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25 poemas aleatorios | |
herido busco mi país. busco tu nombre. busco la calle donde te conocí. me caían sombras. me caías. tú llorabas. me salpicabas tu tristeza. tu tristeza era como mi país. tenía árboles. animales. unos arroyos que no acababan. tu tristeza salpicaba mi país y yo nadaba con brazos y pies en mi derrota. ... | |
Tu nombre suena en mis oídos extraño y cercano como el murmullo del mar, ebrio de vida. ¿Cuál es la canción que todos cantan, cuál es la verdadera, la que viene de las minas y es tan grata a nuestro corazón como la tierra fértil, como los viejos libros de caballería... | |
La noche muere sobre una manzana rota La creación recomienza El alba crece insuperable compacta en sus disturbios El hombre pulsa la memoria abre el instante nuevo con manos transparentes Por todas partes la fantasía de ser entre las horas la proeza el grito la resurrección ... | |
Contra mi voluntad hoy me consumo alzo de puntas lívido llameo avivada en el viento del deseo, porque el verano a tu memoria sumo. Mi madera de sándalo perfumo por dar mayor deleite a tu recreo todo lo tengo en ti, nada poseo, fiereza de árbol en paisaje de humo. Córtame leñador, corta... | |
Pasaré la noche con el inmenso desiertoque hay en mí y el estar contigo. I Hay una extensión cercada por el cielo, una inmensa planicie descubierta por la luna, un campo de flores pálidas sitiadas por su propio perfume, una casa en el bosque de los grandes abetos de la noche, ... | |
Olga Lucía, su mirada, Es una puerta entreabierta al final del pasillo Y un espejo. Dentro, la imagen de una niña que duerme En posición fetal. La misma niña que desde la ventana del miedo Inventa estrellas de diversos colores Y cae la noche más triste. ... | |
El que nada se oye en esta alberca de sombra no sé cómo mis brazos no se hieren en tu respiración sigo la angustia del crimen y caes en la red que tiende el sueño. Guardas el nombre de tu cómplice en los ojos pero encuentro tus párpados más duros que el silencio y antes que compartirlo ... | |
Bajo del cielo fiel Junio corría arrastrando en sus aguas dulces fechas. Llegas de nuevo, río transparente, todo cielo y verdor, nubes pasmadas, lluvias o cabelleras desatadas, plenitud, ola inmóvil y fluente. Tu luz moja una fecha adolescente: rozan las manos formas vislumbradas, ... | |
Dice Julito que este soldadito de plomo que tiene en la mano recibió un balazo en la nuca y cuando estaba en el suelo vino una serpiente y le mordió la pierna. Éste ya no sirve, dice, y lo coloca bocabajo y le echa unos trapos sucios encima... | |
Mírame, por dios, desde lo oscuro; ahonde cada sombra de estos árboles tu recuerdo. La luna, las baldosas, los arcos de cantera; esta misma baldosa, esta cantera, esta lápida inmensa que te preserva de los vientos. Abajo la podre te acribilla. Pero ahora, mírame, por Dios, desde lo oscuro ... | |
Sin más temores ni remordimiento elevo esta plegaria al Desalmado. Él, solo, que solo es alma, me ha dado la hermosa ironía del sufrimiento de querer despertar y no despierto a olvidar lo que el destino ha olvidado. Si el fruto que me ha sido arrebatado es castigo: no hay arrepentimiento. ... | |
Era todo tan leve como el punto más liviano del sol cuando amanece. Era todo tan suave como el higo picoteado de pájaros con sueño. Era luz que se quiebra en tu sonrisa suspendiendo sus frutos en la sombra. Era todo tan tenue que cabía en un adiós o en una bienvenida. Era todo tan tuyo ... | |
Habla deja caer una palabra Buenos días he dormido todo el invierno y ahora despierto Habla Una piragua enfila hacia la luz Una palabra ligera avanza a toda vela El día tiene forma de río En sus riberas brillan las plumas de tus cantos Dulzura del agua en la hierba dormida ... | |
Señor, salva este momento. Nada tiene de prodigo o milagro como no sea una sospecha de inmortalidad, un aliento de salvación. Se parece a tantos otros momentos... Pero está aquí entre nosotros y crece como una luz amarilla de sol y de encendidos limones - ... | |
Porque no era válido salir a buscar el fuego del mar detuvimos los pasos frente a la tarde campana llamando golpeando las puertas de la ciudad abierta que aguardaba nuestra llegada en su vaivén de niebla. El sol deshecho del día atravesaba las palabras del descubrimiento de las primeras ... | |
Una piedra en el agua de la cordura abisma las coordenadas que nos sostienen entre perfectos círculos Al fondo, Pende en la sombra el hilo de la cordura entre este punto y aquél entre este punto y aquél y si uno se columpia sobre sus rombos, verá el espacio multiplicarse ... | |
Inmóvil en la luz, pero danzante, tu movimiento a la quietud que cría en la cima del vértigo se alía deteniendo, no al vuelo, sí al instante. Luz que no se derrama, ya diamante, fija en la rotación del mediodía, sol que no se consume ni se enfría de cenizas y llama equidistante. Tu salto es un segundo ... | |
A mis amigos de México Alegre el marinero en voz pausada canta, y el ancla ya levanta con extraño rumor. De la cadena al ruido me agita pena impía. Adiós, oh patria mía, adiós, tierra de amor. El barco suavemente se inclina y se remece, y luego se estremece a impulso del vapor. ... | |
Si no vienes hoy te sacaré de tu sombrero cordobés, como si fueras un palomo de alas níveas. Si no vienes hoy arrojaré tus cartas en un álamo hueco, para mirarlos destrozadas por la humedad o por los pájaros. Si hoy no regresas te diré que has muerto, que estás soñando que de mí te salvas, ... | |
Manantiales del agua ya perenne, profunda vida abierta en tus ojos. Convive en ti la tierra Poblada, su verdad numerosa y sencilla. Abre su plenitud callada, su misterio, la fábula del mundo. Hallan su vocación del Huerto, su quehacer, manos contemplativas. Estalla un mediodía nocturno, ... | |
Después de los cuerpos van las sombras Átomos dispersos que se encajan en los pisos las paredes que estallan en los bordes dilatándose vuelven y se quedan en el mediodía Van las sombras como cuerpos Los cuerpos como viento De: Horas ciegas, 1988 | |
Tu alma en mí dejó su fría imagen, sólo recuerdo de lo que vivías, y si al espejo miro y me reflejo allí encuentro tus ojos, tu silencio de cera con un reposo de apagado aliento, como si descendiendo arenas o un tropel de recuerdos sobre mi piel, con sosegado paso hacia el cristal cayeran. ... | |
La prosa es bella -dicen los lectores-. La poesía es tediosa: no hay en ella argumento, ni sexo, ni aventura, ni paisajes, ni drama, ni humorismo, ni cuadros de la época. Eso quiere decir que los lectores tampoco entienden... | |
En las últimas desgracias de España. Allá del revuelto mar Tras los secos arenales, Donde sus limpios cristales Las ondas van a estrellar, Donde en lucha singular Disputando a la Fortuna Las ciudades una a una, De sus guerreros el brío, Mostraron su poderío La cruz y la media luna; ... | |
No veo tu sonrisa entre mis labios apurar la prolongada espera en tu abandono de luciérnaga a la noche; sólo tengo asida entre mis brazos la inexpresable lucha de penetrar en el bosque sin fondo de tu sueño que empieza en la penumbra. Sólo el afán de arañar las escamas de la tierra ... | |
