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25 poemas aleatorios

 

   La mesa

   Fabio Morábito

primeros versos

A veces la madera de mi mesa tiene un crujido oscuro, un desgarrón difuso de tormenta. Una periódica migraña la tortura. Sus fibras ceden, se descruzan, buscan un acomodo más humano. Es la madera que recuerda...

 

   Del mundo y otros cielos

   Maricruz Patiño

primeros versos

¿Quién sabrá que mi herida esuna gran hendidura del cielo,que encierra dentro las palabrasque yo destinaba a la sombra?Tahar Ben Jelloum I Los tonos cambian entre la noche y el alba Recuerdos niños, vagabundos Donde me siento a deletrear el océano II Este rayo de luz naciente ...

 

   Cumpleaños

   Eduardo Langagne

primeros versos

Acuden hoy mis treinta y tres años para exigirme que los recuerde a todos. Cuánto me conocen: han sabido de mí toda la vida. Algunos me reclaman por haberlos gastado inútilmente. Otros piensan que exageré en aquellas cosas tristes. Los más habrían querido no escribir: ...

 

   Los pájaros

   Jaime Augusto Shelley

primeros versos

Chillaron los pájaros desorbitando su silencio de altas copas Descendieron cóndores y cuervos de aceradas plumas Cientos de voces desencajadas por la ráfaga tomaron la forma de los árboles y callaron recuperaron su silencio Sobreviene el día De: Horas ciegas, 1988

 

   Esta barca sin remos es la mía...

   Carlos Pellicer

primeros versos

Esta barca sin remos es la mía. Al viento, al viento, al viento solamente le ha entregado su rumbo, su indolente desolación de estéril lejanía. Todo ha perdido ya su jerarquía. Estoy lleno de nada y bajo el puente tan sólo el lodazal, la malviviente ruina del agua y de su platería. ...

 

   Venus suspensa

   Rafael López

primeros versos

Tu presencia en mi sombra se divulga como el vuelo de un pájaro escarlata con el que un pardo atardecer comulga. Y tu alegría matinal desata un sonoro esplendor sobre mi vida; es una esquila de cristal y plata que, en silencio de muerte sacudida, me lleva del pavor del Viernes Santo ...

 

   Pero el vaso en sí mismo no se cumple... (Muerte sin fin)

   José Gorostiza

primeros versos

Pero el vaso en sí mismo no se cumple. Imagen de una deserción nefasta ¿qué esconde en su rigor inhabitado, sino esta triste claridad a ciegas, sino esta tentaleante lucidez? Tenedlo ahí, sobre la mesa, inútil. Epigrama de espuma que se espiga ante un auditorio anestesiado, ...

 

   Memoria

   José Carlos Becerra

primeros versos

He vuelto al sitio señalado, a tu rastro de aguas amargas; el atardecer ha caído al fondo del mar como un pecho muerto y una campana da la hora cubriéndome de espuma. Vuelvo a ti, el otoño y el grillo se unen en la victoria del polvo. Vuelvo a ti, vuelves a la caída, al primer acto. ...

 

   ayer escuché una canción...

   Rogelio Guedea

primeros versos

ayer escuché una canción que se parecía mucho a tu cuerpo. o sea que estuve triste de adioses toda la noche. de ausencias. estuve triste porque la canción no terminaba y era como tu cuerpo. a veces me pregunto cómo pudiste aparecer a tan altas horas de mi dolor. me pregunto ...

 

   Tu nombre, poesía

   Gilberto Owen

primeros versos

Y saber luego que eres tú barca de brisa contra mis peñascos; y saber luego que eres tú viento de hielo sobre mis trigales humillados e írritos: frágil contra la altura de mi frente, mortal para mis ojos, inflexible a mi oído y esclava de mi lengua. Nadie me dijo el nombre de la rosa, ...

 

   Que tanto y tanto amor se pudra, oh dioses...

   Eduardo Lizalde

primeros versos

Que tanto y tanto amor se pudra, oh dioses; que se pierda tanto increíble amor. Que nada quede, amigos, de esos mares de amor, de estas verduras pobres de las eras que las vacas devoran lamiendo el otro lado del césped, lanzando a nuestros pastos las manadas de hidras y langostas ...

 

   A una estatua

   Alí Chumacero

primeros versos

Cesa tu voz y muere sobre tus labios mi alegría. No habrá palabra que en tu piel levante ni un incierto sabor de brisa oscurecida como el recuerdo que en mis ojos deja el paso de tu aliento, porque vives inmersa en tu silencio, impenetrable a mis sentidos y si mis manos en tu piel ...

