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listado de poemas en audio por primeros versos letra c

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74 poemas con la letra "c"

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Los doce apóstoles mandan por Tamayo de Alejandro Aura
Caballeros sentados en el éter cantaban espasmódicas salmodias y en el gusto y color de sus melodías dibujábanse gréculas de suéter, grequillas de zigzagues como el rayo, cenefas que entreveran masallases, columnatas, ribetes, antifaces, hojitas de septiembre, enero...
Noticia de Juan Bañuelos
Cada día al llegar a la oficina Saludamos con ese ademán Dejado a la costumbre, Nos miramos la risa polvorienta, Queremos que alguien hable por teléfono Y callamos. Los días van escribiendo en nosotros, Nos sellan como actas de juzgado Y luego hablamos de ellos Como...
Cada día levanto... de Rubén Bonifaz Nuño
Cada día levanto, entre mi corazón y el sufrimiento que tú sabes hacer, una delgada pared, un muro simple. Con trabajo solícito, con material de paz, con silenciosos bienamados instantes, alzo un muro que rompes cada día. No estás para saberlo. Cuando a solas camino, cuando...
Noche proteica de Carmen Alardín
Cada hora vendrá un hombre distinto. Llegará con la voz distorsionada por el zureo de las aves y ensayará el papel de amante sobre el cuerpo fugaz de la mujer de arena. Cada hora distinta un hombre nuevo renacerá...
A tientas de Fabio Morábito
Cada libro que escribo me envejece, me vuelve un descreído. Escribo en contra de mis pensamientos y en contra del ruido de mis hábitos. Con cada libro pago un viaje que no hice. En cada página que acabo cumplo con un acuerdo, me digo adiós desde lo más recóndito, pero sin alcanzar...
A una flor inmersa de Alí Chumacero
Cae la rosa, cae atravesando el agua, lenta por el cristal de sombra en que su tallo ahoga; desciende imperceptible, clara, ingrávida, pura y las olas la cubren, la desnudan, la vuelven a su aroma, hácenla navegante por la savia que de la tierra nace y asciende temblorosa, ...
Lagarto de Jorge Fernández Granados
Camina como un dragón caído que fue despojado del fuego y de las alas. Sobreviviente de una raza de gigantes, hoy luce el agazapado apetito de la demora, el lento, hastiado zigzaguear de un pesimista. Es una piedra en el centro del desierto. Hay otro tiempo detrás de sus...
Ultimo viaje de Enrique González Martínez
Camino del silencio se ha ido. Va adelante de mí. Lleva su antorcha a salvo ya de la traición del aire. Va musitando el verso que no pudo decir la última tarde. Se perdió su sonrisa, y en sus ojos tiembla el hondo pavor del que ya sabe. Lo llamo, lo persigo. Ya no vuelve el rostro a mí para decirme: ...
Canto (II) de Mario Bojórquez
Campo de cebollas Para tu triste deambular Con la brisa bordeando Su hoja espiritual En el surco de llamas Abriéndose En la hendidura de la tierra Con su fruto amargo Su corazón de aire En el cielo apretado Su puño de miserias Decantado licor De almendras amarillas ...
Victoria es tiempo de ladrones de Jaime Augusto Shelley
Canto 10 Victoria, sí, sentido sobre la razón, madre de instinto, ser de mis espacios, fin de todos los tiempos y principio de todo lo que crece, nada y vuela, germen del fuego y de la música, memoria inamovible de la luz. Cuanto hay de cierto nace de tu risa; la esperanza son tus ojos, ...
Delicta carnis de Amado Nervo
Carne, carne maldita que me apartas del cielo; carne tibia y rosada que me impeles al vicio; ya rasgué mis espaldas con cilicio y flagelo por vencer tus impulsos, y es en vano: ¡te anhelo a pesar del flagelo y a pesar del cilicio! Crucifico mi cuerpo con sagrados enojos, y se abraza...
Antiguallas de Francisco González Léon
Casas de mi lugar que tienden a desaparecer; raras casas que aun suelo yo encontrar. Es de ver la multitud de los patios empedrados; el brocal con arcadas de ladrillo, los arriates adosados a los muros (altos muros patinados y sin brillo) y la parra que se afianza entre sus grietas, ...
