viajeros que no aceptan límites ...
Celebración de la memoria (X) de Jorge Ruiz Dueñas
La barca abandonada es mesa La costilla de ballena remo Navegamos sobre la ilusión Cruza un cormorán el cielo El bogavante ordena¡mar adentro! Entonces nos sorprenden inauditas sensaciones No soñamos
La belleza... de Ricardo Yáñez
La belleza caída de las hojas comidas de gusanos. (Del libro de reciente aparición Estrella oída, coeditado por El Aduanero y la UAM Azcapotzalco.)
La Bluebonnet de Efraín Huerta
La Bluebonnet me preguntó: ¿Y Andrea? Yo me quedé mirándola con amarga mirada. ¿Andrea? Oh flor, oh dulce flor de cielo y humedecida tierra, ¿por qué con tu pregunta, vino al mundo esta lágrima de perfecta nostalgia?
La brisa de Coral Bracho
La brisa toca con sus yemas el suave envés de las hojas. Brillan y giran levemente. Las sobresalta y alza con un suspiro, con otro. Las pone alerta. Como los dedos sensitivos de un ciego hurgan entre el viento las hojas; buscan y descifran sus bordes, sus relieves de oleaje, su espesor. ...
La carne con olor a tierra... de Homero Aridjis
La carne con olor a tierra conoce la plegaria contra los mensajeros de lo irreal sombras sobre lo vivo la despiertan para que no adore la bestia ni los espectros coronados por el odio cuando...
Doña Luz (XXI) de Jaime Sabines
La casa me protege del frío nocturno, del sol del mediodía, de los árboles derribados, del viento de los huracanes, de las asechanzas del rayo, de los ríos desbordados, de los hombres y de las fieras. Pero la casa no me protege de la muerte...
En el sueño de otros de Lucero Alanís de Gurrola
La casa va callando lentamente en bostezos se reclina al abrigo de lunas con las risas en silencio Sus muros observan mis pasospor el sueño hago mías las horas de otros en sigilo converso con sus hadas y dragonesbajo llave La penumbra en los muebles advierte ...
Consejo poético de Alfonso Reyes
La cifra propongo; y ya casi tengo el artificio, cuando se abre el precipicio de la palabra vulgar. Las sirtes del bien y el mal, la torpe melancolía, toda la guardarropía de la vida personal, aléjalas, si procuras atrapar las formas puras. ¿La emoción? Pídela al número que mueve y gobierna...
La cojita está embarazada... de Jaime Sabines
La cojita está embarazada. Se mueve trabajosamente, pero qué dulce mirada mira de frente. Se le agrandaron los ojos como si su niño también le creciera en ellos pequeño y limpio. A veces se queda viendo quién sabe qué cosas que sus ojos blancos se le vuelven rosas...
Cantando para nadie de Francisco Cervantes
La cólera, el silencio, Su alta arboladura Te dieron este invierno. Más óyete en tu lengua: Acaso el castellano, No es seguro. Canciones de otros siglos si canciones, Dolores los que tienen todos, aun aquellos -Los más- mejores que tú mismo. Y es bueno todo: el vino, ...
El vuelo luminoso de Raquel Huerta - Nava
La colmena se define por sus sueños de semillas dispersas en las aguas plumas al viento caparazón aéreo el zumbido del enjambre inquietos y vivos resplandores que acompañan el camino de quienes llevan en la frente la marca de la sangre del cordero. ...
El mundo de Jeannette Lozano
La cúpula dorada, los portones de hierro, arcángeles, legiones. Este intento de vivir la historia condenada. De: Desierta memoria
La daga verdadera es microscópica... de Román Luján
LA DAGA VERDADERA es microscópica, no tromba en filos ni sangre en estampida. Lo sabes, Alejandra; anticipas los nudos, me recorres. La luz puede albergarse en la rendija que un párpado extiende ante el objeto de su miedo. Detrás de mis cristales inauguro las venas mortecinas de tu árbol, ...
