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25 poemas aleatorios

 

   Me siento fuera de sentido...

   Nezahualcóyotl

primeros versos

Me siento fuera de sentido, lloro, me aflijo, cuando pienso, digo y recuerdo: ¡Oh, si nunca yo muriera, oh, si nunca desapareciera! ¡Allá donde no hay muerte, allá donde se alcanza la victoria, que allá yo fuera! ¡Oh, si nunca yo muriera, oh, si nunca desapareciera!... ...

 

   Postigo

   Efraín Bartolomé

primeros versos

Llaman a la puerta Es de noche y están tumbando la puerta Todos duermen Duerme la oscuridad El viento inmenso inmensamente duerme su inmenso sueño Duerme la noche Duermen las estrellas Pero en mi casa llaman con una piedra enorme que golpea iracunda...

 

   Un albañil llega a su casa

   Juan Bañuelos

primeros versos

Un albañil ) ( llega a su casa. Mírenme. Estoy borracho. 0 estoy casi borracho. Descalzo. Amanece. Remordimiento Recién llegado al aguardiente. Ahora sabemos que una piedra sin sonido Pesa en nuestras ropas. Acato lo que me dice mi madre. No estoy seguro pero es...

 

   Carpe diem

   Manuel Ponce

primeros versos

Antes de que la vida se consuma sumando en islas de verdor los años, contad uno por uno sus escaños: porque el tiempo nomás es una suma. Antes de que la rosa infiel asuma descoloridos síntomas extraños, lo efímero gozad de sus engaños: porque la rosa es nada más...

 

   En perseguirme, mundo, qué interesa...

   Sor Juana Inés de la Cruz

primeros versos

Quéjase de la suerte: insinúa su aversión a los vicios y justifica su divertimiento a las Musas ¿En perseguirme, mundo, qué interesas? ¿En qué te ofendo, cuando sólo intentoponer bellezas en mi entendimiento y no mi entendimiento en las bellezas?Yo no estimo tesoros ni riquezas,y así, ...

 

   Tríptico sentimental

   José Juan Tablada

primeros versos

Loro idéntico al de mi abuela, funambulesca voz de la cocina del corredor y de la azotehuela. No bien el sol ilumina, lanza el loro su grito y su áspera canción con el asombro del gorrión que sólo canta El josefito... De la cocinera se mofa colérico y gutural, y de paso apostrofa ...

 

   Siéntate ahí...

   Francisco Hernández

primeros versos

Siéntate ahí, sobre esa piedra, la más blanca, a la entrada de la casa en ruinas. Abre las piernas. Así. Ahora sube la izquierda al escalón, el menos claro, y permite al rebozo acomodarse en la rodilla. ¿Te quitaste el cinturón de castidad como te lo pedí? Sonríe sin mirar a la cámara...

 

   El silencio

   José Emilio Pacheco

primeros versos

La silenciosa noche. Aquí en el bosque no distingo rumores, no, de ninguna especie. Los gusanos trabajan. Los pájaros de presa hacen lo suyo (seguramente). Pero no escucho nada. Sólo el silencio que da miedo. Tan raro, tan raro, tan escaso se ha vuelto en este mundo ...

 

   Del origen

   Juan Domingo Argüelles

primeros versos

Tiembla el hielo del sol y la calle se llena con su rojez. El aire se congela y es piedra. En la mitad del día el corazón se agolpa y la sangre levanta su torrente de espuma. Caen, lentas, las nubes calcinadas y comienzan a rodar en la vereda. El mundo aquí es el principio del mundo, ...

 

   Vuelvo a ti soledad...

   Carlos Pellicer

primeros versos

Vuelvo a ti, soledad, agua vacía, agua de mis imágenes, tan muerta, nube de mis palabras, tan desierta, noche de la indecible poesía. Por ti la misma sangre —tuya y mía— corre el alma de nadie siempre abierta. Por ti la angustia es sombra de la puerta que no se abre de noche...

 

   Ala que no vuela

   Efraín Bartolomé

primeros versos

Para Gertrude Duby I Aquí la selva Larga la soledad con que nos nutre Hora de lentos pies donde el puñal se hunde Raíz de luna helada sus venenos más fuertes Aquí el árbol anclado en el asombro: lagunas congregadas al silbo de serpientes...

 

   Julito (2)

   Jaime Sabines

primeros versos

Mamá, tengo la barriga llena de hambre, dice. Y la mamá ríe y le trae la leche. Al rato, ya dormido, se sobresalta y mueve los brazos y las piernas. La mano de la madre le acaricia la espalda, se queda quieto. En su plácido rostro el corazón descansa...

 

   Gota a gota...

