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25 poemas aleatorios | |
Pronto será un texto vivo se alza y ya es una palabra La letra balbucea y se convierte en música La mujer se llena de gozo El hombre da a luz una Letra La mujer lame El hombre ronronea La mujer lo atrapa en el pulgar del Cielo El hombre resbala por el índice del Tiempo ... | |
Para el amor no hay cielo, amor, sólo este día; este cabello triste que se cae cuando te estás peinando ante el espejo. Esos túneles largos que se atraviesan con jadeo y asfixia, las paredes sin ojos, el hueco que resuena de alguna voz oculta y sin sentido. Para el amor no hay tregua, amor. ... | |
I Mi flama no alcanzó tu fuego para despertar en espejo de sal. Batí palmas, destrenzé mi pelo y el amanecer fue tal como otros, sólo escuché el diálogo de la fuente sosiega en contraste con mi interior. II Pusé en tu mano un cuarzo, retorné sola, te dejé el tiempo para que volvieras. ... | |
¡Amigos míos, poneos de pie! Desamparados están los príncipes, yo soy Nezahualcóyotl, soy el cantor, soy papagayo de gran cabeza. Toma ya tus flores y tu abanico ¡con ellos ponte a bailar! Tú eres mi hijo, tú eres Yoyontzin. Toma ya tu cacao, la flor del cacao, ¡que sea ya bebida! ... | |
para Carmen Boullosa Que no le sirvan otra cosa, no foca, no cazón, tonina, tanto animal del agua. A la sirena hay que pedirla con cabeza. Más importante aun que el ajo, el estragón, pimienta y sal; antes de ponderar el cuerpo que Alavesa le otorga a sus riojas, ... | |
Un amarillo estar de otoño al día. Sus olvidadas comunicaciones abrieron los antiguos corazones que junio en otros junio exprimía. Triunfos de corporal idolatría desnudan sepulcrales posesiones. Las perlas, amargadas, las acciones atléticas, vejada fantasía. ¿En dónde estás, eterna... | |
No dejes, pero no impidas, que se vaya el colibrí. (Del libro de reciente aparición Estrella oída, coeditado por El Aduanero y la UAM Azcapotzalco.) | |
Como amar como verde amar y las lagunas, sin sentir y sin sentido. Como amar profundo tibio y cielo, sin pasión y sin medida. Como amar incandescente y tardío, desentrañable y cronológico. Como amar repetitivo y poético, recurrente y sin amor, esa es tu forma: mi mar. | |
Llego con la cabeza de vigilia, pura luz acosada, trashumante, luz originaria, vegetal, vengo con las manos adelgazadas de nupcial vértigo de mayo, del sueño lustral de la sed mordida, de las constelaciones primeras. Vengo del cristal más fijo de la tierra, de la insumisión irreductible de la llama. ... | |
Meridies Rojo, desde el cenit, el sol caldea. La torcaz cuenta al río sus congojas, medio escondida entre las mustias hojas que el viento apenas susurrando orea. La milpa, ya en sazón, amarillea, de espigas rebosante y de panojas, y reveberan las techumbres rojas en las vecinas casas de la aldea. ... | |
Manantiales del agua ya perenne, profunda vida abierta en tus ojos. Convive en ti la tierra Poblada, su verdad numerosa y sencilla. Abre su plenitud callada, su misterio, la fábula del mundo. Hallan su vocación del Huerto, su quehacer, manos contemplativas. Estalla un mediodía nocturno, ... | |
La tabaquera de mi tío Jacinto: de aquel mi tío abuelo a quien yo conocí de rapazuelo... Tabaquera que encontrarme suelo junto al estuche de peluche y broche que enmarca una belleza de mujer, en el azogue viejo de un primitivo Daguer grabado sobre un espejo. Tabaquera de negra goma ... | |