Esbozo para empezar un amor de Thelma Nava
Certero, como el que apunta al corazón dorado de la uva te aposentas en mí. Preciso como el aire de junio, la infatigable luz que se adormece en la tarde o el grito del flamenco desplazando inútiles ocasos. Por ti salgo a encender la pira de los sueños y a cosechar gardenias imposibles. Las prendo...
A una estatua de Alí Chumacero
Cesa tu voz y muere sobre tus labios mi alegría. No habrá palabra que en tu piel levante ni un incierto sabor de brisa oscurecida como el recuerdo que en mis ojos deja el paso de tu aliento, porque vives inmersa en tu silencio, impenetrable a mis sentidos y si mis manos en tu piel ...
Vello de Griselda Álvarez Ponce de León
Césped infante cubre tu llanura a tornaluz tal vez rubio de paja que ahí donde la luz se resquebraja en bosque limitado se inaugura. Alfombra tierna, dime ¿de qué hondura nació la sangre que en tu piel trabaja, para que germinaras con ventaja y más seda se hiciera tu envoltura? ...
Los pájaros de Jaime Augusto Shelley
Chillaron los pájaros desorbitando su silencio de altas copas Descendieron cóndores y cuervos de aceradas plumas Cientos de voces desencajadas por la ráfaga tomaron la forma de los árboles y callaron recuperaron su silencio Sobreviene el día De: Horas ciegas, 1988
Luz de Jaime Labastida
Ciego de nacimiento, me escandaliza el tacto. Vivaldi suena en medio de la bruma y la ciudad, bella hasta su colmo, intolerable, extiende dedos hacia el mar. El ancla de la vida se estremece, el sol rebasa sus medidas y entra durísimo, convicto, entre las nubes: el más vago, el más oscuro resplandor. ...
A veces hago un viaje de Aurora Reyes
Ciego pie de tiniebla, vacilante, avanza en el desierto de mi pecho. Seguramente es el infierno. Aquí dentro, convulso, desbordando metales por mis ojos abiertos, levantando mareas de veneno, girando mariposas de cal y de ceniza; frías caricias lentas estrellando mis huesos. ...
A Circe de Julio Torri
Circe, diosa venerable! He seguido puntualmente tus avisos. Más no me hice amarrar al mástil cuando divisamos la isla de las sirenas, porque iba resuelto a perderme. En medio del mar silencioso estaba la pradera fatal. Parecía un cargamento de violetas errante...
La ciudad inocente de Thelma Nava
Ciudad antropófaga ¿por qué caminas en nosotros y te mueves como una bestia que la sombra confunde? Te desperezas en todos los habitantes que te identifican en esa cierta debilidad por el otoño, hábilmente disimulada. Nada puedes hacer cuando te derriban el último sueño...
Responso por un poeta descuartizado de Efraín Huerta
Claro está que murió como deben morir los poetas, maldiciendo, blasfemando, mentando madres, viendo apariciones, cobijado por las pesadillas. Claro que así murió y su muerte resuena en las malditas habitacionesdondeperros,orgías,vinogriego, ...
Descubrimientos de Eduardo Langagne
colón no descubrió a esta mujer ni se parecen sus ojos a las carabelas jamás hizo vespucio un mapa de su pelo nunca un vigía gritó tierra a la vista —aunque vuelan gaviotas en las proximidades de su cuerpo y en su continente se amanece cada día— a esta...
Como dicen que soy una ignorante... de Guadalupe (Pita) Amor
Como dicen que soy una ignorante, todo el mundo comenta sin respeto que sin duda ha de haber algún sujeto que pone mi pensar en consonante. Debe de ser un tipo desbordante, ya que todo produce hasta el soneto por eso con mis libros lanzo un reto burla burlando van los tres delante. ...
Sombría imagen de Alí Chumacero
Como el fúnebre aire desciende por las noches sobre los árboles, irrumpes fiel, devastadora y ciega; pueblas así de nubes y de dolientes rosas la soledad ardida del deseo y esa callada tierra de mis ojos mirando la quietud, lívida arena donde el pensamiento yace...
Como el oro, por rubio, es tu cabello... de Fernando del Paso
Como el oro, por rubio, es tu cabello. El oro y el otoño, que es su hermano, se despiden, volando, del verano y viajan, río abajo, por tu cuello. Y yo, que me robé y guardé un destello en el hueco más claro de la mano, una carta, en las hojas de un manzano te escribo con su brillo, ...
