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25 poemas aleatorios

 

   Pierna

   Griselda Álvarez Ponce de León

primeros versos

Con rango de columna se levanta por cimentar mejor la arquitectura. Estípite de carne. Vestidura hasta donde termina su ágil planta. Tendido puente donde se quebranta la fortaleza en dos. Puente de altura a lo largo de la musculatura que al subir por los muslos se agiganta. Flexible...

 

   In memoriam

   Balvino Dávalos

primeros versos

Arrasados de lágrimas los ojos, solíame decir: Cuando me muera no vayas presto a mi sepulcro, espera al claro mes de los claveles rojos. Entonces habrá pájaros y flores y brisas olorosas a tomillo, y esplenderán las lápidas con brillo de lucientes cristales de colores. ...

 

   Vesperal

   Francisco A. de Icaza

primeros versos

El pastor su rebaño en el redil encierra y del prado brumoso viene una voz lejana: es aguda en la esquila y grave en la campana. . . Una niebla de ensueño se extiende por la tierra. . . El cobre del ocaso se funde en rojo brillo, y luego es amaranto, es pálido violeta, es sombra y es silencio. . ...

 

   A través

   Octavio Paz

primeros versos

Doblo la página del día, escribo lo que me dicta el movimiento de tus pestañas.* Entro en ti, veracidad de la tiniebla. Quiero las evidencias de lo obscuro, beber el vino negro: toma mis ojos y reviéntalos.* Una gota de noche sobre la punta de tus senos: enigmas del clavel.* ...

 

   La forma de tu ausencia

   Homero Aridjis

primeros versos

Ni un momento he dejado de ver en este cuerpo la forma de tu ausencia, como una esfera que ya no te contiene. Pero dos cosas constantes te revelan, te tienen de cuerpo entero en el instante, y son la cama y la mesa de madera, hechas a la medida del amor y del hambre ...

 

   Diálogo

   Francisco González Léon

primeros versos

Los mismos sitios y las mismas calles. Días como tirados a cordel , tan lisos y tan sin detalles. Cual el tic-tac de un reloj isócrona la vida, y monótono el latir del corazón. El propio sol adormilado y yerto echado como un perro junto al huerto; las mismas puertas en los mismos quicios; ...

 

   El aula

   Renato Leduc

primeros versos

El maestro de griego nos decía: Las palabras macularon su antigua pureza. Las palabras fueron antes más bellas... Las palabras... Y la voz del maestro se quedaba prendida de una tela de araña. Y un muchacho con cara de Hamlet repetía: Palabras... Palabras... Palabras... ...

 

   Prisma

   Manuel Maples Arce

primeros versos

Yo soy un punto muerto en medio de la hora, equidistante al grito náufrago de una estrella. Un parque de manubrio se engarrota en la sombra, y la luna sin cuerda me oprime en las vidrieras. Margaritas de oro deshojadas al viento. La ciudad insurrecta de anuncios luminosos ...

 

   Tus lindes: grietas que me develan

   Coral Bracho

primeros versos

We must have died alone, a long long time ago.D.B. Has pulsado has templado mi carne en tu diafanidad, mis sentidos (hombre de contornos levísimos, de ojos suaves y limpios); en la vasta desnudez que derrama, que desgaja y ofrece; (Como una esbelta ventana al mar; ...

 

   La lluvia tenaz

   Manuel Ponce

primeros versos

La lluvia está cayendo sobre los tejados. Aún no cantan los gallos. No hay gallos. No estoy en el campo. No importa: La lluvia está cayendo sobre los tejados. Ya no hay tejados a diez kilómetros a la redonda. Todo es más granítico, más duro; los muros de concreto; las calles, de...

 

   Máscaras del alba

   Octavio Paz

primeros versos

A José Bianco Sobre el tablero de la plaza se demoran las últimas estrellas. Torres de luz y alfiles afilados cercan las monarquías espectrales. ¡Vano ajedrez, ayer combate de ángeles! Fulgor de agua estancada donde flotan pequeñas alegrías ya verdosas, la manzana podrida de un deseo, ...

 

   Día domingo

   Alejandro Aura

primeros versos

Te tomaré descalza en día domingo, te santificaré, te haré feliz. Andaremos rodando por la casa —le pondremos alfombras— y correremos las cortinas para que entre el sol. Tomaremos cerveza y nos bañaremos. A la hora de comer encenderemos el radio y con las noticias...