   Salvador Novo

primeros versos

Gota a gota acendró —hiel y ambrosía— su vino el Tiempo. Trémula sorpresa depara al labio férvido que besa —crátera de oro— milagroso día. Espumas elevó con alegría embriagador minuto de belleza. Apuramos, extinta su pavesa, la desazón de la melancolía. Áurea...

 

   Canción de diciembre

   Alberto Blanco

primeros versos

Qué voluntad de permanencia la de este viejo pirú desabrigado que contra toda ley se sostiene de pie sobre el asfalto. Ya tiene seco el tronco pero tenaz ocupa el espacio y el tiempo, meciendo la breve ...

 

   Ondas muertas

   Manuel Gutiérrez Nájera

primeros versos

En la sombra debajo de tierra, donde nunca llegó la mirada, se deslizan en curso infinito silenciosas corrientes de agua. Las primeras, al fin, sorprendidas, por el hierro que rocas taladra, en inmenso penacho de espumas hervorosas y límpidas saltan. Mas las otras, en densa ...

 

   Ante un cadaver

   Manuel Acuña

primeros versos

¡Y bien! aqui estás ya... sobre la plancha donde el gran horizonte de la ciencia la extensión de sus límites ensancha. Aqui donde la rígida experiencia viene a dictar las leyes superiores a que está sometida la existencia. Aqui donde derrama sus fulgores ese astro a cuya luz desaparece la distinción ...

 

   Que te acaricie yo, tus pechos, ave...

   Fernando del Paso

primeros versos

Que te acaricie yo, tus pechos, ave, como rezar las cuentas de un rosario. Y que mi amor badajo y campanario te lo repique yo, que yo te clave. Que sean mis manos, de tus muslos, llave. Tu rosa, de mis dedos, relicario, y en su fronda la lengua de un canario con mi lengua, la sal, que yo te lave. ...

 

   Palabras, frases, sílabas...

   Octavio Paz

primeros versos

Palabras, frases, sílabas, astros que giran alrededor de un centro fijo. Dos cuerpos, muchos seres que se encuentran en una palabra. El papel se cubre de letras indelebles, que nadie dijo, que nadie dictó, que han caído allí y arden y queman y se apagan. Así pues, existe...

 

   Septiembre negro

   Leticia Luna

primeros versos

Yo pisaré las calles nuevamente de lo que fue Santiago ensangrentado y en una vieja plaza liberada me sentaré a cantar por los ausentes.Pablo Milanés Cuando el terror de un avión explote en grito vacío de Las Torres y la tierra viuda se sacuda el luto y sólo escombros habiten su vientre ...

 

   El día separado por sus sombras...

   Homero Aridjis

primeros versos

El día separado por sus sombras por las cosas quietas en un orden extraño por el ruido que arranca la mirada del verde en que vivía avanza ligero en el misterio de un vuelo que se propaga entre más sube erigido por el ademán diverso como una torre de luz y de ceniza profundo...

 

   Hierba

   Eduardo Zambrano

primeros versos

Aprendí de los clásicos a no esperar nada de nadie y todo lo que en el misterio se madura... probarlo. Ya no soy jardín, pero aún hay algo de hierba después de los cuarenta años. Frutos salvajes porque ni el árbol de la vida ni el del conocimiento, volvieron a crecer. ...

 

   Nocturno sueño

   Xavier Villaurrutia

primeros versos

Abría las salas profundas el sueño y voces delgadas corrientes de aire entraban Del barco del cielo del papel pautado caía la escala por donde mi cuerpo bajaba El cielo en el suelo como en un espejo la calle azogada dobló mis palabras Me robó mi sombra la sombra cerrada ...

 

   A una flor inmersa

   Alí Chumacero

primeros versos

Cae la rosa, cae atravesando el agua, lenta por el cristal de sombra en que su tallo ahoga; desciende imperceptible, clara, ingrávida, pura y las olas la cubren, la desnudan, la vuelven a su aroma, hácenla navegante por la savia que de la tierra nace y asciende temblorosa, ...

 

   Voz de mis soledades (I)

   Elías Nandino

primeros versos

Estoy solo en el grito inesperado que lanzo en mi sabor de oscuridades para llenar de voz mis soledades y revivir mi ser deshabitado. Mi cuerpo se atormenta, desolado, en una larga sombra de crueldades y el pensamiento rueda en tempestades de presencia de infierno exasperado. ...

 

   A mis versos

   Salvador Díaz Mirón

primeros versos

Insensibles a fiestas y grimas y con alas de luz de centellas, pero esquivos a cautas doncellas, difundíos por gentes y climas. No sois gemas inmunes a limas y con lampos de fijas estrellas, Sino chispas de golpes y mellas y ardéis lascas de piedras de simas. Pero hay siempre valer en las rimas. ...