New York ticket para el muchacho de Fernando Sánchez Mayans
Como elevada llama de amor va el adolescente al encuentro de una sola esperanza. Viene de la belleza para encender la noche cuando el hombre es un aprendiz de caminante y tiene algo de paso solitario entre las ruinas. Enarbola un seno o una bandera. Por sus ojos abiertos...
Se habla de Gabriel de Rosario Castellanos
Como todos los huéspedes mi hijo me estorbaba ocupando un lugar que era mi lugar, existiendo a deshora, haciéndome partir en dos cada bocado. Fea, enferma, aburrida lo sentía crecer a mis expensas, robarle su color a mi sangre, añadir un peso y un volumen clandestinos a mi modo de estar ...
Presencia de las islas de Thelma Nava
Como un cortejo cabalgando a solas surgen de la niebla. ¿Quién alimenta su esplendor que ninguna tempestad oculta? De las islas sube algo parecido al deseo. Casa viviente en el mar las islas animales fantásticos esperan su alimento de frutos silvestres su ración de ostras. Para mi...
Como un dolor que avanza... de Octavio Paz
Como un dolor que avanza y se abre paso entre vísceras que ceden y huesos que resisten, como una lima que lima los nervios que nos atan a la vida, sí, pero también como una alegría súbita, como abrir una puerta que da al mar, como asomarse al abismo y como llegar...
Those were the days de José Emilio Pacheco
Como una canción que cada vez se escucha menos y en menos estaciones y lugares; como un modelo apenas atrasado que tan sólo se encuentra en cementerios de automóviles, nuestros mejores días han pasado de moda y ahora son escarnio del bazar...
Falsa elegía de Rosario Castellanos
Compartimos sólo un desastre lento Me veo morir en ti, en otro, en todo Y todavía bostezo o me distraigo Como ante el espectáculo aburrido. Se destejen los días, Las noches se consumen antes de darnos cuenta; Así nos acabamos. Nada es. Nada está. Entre el alzarse y el caer del párpado. ...
Chinese de Eduardo Zambrano
Con el alma en rastras. Con este ángel custodio de la conciencia aún borracho y maldiciente. Despertar sin la certeza de cuándo se largaron los sentidos ni cuándo llegó finalmente el sueño. Con el cuerpo lastimado en sus cinco puntos cardinales. Con este miedo que reaparece donde el viento ...
Romance a lo divino de Manuel Ponce
Con el libro en la mano Te amo. Con las hojas abiertas Te amo. Y los ojos cerrados Te amo. Con el sol del quinqué Te amo. Y el bosque de la radio Te amo. Me sabes a pacíficas tormentas. A palomas en fórmulas abstractas. ¡Te amo en superficies tan hondas! En láminas...
Con esta lluvia fina... de Manuel Ponce
Con esta lluvia fina me inundas la cabeza de invitaciones, citas. Y en lluvia de subida, para corresponderte, el alma...
Con flores escribes de Nezahualcóyotl
Con flores escribes, Dador de la Vida, con cantos das color, con cantos sombreas a los que han de vivir en la tierra. Después destruirás a águilas y tigres, sólo en tu libro de pinturas vivimos, aquí sobre la tierra. Con tinta negra borrarás lo que fue la hermandad, la comunidad, la nobleza. ...
El dador de la vida inventa de Poesía náhuatl
Con flores hablas, dentro de ti vive, dentro de ti escribe, inventa el Dador de la vida, el que es Dios. ¡Oh príncipe chichimeca, Nezahualcóyotl! Tlayocoya in ipalnemohua Xochitica on tlatoa mitec on nemia, mitec ya tlacuilohua, tlayocoya, in Ipalnemohua yehua teotl. ...
Rememoración (segundo tablero) de Octavio Paz
Con la cabeza lo sabía, no con saber de sangre: es un acorde ser y otro acorde no ser. La misma vibración, el mismo instante ya sin nombre, sin cara. El tiempo, que se come las caras y los nombres, a sí mismo se come. El tiempo...
Con la flor del domingo... de Jaime Sabines
Con la flor del domingo ensartada en el pelo, pasean en la alameda antigua. La ropa limpia, el baño reciente, peinadas y planchadas, caminan, por entre los niños y los globos, y charlan y hacen amistades, y hasta escuchan la música que en el quiosco...