Por miedo de Amado Nervo
La dejé marcharse sola... y, sin embargo, tenía para evitar mi agonía la piedad de una pistola. ¿Por qué no morir? pensé ¿Por qué no librarme desta tortura? ¿Ya qué me resta después que ella se me fue? Pero el resabio cristiano me insinuó con voces graves: !Pobre necio, tú qué sabes! ...
Distancia de Sonia Silva Rosas
La distancia es cementerio de ausencias, nopal cosido al pecho cuerpo tendido en la autopista. Es humo que lanzan los olvidados a la noche, himno a la soledad, refugio de los trastornados. Es el bajel que abordan los suicidas. La distancia arroja sus migajas a los abandonados, ...
Esta noche de Tomás Segovia
La escala de este día me ha traído A esta altura nocturna Me ha exaltado a este trono emocionante Sólo la sombra es diáfana Sólo la noche se compara en altura a la noche Sólo en el aire glacial de las cimas Despliega del todo el pulmón sus ardorosas velas Se han corrido los velos ...
Pobre Desdémona de Eduardo Lizalde
La espalda de esta luz son esos sueños tuyos, amada, que duelen al soñarse y que hacen florecer las prímulas y azahares en tus flancos. Y caen del lecho moras de grueso jugo, cuando sueñas; y zarzarrosas crecen bajo el cojín de pluma; y tiernos gansos pican, bajo el tálamo, ...
Eternidad de Enriqueta Ochoa
La eternidad mece, ondula, abre de par en par su túnica de viento; en el espacio de su seno esplende una constelación de luz acumulada. El Padre la detiene. Un instante mete su mano turbulenta hasta la entraña y la abre sobre la piel del mundo. Un alud de semillas caen, ...
Geografía familiar de Enzia Verduchi
La familia sólo coincide en bodas o entierros, los parientes se reparten estrechos abrazos, retoman una conversación nunca concluida: las mismas preguntas, las mismas respuestas; como si el domingo hubieran compartido la mesa o el miércoles se prestaran el hilo dental. ...
La inmortalidad de Guillermo Prieto
La flor encantadora y delicada que sobre esbelto tallo se mecía, la vio ufana la luz de un solo día, luego desapareció. De ese arbusto marchito y derribado, ayer tal vez hermoso y floreciente, hoy arranca sus hojas el ambiente que ufano le halagó. Y al alto muro y orgullosa torre, que sola en el espacio ...
Ulises regresa de José Carlos Becerra
La frase que no hemos dicho, cierta respiración de la boca en el apetito del sueño, el silencio que comienza como una bandada de pájaros; yo he depositado esa frase en el plato donde nos sirven la cabeza del Bautista. Estoy aquí después de extraviar mi mejor ofrecimiento, ...
Haz el amor conmigo de Alejandro Aura
La fruta Dame ese racimo de uvas negras, niña, dame ese racimo. El antojo Una chiquita en pantalón vaquero, su boquita en francés; al sur del Ecuador la verdad es al revés. Las piernas largas, la cadera angosta, su nalguita alzada; en el Perú yo no soy nada. Con sus ojitos...
De paso de Eduardo Zambrano
La genética del alma: el destino. Al más puro sentido clásico regreso. Me lleva el vientoy en esa circunstancia se revuelcan también mis sentidos. Hoy alcanzo a balbucear razones. Pero más allá de las razones estoy yo, hoja del árbol de la vida que ven pasar los perros y los puercos, ...
Canción para la golondrina de Alejandro Aura
La golondrina es animal corriente, es obvia su semejanza con el torso de una mujer flaca aullando en la cama de los árboles; tocan sus plumas más ocultas las ramas con el viento; es obvia su semejanza con sus piernas, sus caderas (la línea), quizás un velo para tapar...
Ala del sur de Efraín Bartolomé
La gran selva dormida: gritos bramar de monos crujir de ramas leves y un silencio magnífico después Desde la fronda un billón de ojos miran el estrellado cielo: su reflejo El ancho río fluye como una vena dulce en la espesura La densa noche tropical y su vaho amoroso...
