25 poemas aleatorios | |
Quién desteje el amor Ése es quien me desteje No es nadie El amor se deshace solo Como la trenza del río destrenzada en el mar No estoy de amor tejido Estoy tejido de tejerlo De sacar de mis íngrimos telares Este despótico trabajo Eternamente abandonando el fleco que se aleja ... | |
Mi ser gris te redime De tu bella cadena de contrastes Mi lenta fuerza gris Mi fluido peso extenso Tu vida que se atrasa Cosechando tus huellas Belleza cuesta arriba Y teje para luego Tu vida y yo cuchicheamos Un escalón abajo de tus ritos Soy la alegría de una luz de un gris ... | |
A Benjamín Anaya Cruzaré por tu calle como por tu cuerpo con un poema desnudo de toda enciclopedia quién soy yo para nombrar tu claridad en un amanecer que se sonroja boca de mirlo con sed y sin abrigo Para ti no tengo coartada, ni gloria, ni infinito no tengo amaneceres, ... | |
¿Palabras? Sí, de aire, y en el aire perdidas. Déjame que me pierda entre palabras, déjame ser el aire en unos labios, un soplo vagabundo sin contornos que el aire desvanece. También la luz en sí misma se pierde. | |
Allá va la hierba que creció sin tocar tierra. Va la que no conoció el lodo ni el seco craquelar sin lluvia. Pasa en flor, sobre la ráfaga. Pasa silbante. Blandida o aventada como arma o herramienta. No sabe pesar porque nunca ha pesado. Al volar no duerme ni descansa. Hierba sin... | |
Éste es un perro. Una creiatura que se ignora. No sabe que pertenece a una clase -de cosa o bestia-, ignora que la palabra perro no lo designa a él en especial: cree que se llama perro, cree que se llama hombre, cree que se llama ven , cree que se llama muerde . | |
Torvo fraile del templo solitario que al fulgor nocturno lampadario o a la pálida luz de las auroras desgranas de tus culpas el rosario... ¡Yo quisiera llorar como tú lloras! Porque la fe en mi pecho solitario se extinguió, como el turbio lampadario entre la roja luz de las auroras, y mi vida es un fúnebre ... | |
un gancho de hierroy se jala, su expansión lo desmiente al subirel agua que lo chorrea lo mueve de loshilos de su salida al escenario en el muelle los curiosos miraban ese bulto donde los ojos de todos esperaban el pasadizo extraviado del cuerpo gota a gota ... | |
Has muerto, camarada, en el ardiente amanecer del mundo. Has muerto. Irremediablemente has muerto. Parada está tu voz, tu sangre en tierra. Has muerto, no lo olvido. ¿Qué tierra crecerá que no te alce? ¿Qué sangre correrá que no te nombre? ¿Qué voz madurará... | |
A filo de la luz siempre hacia adentro debajo del torrente subterráneo en el espejo cedido por la claridad fundirse con los sueños abandonar el día y en el último latido viajar perderlo todo dejar hasta la sombra mirar las playas sumergidas las rocas certezas inauditas a la orilla ... | |
Las piernas sostenían el galope de animal luchando contra el aire: corre, corre, muchacha. Tanto mar para una isla, laderas por recorrer, tanto cielo sobre la bruma. Desde Dun Laoghaire se escucha ese golpe de agua y se desborda el índigo en las landas de la península de Dingle: ... | |
Antes de morir, la vida se te vuelve fácil como cuando en un empleo aprendes la estrategia y a la hora siguiente te despiden. Algunas horas antes de morir te sientes libre. Perdiste ya los brazos entre máquinas. Impregnaste tus penas en los muros antiguos. Te quitaste la capa... | |
Tu nombre repetido por las calles Tu boca Tu paso que no es nocturno ni de aurora Tu voz Sólo tu ser creciendo en las esquinas Tu tiempo... tus alianzas Ahora sentada en espiral Después el humo. Selección: Guido Ferrer | |
Quería y no quería. Quería con su piel y con sus uñas, con lo que cambia y cae; negaba con sus vísceras, con lo que de sus vísceras no era aserrín, con todo lo que latía y sangraba en sus entrañas. Quería ser él y el otro. Siamés partido a la mitad, buscaba la columna de hueso para asirse, ... | |
Este desánimo eterno y pegajoso, esta intransigente búsqueda perfecta de ti. Ya no hay lunes malhumoradosni eufóricos viernesni domingos depresivos. Ni siquiera soy simétrica como los miércolesni me parezco al aburrido jueves. Debería inventar otros nombres a los días, ... | |
Un nuevo hogar es huerto florecido de jazmines, y lirios, y azahares, entre cuyas alburas estelares se estremece el amor, como un latido. Surge de cada flor, de cada nido un verso del Cantar de los Cantares y pasan, del Hermón por los pinares, suspirando los vientos un gemido. De Galaad ... | |
Pasas por el abismo de mis tristezas como un rayo de luna sobre los mares, ungiendo lo infinito de mis pesares con el nardo y la mirra de tus ternezas. Ya tramonta mi vida; la tuya empiezas; mas, salvando del tiempo los valladares, como un rayo de luna sobre los mares pasas... | |
Los jardines allá contra el ocaso desnudan ya sus pies entre las sombras. Bajo el sol de la tarde yo distiendo mis miembros como un dulce animal oscurecido. Entre las altas hojas, la luz de las promesas; yo la miro volar, tranquilo como un rey. Un día seré pobre inexpresablemente, ... | |
Certero, como el que apunta al corazón de la uva te aposentas en mí. Preciso como el aire de junio, la infatigable luz se adormece en la tarde o el grito del flamenco despedazando inútiles ocasos. Por ti salgo a encender la pira de los sueños y a cosechar gardenias imposibles ... | |
No la noche. Ni el telegrama urgente. Ni las ojeras grises. Ni las plazas en llamas. El amor es un lirio y es un poco de espuma. Es un silencio blanco enmedio de unos clavos que tratan de fijarlo sobre la eternidad. De: Entreacto | |
Quitar la carne, toda, hasta que el verso quede con la sonora oscuridad del hueso. Y al hueso desbastarlo, pulirlo, aguzarlo hasta que se convierta en aguja tan fina, que atraviese la lengua sin dolencia aunque la sangre obstruya la garganta. | |
Bajo las rotas columnas, entre la nada y el sueño, cruzan mis horas insomnes las sílabas de tu nombre. Tu largo pelo rojizo, relámpago del verano, vibra con dulce violencia en la espalda de la noche. Corriente oscura del sueño que mana entre las ruinas y te construye de nada: ... | |
Cada mañana, al despertar, resucitamos; porque al dormir morimos unas horas en que, libres del cuerpo, recobramos la vida espiritual que antes tuvimos cuando aún no habitábamos la carne que ahora nos define y nos limita, y éramos, sin ser, misterio puro en el ritmo total ... | |
Hoy he visto pasar a una mujer con su carga de siglos en la frentey la niebla del olvido en la mirada. Un atril de inconclusas partituras guarda voces de ciudades invisibles en mis labios se teje interminable un rosario de preguntas.(vuelos de luzbosquejos de la sangre) ... | |
Las horas, su intangible pesadumbre, su peso que no pesa, su vacío, abigarrado horror, la sed que expío frente al espejo y su glacial vislumbre, mi ser, que multiplica en muchedumbre y luego niega en un reflejo impío, todo, se arrastra, inexorable río, hacia la nada, sola certidumbre. ... |