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25 poemas aleatorios | |
Esta hoja arrebatada a una corona que la fortuna colocó en mi frente entre el aplauso fácil e indulgente con que el primer ensayo se perdona. Esta hoja de un laurel que aún me emociona como en aquella noche, dulcemente, por más que mi razón comprende y siente que es un laurel que el mérito ... | |
Hay quienes temen perder la eternidad en un momento. otros pierden todos los días el momento al resguardo de la eternidad. Dos sectas. Dos abismos paralelos. Pero qué se puede salvar de los salvos sino el excremento. Y qué se puede salvar del excremento si no es un tufo de bondad. ... | |
Me vio como se mira al través de un cristal o del aire o de nada. Y entonces supe: yo no estaba allí ni en ninguna otra parte ni había estado nunca ni estaría. Y fui como el que muere en la epidemia, sin identificar, y es arrojado a la fosa común. De: Poesía no eres tú | |
Poner un pie en la tierra me llevaría sin duda al fin del mundo; un pasito tras otro, conectando el alma al alma, como cuando no podía entrar a la escuela y me echaba a caminar embelesado. Me parece sin embargo que es mía la última hora de esta tarde. La transparencia... | |
Te enterramos ayer. Ayer te enterramos. Te echamos tierra ayer. Quedaste en la tierra ayer. Estás rodeado de tierra desde ayer. Arriba y abajo y a los lados por tus pies y por tu cabeza está la tierra desde ayer. Te metimos en la tierra, te tapamos con tierra ayer. Perteneces a la tierra... | |
Miró Celia una rosa que en el prado ostentaba feliz la pompa vana y con afeites de carmín y grana bañaba alegre el rostro delicado; y dijo: goza, sin temor del Hado, el curso breve de tu edad lozana, pues no podrá la muerte de mañana quitarte lo que hubieres hoy gozado; ... | |
A veces (y no trates de restarle importancia diciendo que no ocurre con frecuencia) se te quiebra la vara con que mides, se te extravía la brújula y ya no entiendes nada. El día se convierte en una sucesión de hechos incoherentes, de funciones que vas desempeñando por inercia y por hábito. ... | |
No es el mar menor que esta ola escapada del grupo en que venía, tenía espuma, vuelo, asunto, y se detuvo donde menos aprecio y duración tendría. ¿A mis pies una ola? ¿Qué tengo yo que que mi amistad procura? Ya ni siquiera olor la identifica, ya sólo es humedad... | |
Carne de la fiebre diminuta donde el rencor olvida, tierra al fin donde medra el regocijo austero del amor, cien veces herida por la eternidad, larva fugitiva, cien veces cien más en el centro de un insaciable sabor. No me acompañes a la muerte, carne, extingue mi semilla, ... | |
La silenciosa noche. Aquí en el bosque no distingo rumores, no, de ninguna especie. Los gusanos trabajan. Los pájaros de presa hacen lo suyo (seguramente). Pero no escucho nada. Sólo el silencio que da miedo. Tan raro, tan raro, tan escaso se ha vuelto en este mundo ... | |
En el rigor del vaso que la aclara, el agua toma forma ciertamente. Trae una sed de siglos en los belfos, una sed fría, en punta, que ara cauces en el sueño moroso de la tierra, que perfora sus miembros florecidos, como una sangre cáustica, incendiándolos, ay abriendo en ellos] ... | |
Este íntimo tono de plácida dulzura en que la luz deambula desnuda por la tierra El sol niño que asoma su rostro sobre el lago Los millares de flores amarillas danzando A lo lejos la leve línea azul de las colinas: ala del cielo añil lamiendo el agua... | |
Ad aeternam un hombre y un perro semejante a un caballo de oro; dos guerreros como esculpidos por el polvo; un rey y un yelmo donde el sol reverbera; una reina blonda cautiva tras un muro que rodea afiladas fortalezas. Ad aeternam una imagen vagarosa, que no toma forma definida ... | |
1 Consagro a su memoria este Retablo: Un lucero nos guía hasta el establo Donde su numen Niño Dios de cera Junto al asno y al buey del Nacimiento, Que humildad y potencia diéranle con su aliento De Reyes y pastores los tributos espera. Pues las ... | |
Cuando en tus manos soy espiga rota me cortas el oxígeno en la boca de ahogarte con mis labios mejores. Libérame las manos necesito sacarte de mi carne. Mujeres de carne y verso. Antología poética femenina en lengua española del siglo XX. ... | |
Si tú me dices | |
Herido está de muerte, vacilante Y con el paso torpe y mal seguro Apoyo busca en el cercano muro Pero antes se desploma palpitante. El que en rico palacio deslumbrante Manchó el ambiente con su aliento impuro, De ajeno hogar en el recinto oscuro La negra eternidad mira delante. Se extiende ... | |
Nada. Que no se puede decir nada. Déjenme hablar ahora; no es posible. Quiero decir que eso, que lo otro, que todo aquí me tiene muerto, medio muerto, llorando. Porque nos pasa a veces, nos sucede que el mundo -no sólo el mundo- se complica, se amarga... | |
Hay en tu boca la luz de un hálito que resplandece Desde tus ojos más cercano es el horizonte Un canto alegre mi sueño canta para tu boca Renace el mundo vivos mis ojos en tu mirada Poema proporcionado por el autor | |
Como duerme la chispa en el guijarro y la estatua en el barro, en ti duerme la divinidad. Tan sólo en un dolor constante y fuerte al choque, brota de la piedra inerte el relámpago de la deidad. No te quejes, por tanto, del destino, pues lo que en tu interior hay de divino sólo surge merced... | |
Por el silencio sigues embriagada y sonámbula Detrás de los espejos se desnuda tu nombre Difusa entre las lámparas es mortal tu pupila Naciendo con el día llevas un luto largo de vasijas y cuerpos Tu revelación no cesa nunca en la noche sin huellas Al fondo de tu voz que niega hay otra voz ... | |
Otra vez en tu fondo empezó eso… Abre sus ojos ciegos el gemido, se agita en ti, exigente y sumergido, emprende su agonía sin regreso. Yo te siento luchar bajo mi peso contra un dios gutural y sordo, y mido la hondura en que tu cuerpo sacudido se convulsiona... | |
-Hallarás en el bosque mansa fuente que, al apagar tu sed, copie tu frente. Dijo, y le respondí: -No tengo antojos de ver más fuente que tus dulces ojos; sacian ellos mi sed; son un espejo donde recojo luz y el alma dejo... -Escucharás, entonces, los latidos del gran bosque ... | |
Este poema no es un film. Por eso no ven la playa ni una adolescente que se moja los pies. Ni su piel asoleada, morena. No es un video. Por ello no está grabada la sonrisa de la madre que cuida a su pequeño en la arena. No verán la carrera de esos dos jovencitos hacia el sol. Sólo... | |
Con piedras y maderas hago mi casa bajo el sol, la visto de ventanas para que el sol entre a habitarla. Cierro sus puertas luego de que ha partido el ocaso. Mi casa cruje bajo la lluvia que ha venido a mirarla. Mi casa es una tumba cálida en donde vivo yo mi muerte. ... | |