Suenan las III de Francisco González Léon
La grande habitación que el grande espejo agranda más. Sobre la antigua consola, el viejo reloj de bronce bajo el fanal de cristal; y penumbras y friolencias en que la poquedad de mi lámpara, no basta a evaporar el frío de mi soledad. Escenas y efemérides vacías; ...
Ejercicio preparatorio (Díptico con tablilla votiva) de Octavio Paz
La hora se vacía. Me cansa el libro y lo cierro. Miro, sin mirar, por la ventana. Me espían mis pensamientos. Pienso que no pienso. Alguien, al otro lado, abre una puerta. Tal vez, tras esa puerta, no hay otro lado. Pasos en el pasillo. Pasos...
Llagado de su mano de Gilberto Owen
La ilusión serpentina del principio me tentaba a morderte fruto vano en mi tortura de aprendiz de magia. Luego, te fuiste por mis siete viajes con una voz distinta en cada puerto e idéntico quemarte en mi agonía. Lascivia temblorosa de las tardes de lluvia cuando tu cuerpo balbucía en Morse ...
Sed de Lucero Alanís de Gurrola
La inmensidad, la sed es la memoria. Luis Armenta Malpica Ya no juegan a ser los dioses de la lluviapiedras y varas en abandono Niños que añoran beber los quásares llevan en sus cactos las grietas del esfumado camino No duele más la sombra del otro que se va y sigue yéndose ...
Booz ve dormir a Ruth de Gilberto Owen
La isla está rodeada por un mar tembloroso que algunos llaman piel. Pero es espuma. Es un mar que prolonga su blancura en el cielo como el halo de las tehuanas y los santos. Es un mar que está siempre en trance de primera comunión. Quién habitara tu veraz incendio rodeado de azucenas ...
la llama viva de san juan... de Rogelio Guedea
la llama viva de san juan alumbra noches donde nada tuyo vi. la llama viva de san juan en mi cuartito frío alumbra. es una aurora donde te busqué. un sol caído en gajos o retazos que arden como las pajas del querer. adiós adiós decías llorando cuando la llama viva de san juan aún no ardía. ...
Llovizna de abril de Enriqueta Ochoa
La llovizna de abril desprendió el sueño lila que florecía en la luz de las jacarandas y ardió toda la tarde sobre el rostro gris...
La lluvia tenaz de Manuel Ponce
La lluvia está cayendo sobre los tejados. Aún no cantan los gallos. No hay gallos. No estoy en el campo. No importa: La lluvia está cayendo sobre los tejados. Ya no hay tejados a diez kilómetros a la redonda. Todo es más granítico, más duro; los muros de concreto; las calles, de...
Lluvia nueva de Efraín Huerta
La lluvia tejía su encaje plateado. Las nubes negrísimas sombreaban la noche morena. En el plano brillante de un charco intranquilo sorprendí tu forma gris. La inquietud de las gotas sonaba llevando el compás de tu paso ligero en la niebla. El encaje plateado moría con el frío ...
La luna de Jaime Sabines
La luna se puede tomar a cucharadas o como una cápsula cada dos horas. Es buena como hipnótico y sedante y también alivia a los que se han intoxicado de filosofía Un pedazo de luna en el bolsillo es el mejor amuleto que la pata de conejo...
Canción de Efraín Huerta
La luna tiene su casa. Pero no la tiene la niña negra la niña negra de Alabama. La niña negra sonríe y su sonrisa brilla como si fuera la cuchara de plata de los pobres. La luna tiene su casa. Pero la niña negra no tiene casa la niña negra la niña negra de Alabama.
De la mano del viento de Carmen Alardín
La luna vieja reflejada sobre el pozo, yendo a pasear de la mano entre los árboles. De la mano del viento en las plegarias, entre el negro horizonte de los cardos. La luna yendo a hallar, a interrogar, a quedarse de codos en la sombra esperando su muerte y atribulada por lo que ya no existe. ...
