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25 poemas aleatorios | |
¡Tan-tan! ¿Quién es? Es el Diablo, es una espesa fatiga, un ansia de trasponer estas lindes enemigas, este morir incesante, tenaz, esta muerte viva, ¡oh Dios! que te está matando en tus hechuras estrictas, en las rosas y en las piedras, en las estrellas ariscas y en la carne que se gasta ... | |
Salen los poemas del útero del alma a su debido tiempo. (¿Salen del alma?) Hay hombres con tres almas o con cinco preñadas incesantemente por el silbato de las locomotoras o las alas del ángel. Se muere el hombre y sus almas sobreviven un tiempo como... | |
Qué hago con mi corazón? ¿Lo dejo que siga inquieto? ¿Lo impugno duro? ¿Lo reto? ¿Lo incluyo en esta canción? Cuando toda su expresión es separarse de mí y hacer todo para sí sin ni siquiera... | |
Como el viento nace del fuego su vuelo atraviesa el firmamento saeta en llamas dominio perfecto de los cielos. En ocasiones su trayecto atraviesa el sendero de los ángeles pero sus alas no se tocan, jamás se tocan. De: Tramontana Poema proporcionado por la autora | |
Recuerdo el paraje del aire donde se guardan las cartas perdidas, las palabras que decimos, cuando pasa un tren, seguros de no ser oídos, y los globos de colores que el cielo va deshaciendo, bolas de caramelo cada vez más pequeñas, hasta ser sólo un punto en su boca azul, y luego nada, ... | |
Esa mañana de luz encrucijada lo vivido del polen, el ansia en convulsión y un abrazo que parece ser el último, dejaban cristalinas casi transparentes veladuras en el desasosiego del lecho tendido entre las flores. No se mide un instante ni dura en precisión más o más. No existe, tampoco, ... | |
Al viejo primate, las nubes de incienso; al héroe, los himnos; a Dios, el inmenso de bosques y mares solemne rumor; al púgil que vence, la copa murrina; al mártir, las palmas; y a ti, la heroína, las hojas de acanto y el trébol en flor. Hay versos de oro y hay notas de plata; mas busco, ... | |
Tu voz Vibración de espacio sellado no me ata a la luz de la noche Nada dice del viajepor los siete cielos ni sobre los círculos del mar Distante como erupción de diáspora batalla para unir las puntas de la hora Los pies no se han desprendido pero los ojos hace mucho pisaronlas arenas de Odiseo ... | |
Tus ojos son azules como el cielo, el cielo es una diáfana mentira, la mentira, una garza que suspira por besar a una estrella a medio vuelo. La estrella es un secreto de tu pelo, tu pelo es una llama que delira, y la llama un espejo en que se mira con la lengua de fuera, un toro en celo. El toro, ... | |
Mi casa no tiene muros, tiene certezas. Mi casa no tiene puertas ni ventanas, tiene amaneceres. Mi casa no tiene techos ni vigas, tiene designios. Mi casa está deshabitada, soy un vagabundo. (De: Reincidencias) | |
Igual que roca o rosa, renacemos y somos como aroma o sueño tumultuoso en incesante amor por nuestro duelo; fugitivos sin fin que el rostro guardan, mudos cadáveres precipitados a una impasible tempestad; y morimos en nuestras propias manos, sin saber de agonías, ... | |
Yo tenía un hermano mayor; era siempre cinco años más amable y más sereno; quería un escritorio y un caballo y una manera nueva de contar los sueños y una mina de azúcar, de seguro. Le gustaba leer y razonaba, a veces era tierno con las cosas pero yo nunca vi que fuera... | |
Hombre de mar como una ola Viene y se va... De: Del mundo y otros cielos. 2004 | |
Yo no tengo memoria para las cosas que pergeño. Las olvido con una torpe facilidad. Y se despeña mi prosa por abismos fascinantes, y los versos esfuman su tozudez como si nada. A veces ni siquiera recuerdo los favores de la bastarda musa pasajera, ni los ayes nerviosos del... | |
Tu nombre ¡o mar! en mi interior resuena; despierta mi cansada fantasía: conmueve, engrandece al alma mía, de entusiasmo férvido la llena. Nada de limitado me comprime, cuando imagino contemplar tu seno; aludo, melancólico y sereno, o frente augusta; tu mugir sublime. Serás ¡oh mar! ... | |
En las catorce redes del soneto año tras año, penas y alegrías urdí, con hilo tenue de los días, a su apagado sístole sujeto. A gotas decantado su secreto, en arcas encerráronse vacías esperanzas, anhelos, cobardías —signo precario—, mínimo amuleto. Clama el Invierno... | |
Yo soy un punto muerto en medio de la hora, equidistante al grito náufrago de una estrella. Un parque de manubrio se engarrota en la sombra, y la luna sin cuerda me oprime en las vidrieras. Margaritas de oro deshojadas al viento. La ciudad insurrecta de anuncios luminosos ... | |
Disculpe usted, Fernando, su Persona de múltiples poetas, Simulación, amaño, sin duda es fingimiento literario. Usted pensaba, creo, que al tener en la sombra la poesía Que hicieron acuciosos heterónimos, podría aclararse entonces ... | |
Puse las manos donde mis guantes querían, puse el rostro donde mi antifaz podía revelármelo; mi única hazaña ha sido no ser verdadero, mentir con la conciencia de que digo la verdad, mirar sin aspavientos mi existencia, desfigurada por lo que la hace vivir, rodeada por lo que tiene de centro, ... | |
La fruta Dame ese racimo de uvas negras, niña, dame ese racimo. El antojo Una chiquita en pantalón vaquero, su boquita en francés; al sur del Ecuador la verdad es al revés. Las piernas largas, la cadera angosta, su nalguita alzada; en el Perú yo no soy nada. Con sus ojitos... | |
Dejo en su tumba unas cuantas palabras húmedas y silenciosas como un gato. Para la tumba de Anaïs Nin. Para su pelo que nunca conocí y sus muslos que un día fueron hermosos,lo aseguro. Para sus sueños donde solía hablar despacio en lo redondo de una oreja, ... | |
Como el bosque tiene tanta flor oculta, parece olorosa la luz de la luna. Como el cielo tiene tanta estrella oculta, parece mirarnos la noche de luna. Como el alma tiene su música oculta, ¡parece que el alma llora con la luna!... | |
Como abandonados huérfanos, habitantes del olvido, mis viejos zapatos repasan todavía su historia desde el recinto de las añoranzas y lo inservible. ¿Cuántas aún lágrimas tendrán por decir? Oh tan míos mis sufridos zapatos ejemplos de mi sinamor. Muchas veces huir quise ... | |
Tras el dolor, el cambio, ese signo celeste de la gloria traza el sendero más firme el más difícil. la ruta de los astros para siempre, camino de sangre y soledad. Sólo la redención puede lavarnos del veneno en el espejo estéril soledad amortajada. Tras el dolor, ... | |
Antes de conocerte te adiviné Sedúcelo. Abrázalo apretado y cántale derecho. Relata una sensualidad exuberante y hazle creer que le incumbe su exacto desempeño. Dile que tus ojeras son memoria del harem no tu desvelo, tu edad (menos tu insomnio y sus delirios). Llévalo a una función de media ... | |