Cosante de Octavio Paz
Con la lengua cortada y los ojos abiertos el ruiseñor en la muralla Ojos de pena acumulada y plumaje de sangre el ruiseñor en la muralla Plumas de sangre y breve llamarada agua recién nacida en la garganta el ruiseñor en la muralla Agua que corre enamorada agua con alas...
Canto (I) de Mario Bojórquez
Con la pesada llaga ya sin cuerda en el cuello Con el dogal vacío y la enhiesta pesadumbre que no implora ya más Que no tunde ya el hueso carcomido, ni la visión postrera Aquí cerca del junto Me pongo a recordar muelles del aire donde atracó la sombra de otro tiempo Me pongo a recordar ...
Los petirrojos de Alberto Blanco
Con la puesta del sol los colorines cantaron: de todos los puntos cardinales convergieron los petirrojos en la almendra. Paulatinamente llenaron con sus cuerpecitos las ramas duras y secas del otoño. Las jacarandas en tonos menores y las nubes sonrojadas después del primer ...
Con los nervios saliéndome del cuerpo... de Jaime Sabines
Con los nervios saliéndome del cuerpo como hilachas, como las fibras de una escoba vieja, y arrastrando en el suelo, jalando todavía el fardo de mi alma, cansado, todo, más que mis propias piernas, hastiado de usar mi corazón del diario, estoy sobre esta cama...
Ensalada de los tres reyes de Manuel Ponce
Con los tres reyes magos en un punto celeste, a dos mil años-luz de la noche terrestre. Habla Melchor: “Dilatad vuestro viaje, peregrinos del mundo, prolongad el camino, y no toquéis la meta. Que los pioneros leves que abren la marcha den paso a los otros subsiguientes...
De los trabajos de Juan Domingo Argüelles
Con piedras y maderas hago mi casa bajo el sol, la visto de ventanas para que el sol entre a habitarla. Cierro sus puertas luego de que ha partido el ocaso. Mi casa cruje bajo la lluvia que ha venido a mirarla. Mi casa es una tumba cálida en donde vivo yo mi muerte. ...
Pierna de Griselda Álvarez Ponce de León
Con rango de columna se levanta por cimentar mejor la arquitectura. Estípite de carne. Vestidura hasta donde termina su ágil planta. Tendido puente donde se quebranta la fortaleza en dos. Puente de altura a lo largo de la musculatura que al subir por los muslos se agiganta. Flexible...
Garabato de Octavio Paz
Con un trozo de carbón con mi gis roto y mi lápiz rojo dibujar tu nombre el nombre de tu boca el signo de tus piernas en la pared de nadie En la puerta prohibida grabar el nombre de tu cuerpo...
Del hijo de Eduardo Langagne
Construyes, hijo, tu casa. Abre todas las ventanas, deja las puertas abiertas que otras estarán cerradas. Y tus paredes esperan ser levantadas. II Si la argamasa se mezcla con las lágrimas que llores, habrá, en ladrillos y anhelos, contradicciones. Avanzarás poco a poco, tendrás...
Contigo hubiera querido compartir... de Enriqueta Ochoa
Contigo hubiera querido compartir cosas tan simples como atarte las cintas de un zapato. remendar el talón de un calcetín; tostar castañas echada al pie de tu sillón de cuero en las veladas de invierno, en que leías junto al fuego. Hacer el nudo a tu corbata, aderezarte...
Leña de Griselda Álvarez Ponce de León
Contra mi voluntad hoy me consumo alzo de puntas lívido llameo avivada en el viento del deseo, porque el verano a tu memoria sumo. Mi madera de sándalo perfumo por dar mayor deleite a tu recreo todo lo tengo en ti, nada poseo, fiereza de árbol en paisaje de humo. Córtame leñador, corta...
Esmera su respetuoso amor hablando a un retrato de Sor Juana Inés de la Cruz
Copia divina, en quien veo desvanecido al pincel, de ver que ha llegado él donde no pudo el deseo; alto, soberano empleo de más que humano talento; exenta de atrevimiento, pues tu beldad increíble, como excede a lo posible, no la alcanza el pensamiento. ¿Qué pincel tan soberano ...