 

   Salón de baile

   Alí Chumacero

primeros versos

Música y noche arden renovando el espacio, inundan sobre el cieno las áridas pupilas, relámpagos caídos al bronce que precede la cima del letargo. De orilla a orilla flota la penumbra siempre reconocible, aquella que veían y hoy miramos y habrán de contemplar en el dintel...

 

   Vuelta

   Octavio Paz

primeros versos

Voces al doblar la esquina voces entre los dedos del sol sombra y luz casi líquidas Silba el carpintero silba el nevero silban tres fresnos en la plazuela Crece se eleva el invisible follaje de los sonidos Tiempo tendido a secar...

 

   Una sirena eterna (IV)

   Isolda Dosamantes

primeros versos

El arquero agita la cuerda y se enternece al ver la piel en espiral, el arquero mira los párpados de la gacela inconsciente, apuntala la flecha: su piel es cuerda de la que surge la vibración certera que desgarra el silencio con tonos agudísimos. Sus pestañas, al deslizarse por el rostro, ...

 

   Romanticismos

   Francisco González Léon

primeros versos

Viejas cajitas de música, viejas cajitas de laca, cuya tapa en rectángulo decora la quietud de una pérgola, o la prez de los cármenes de Aranjuez: Cajas de música de las que ya no vienen ahora. Todo un mecanismo demodado: un peine de acero, un cilindro que gira, y sobre la mecánica ...

 

   Criaturas para la recién casada (La higuera)

   Jorge Esquinca

primeros versos

Está desde siempre. Antes que la casa fuese siquiera un pensa- miento. Ha crecido desmadejada y aérea, nutriéndose de linfas sub- terráneas. Como una madre vegetal, una madre joven, sibilina, fecunda, ampara el gorjeo sexual de los gorriones en un rincón del patio ...

 

   Viento

   Griselda Álvarez Ponce de León

primeros versos

¡Qué fantasma es el tuyo! Qué presencia derrama exacto cuando lo convoco: reconstruye tu olor, tus pasos, toco la superficie de tu residencia. ¡Qué forma de copiarme tu apariencia! Qué completo tu abrazo si lo evoco y cómo se disuelve poco a poco en esta larga noche de la ausencia. ...

 

   Camécuaro

   Atenógenes Segale

primeros versos

Salve, la alberca azul, nido de fuentes que en medio de antiquísimos sabinos dilata de sus aguas transparentes la soñolencia y el color divinos. Las raíces lamiendo con molicie de los troncos tan altos como viejos, extiendes tu serena superficie, que forma aquí y allá rotos espejos. ...

 

   Eso me basta

   Amado Nervo

primeros versos

Este libro tiene muchos precedentes, tantos como gentes habrán sollozado por un bien amado, desaparecido, por un gran amor extinguido. Tal vez muchos otros lloraron mejor su dolor que yo mi inmenso dolor, quizá (como eran poetas mayores) había en sus lágrimas muchos más fulgores... ...

 

   Del árbol

   Eduardo Langagne

primeros versos

Entre las ramas del árbol veo un pobre gorrión perdido que tiembla bajo la lluvia si arrecia el frío. Tiembla cuando el viento exige, porque no hay hembra y no hay nido. Tiemblan de viento...

 

   Rendición

   Luis G. Urbina

primeros versos

Te quiero porque en tu alma vive el germen de ternura infinita, como diáfana gota de rocío sobre una flor marchita; te quiero porque he visto doblegarse tu espléndida cabeza; porque sé bien que en medio de la orgía te invade la tristeza; porque has pasado por la senda estrecha en los grandes ...

 

   Una sirena eterna (VII)

   Isolda Dosamantes

primeros versos

El cazador deja libre a la presa: la ventana, la puerta, la reja de par en par, reciben el aire fresco y la luz cegadora del invierno. Selección del poemario inédito UN GRITO EN EL ARCA de Isolda Dosamantes

 

   Contradicciones ideológicas al lavar un plato

   Kyra Galván

primeros versos

Entre el Yin y el Yang ¿cuántos eones? Julio Cortázar Contradicciones ideológicas al lavar un plato. ¿No? Y también quisiera explicar por qué me maquillo y por qué uso perfume. Por qué quiero cantar la belleza del cuerpo masculino. Quiero aclararme bien ese racismo que existe ...

 

   Geografía familiar

   Enzia Verduchi

primeros versos

La familia sólo coincide en bodas o entierros, los parientes se reparten estrechos abrazos, retoman una conversación nunca concluida: las mismas preguntas, las mismas respuestas; como si el domingo hubieran compartido la mesa o el miércoles se prestaran el hilo dental. ...