Piedras que inútilmente pule el tiempo. Muro entre dos distancias levantado que nada cubre ya, porque lo cubren la destrucción, la hierba, acaso el viento. Puerta cerrada de un jardín que nunca ha existido o yace entre sus ruinas. Muro de polvo: siglos que se yerguen contra el paso de nadie, bajo... | |
Amor, fuera olvidarte como perder los ojos, cegar frente a los verdes más claros de la vida, caer en el invierno con un sueño encerrado sepultando los brotes de la flor del prodigio. Desconocer las formas que anidaron el tacto, ignorar la sonrisa que prepara la aurora en los húmedos labios terrenales; ... | |
Descorro las cortinas de la noche y entra el rumor de Tuxtla hasta el cuarto de hotel donde como una cicatriz del aire arde el recuerdo de tu cuerpo La limpieza perfecta del espejo me devuelve una imagen incompleta borrosa... | |
¿Qué cosa más blanca que cándido lirio? ¿Qué cosa más pura que místico cirio? ¿Qué cosa más casta que tierno azahar? ¿Qué cosa mas virgen que leve neblina? ¿Qué cosa más santa que el ara divina de gótico altar? ¡De blancas palomas el aire se puebla; con túnica blanca, tejida de niebla, ... | |
Gracias, Señor, porque me diste un año en que abrir a tu luz mis ojos ciegos; gracias porque la fragua de tus fuegos templó en acero el corazón de estaño. Gracias por la ventura y por el daño por la espina y la flor; porque tus ruegos redujeron mis pasos andariegos a la dulce quietud de tu rebaño. ... | |
De amor, puesto antes en sujeto indigno, es enmienda blasonar del arrepentimiento Cuando mi error y tu vileza veo, contemplo, Silvio, de mi amor errado, cuán grave es la malicia del pecado, cuán violenta la fuerza de un deseo. A mi mesma memoria apenas creo que pudiese caber ... | |
El arquero es el amante taciturno, el pañuelo es su lengua, recorre cada pie con la paciencia de un escribano cuando le dictan la carta decisiva; los tobillos, las piernas, las caderas en las que el hombre pierde el sentido, enloquece; cierra la puerta para ser fiebre y otra vez abre sus fauces. ... | |
La sombra fue siempre la sombra el halo que tu imagen me dejaba. Desterrado de mi paraíso libre por fin de tí de tus congéneres emerge finalmente tu verdadero rostro. ¡Cuánto afecto, mi Dios, desperdiciado! De: Los pasos circulares | |
Me dueles. Mansamente, insoportablemente, me dueles. Toma mi cabeza, córtame el cuello. Nada queda de mí después de este amor. Entre los escombros de mi alma búscame, escúchame. En algún sitio mi voz, sobrevive, llama, pide tu asombro... | |
Pienso, mi amor, en ti todas las horas del insomnio tenaz en que me abraso; quiero tus ojos, busco tu regazo y escucho tus palabras seductoras. Digo tu nombre en sílabas sonoras, oigo el marcial acento de tu paso, te abro mi pecho y el falaz abrazo humedece en mis ojos las auroras. ... | |
Hay un motivo, unas gotas de lluvia un cigarro y un jazz para olvidar las nubes de un cielo que no es mío. El saxofón que trae recuerdos de comidas cubanas con palmeras y brisa, las plantas y las yerbas del trópico las risas de los niños que juegan con granizos que aquí no existen. ... | |
En algún lugar estas lejos de la lluvia posada por las calles lejos de todo lo que llamábamos cuando era primera vez y la nombramos partida y nos quedamos en espera ojos de tantos años ciudad a fuerza que nadie quiso olvidar para intentar hacer de nosotros otras estatuas ... | |
Un salmo cadencioso peina el bosque De raya en medio: la luz solar sobre las hojas y el abrigo de la sombra en un costado. Hay un eco ancestral en la salmodia de los pinzones reales: el otoño tiene sus plumas propias y el color de los corazones que se despiden. ... | |