 

   Estancias en el desierto

   Aurora Reyes

primeros versos

I ESTANCIA EN EL PRIMER INFINITO Ardiente, nueva luz abre mis ojos. Renace adulta la infantil mirada. Crecen los ecos de tu poblada ausencia, presente y encendida en la distancia. A la espalda del cielo se desnudan las sombras. Brota su lirio el día. ...

 

   Entre la noche y el día

   Alejandro Aura

primeros versos

Entre la noche y el día ¡qué misterio, carajo, qué misterio! Urna cerrada de la luz, ábreme las compuertas. Vengo del huracán, hollado por los escombros: partes de coche, conservas, esqueletos tranquilos, ramas, callejones oscuros para que dos se presenten...

 

   Don de Heráclito

   José Emilio Pacheco

primeros versos

Pero el agua recorre los cristales musgosamente: ignora que se altera lejos del sueño todo lo existente. Y el reposo del fuego es tomar forma con su pleno poder de transformarse. Fuego del aire y soledad del fuego al incendiar el aire que es de fuego Fuego es el mundo ...

 

   Muérdagos furiosos retintaron los árboles...

   Víctor Sandoval

primeros versos

Muérdagos furiosos retintaron los árboles. Hubo una llamarada en cada objeto. La misma inquieta llama compartida por los amantes frente a sí ante la suave y lenta tela que desciende hasta que al fin, noche de luna, desnuda como un dedo ensortijado, renaces desde siempre: ...

 

   Romance poblano

   Manuel Ponce

primeros versos

Ante la urna que guarda los restos de Fray Sebastián de Aparicio. Aquí yace, de aquí sube en su calesa de vidrio, pues era de sal y nieve, Fray Sebastián de Aparicio. Alivio de caminantes y confesor de los lirios, príncipe de carreteros y emperador del silbido. Su cuerpo cristalizado se hace...

 

   Inscripciones

   José Emilio Pacheco

primeros versos

Piedras que inútilmente pule el tiempo. Muro entre dos distancias levantado que nada cubre ya, porque lo cubren la destrucción, la hierba, acaso el viento. Puerta cerrada de un jardín que nunca ha existido o yace entre sus ruinas. Muro de polvo: siglos que se yerguen contra el paso de nadie, bajo...

 

   Pasaje

   Octavio Paz

primeros versos

Más que aire más que agua más que labios ligera ligera Tu cuerpo...

 

   Décimas glosadas

   Guillermo Prieto

primeros versos

Pajarito corpulento, Préstame tu medecina Para curarme una espina Que tengo en el pensamiento, Que es traidora y me lastima. Es de muerte la aparencia Al dicir del hado esquivo; Pero está enterrado vivo Quien sufre males de ausencia. ¿cómo hacerle resistencia a la juerza del tormento? ...

 

   Mi padre

   Juan de Dios Peza

primeros versos

Yo tengo en el hogar un soberano, único a quien venera el alma mía; es su corona su cabello cano, la honra su ley y la virtud su guía. En lentas horas de miseria y duelo, lleno de firme y varonil constancia, guarda la fé con que me habló del cielo en las horas primeras de mi infancia. La amarga ...

 

   Iré a Sao Paulo un día

   Fabio Morábito

primeros versos

Naciste en la ciudad más industrial de América Latina, en sus afueras que te han hecho arisca y alérgica al domingo, enfrente de los prados que cruzan los obreros con sus viandas, callados por el frío, para alcanzar el metro. Cuando llegó el momento de caminar con ellos codo a codo, el prado tuvo...

 

   El cuchillo

   Octavio Paz

primeros versos

El cuchillo es un pájaro de yelo. Cae, puro, y el aire se congela como en silencio el grito se congela, al filo de un cabello se adelgaza la sangre suspendida y el instante en dos miradas lívidas se abre... Mundo deshabitado, cielo frío donde un cometa gris silva y se pierde. ...

 

   Parábola de la inconstante

   Rosario Castellanos

primeros versos

Antes cuando me hablaba de mí misma, decía: Si yo soy lo que soy Y dejo que en mi cuerpo, que en mis años Suceda ese proceso Que la semilla le permite al árbol Y la piedra a la estatua, seré la plenitud. Y acaso era verdad. Una verdad. Pero, ay, amanecía dócil como la hiedra A asirme a una pared ...

 

   Por una bufanda perdida

   Fayad Jamís

primeros versos

Aquella bufanda color de oro viejo que me había acompañado a vivir durante tres años la miseria la gloria de la luz el amor la soledad de las calles estrechas como ataúdes y todos los instantes que el agua va grabando con líneas verdosas en la frente de las estatuas ...