Dominio de la tarde de Jaime Labastida
La luz ciega a la luz. Olas allá, olas de luz, marejadas de luz, rocas largas de luz, granos rotos de luz que la luz, allá arriba, de un manotazo brusco aniquila y congela. El cuerpo, de las cosas, tan cercano, nos resulta visible en su perfil exacto y detenido: son ya columnas sólidas de espuma...
Solo piel de Lucero Alanís de Gurrola
La luz en mi piel se torna oscura en los himnos del verano como fruta de mares Suda bajo el hervor del abrazo del tiempo que sobre mí palpita que no acepta resistencia y me consume El placer de las cerezas pinta la luz para que brote de esta piel lo que ninguno sabe A veces he sido piel ...
Vida de los animales y las plantas de Margarito Cuéllar
La luz es importante para la respiración de los peces y la movilidad de las esporas. El sabor de la sandía es rojo. El sueño del mar es verde. Un vaquero juega con una vaca pinta en la sala de su casa. Una mujer desnuda, a cualquier hora del sueño, es un peligro para el tráfico. ...
Viaje de Xavier Villaurrutia
La luz se va con el tren silbando, enrollada en humo, apenas si en las colinas unta un brillo. ¡Ay! Y nos vamos pensando lejos, con el tren silbando, sin movernos ni cansarnos. ¡Ay! Y nos vamos pensando sin volver adonde estamos. Se mueve en el cielo un aire cenizo, lento. ...
El veterano de guerra de Víctor Sandoval
La madrugada en que los gallos se volvieron locos y la Torre de Pisa fue mutilada por cantar cantares de Ezra Pound. La noche en que los gatos desollados vivos por el celo arañaban el aire del tejado y el amante de la adúltera abandonaba el lecho tibio para que el engañado ...
Lied de Jaime Torres Bodet
La mañana está de fiesta porque me has besado tú y al contacto de tu boca todo el cielo se hace azul. El arroyo está cantando porque me has mirado tú y en el sol de tu mirada toda el agua se hace azul. El pinar está de luto porque me has dejado tú... y la noche está llorando, noche pálida y azul, ...
Vagabundo del alba de Fayad Jamís
La mañana pálida de París crece sobre mis hombros después de la noche larga mi amor esta brisa Las hojas color de miel del otoño deslizándose por las calles en las aceras las hojas del otoño sobre la cabeza de los mendigos Aún duermen una mujer se ha levantado ha recogido una boina ...
Edad de Tomás Segovia
La mano del amor es grave. Se ha espesado la carne de una savia de tiempo; el curso de los días ha ensanchado su cauce. Pero de paz cargada abriga y pesa la lenta mano calurosa. La mujer mira...
La memoria de Eduardo Langagne
La materia del canto es la memoria, no lo que viste, pues el ciego entonces no cantaría jamás. Y no es lo que escuchaste, pues el sordo no hubiera escrito dolorosamente aquella sinfonía con los coros que hacen estremecer tu corazón. Y el tacto, que es efímero, decide trasladar...
El júbilo se enciende de Jaime Labastida
La memoria es una piel que tu recuerdo llaga, una herida de torpe geometría, es una carne, un nervio vivos. Lacera memoria donde el fuego es la violenta agua apaciguada. Miro así tu jadeo, en ese mar, en esas olas me hundo. Que hermosa sed que nunca más se sacia, que agua: ...
Consecuencias de Eduardo Langagne
La memoria está oscura. Donde el humo dispersa su ceniza, retroceden las horas. Un cangrejo de polvo se reúne en la muerte. El sol se despedaza contra el piso. II El recuerdo es una huella complicada. Se persigue en círculos. Enloquece como un hombre en llamas. III El...
El cántaro roto de Octavio Paz
La mirada interior se despliega y un mundo de vértigo y llama nace bajo la frente del que sueña: soles azules, verdes remolinos, picos de luz que abren astros como granadas, tornasol solitario, ojo de oro girando en el centro de una explanada calcinada, bosques de cristal de sonido, ...