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25 poemas aleatorios | |
Volver a una patria lejana, volver a una patria olvidada, oscuramente deformada por el destierro en esta tierra. ¡Salir del aire que me encierra! y anclar otra vez en la nada. La noche es mi madre y mi hermana, la nada es mi patria lejana, la nada llena de silencio, la nada llena de vacío, ... | |
Las voces, oigo las voces cantando en medio del diluvio canciones dulces con el crujir de las vigas que se mecen. Es la lluvia que da sueño, la alabanza del mar cuya paciencia levanta barcos. El canto es bello, pero la violencia que el oro y las ricas maderas suscitan ... | |
Cierra los ojos y a oscuras piérdete bajo el follaje rojo de tus párpados. Húndete en esas espirales del sonido que zumba y cae y suena allí, remoto, hacia el sitio del tímpano, como una catarata ensordecida. Hunde tu ser a oscuras, anégate la piel, y más, en tus entrañas; ... | |
Ahora que mis manos apenas logran palpar dúctilmente, como llegando al mar de lo ignorado, este suave misterio que me nace, túnica y aire, cálida agonía, en la arista más honda de la piel, junto a mí mismo, dentro, ahí donde no crece ni la noche, donde la voz no alcanza a pronunciar ... | |
¡Qué pase la luz! ¡que pase! mientras la algarabía amaga el aire explotando en luces de colores hay una fiesta y es la de la virgen (mas el día está sumido en una vasta niebla) el ladrido de los perros, los pájaros invisibles y el grito helado de un niño que pide una toalla convergen en el silencio ... | |
Dime mujer dónde escondes tu misterio mujer agua pesada volumen transparente más secreta cuando más te desnudas cuál es la fuerza de tu esplendor inerme tu deslumbrante armadura de belleza dime no puedo ya con tantas armas mujer sentada acostada abandonada ... | |
Una tarde con árboles, callada y encendida. Las cosas su silencio llevan como su esquila. Tienen sombra: la aceptan. Tienen nombre: lo olvidan. | |
Duerme velero, mi velerito, duerme niño marinero, marino de lo infinito. En los brazos de María el niño Dios se adormece como barco en la bahía cuando en el mar amanece. Impelido por los vuelos de cefirillos alados, abrió surcos, rompió yelos de mares paralizados. Duerme, velero, mi... | |
El mediodía en la calle, atropellando ángeles, violento, desgarbado; gentes envenenadas lentamente por el trabajo, el aire, los motores; árboles empeñados en recoger su sombra, ríos domesticados, panteones y jardines transmitiendo programas musicales... | |
Muero, entre muero y no muero esponja de sinsabor, sin el maduro dolor enroscado del madero. No en el instante mejor del náufrago y el lucero cuando en la oquedad del cero finca el más allá de por. Sino en sorda sima impura, mi muerte de porque sí que expansa voz que se lanza. Ni le... | |
I En la sombra de la vida, que es una sola, alta, profunda y misteriosa cae un eco de destinos imposibles. La humanidad anda sin aliento, cautiva, rompiendo sus silencios. Llega el viento, trae su rostro, su espejo, ánimo de flor en tierra. El alba nace en la comisura de sus labios, ... | |
Y el reptil era mujer contra la mujer vive en el espejo de mundos donde la que se ve es la misma que se niega su lengua enrosca masculinas formas en adormecida voluntad acecha tras el árbol a otras hembrashasta alejarlas de sus adanes devaluados De: Tarde en el tiempo ... | |
Señor, salva este momento. Nada tiene de prodigo o milagro como no sea una sospecha de inmortalidad, un aliento de salvación. Se parece a tantos otros momentos... Pero está aquí entre nosotros y crece como una luz amarilla de sol y de encendidos limones - ... | |
La nave de la China que llegó a Acapulco le trajo a la noble Marquesa de Uluapa un cofre de laca color de vainilla; y ornado de alados dragones dorados y de extrañas flores, unos dos tibores. Pero a mi me trajo algo que es mejor: a mi me ha traído olvido de amor. ... | |
Musa en alcahaz toca a mitad de lo que fluye; pues la otra, enrarecida, va en efusión, si no divina, sí en exterior extendido, en vuelo. Hasta los codos, todavía hay poesía. Un paso más, y aleando... | |
Y si supieras sólo la mitad de lo que le he contado hoy a mi alma, ya no protegerías mis pupilas del gusano del mundo, ni serpearías entre largas sombras de lirios y ventanas. Yo no he lanzado la primera piedra ni he construido flotas vengativas por conquistar el mar; Pero yo en cambio, | |
La torcaza volaba y tú la contemplabas. Era luz en la luz del mediodía, calor en el calor de la mañana, aire en el aire y tú la contemplabas. Tú la veías y eras libre, porque la libertad de ver se aprende, porque ser libre de mirar se aprehende como el río a cantar aprende de los pájaros. ... | |
Quédate callado y solo: casi todo sobra y huelga. De la rama el fruto cuelga y la rosa del pecíolo, no a efectos del querer sólo, sino a la inerte ceguera que la visión exagera en alcance y en sentido; y lo que cantas dormido es tu canción verdadera. Quédate solo y callado: casi todo huelga ... | |
Música y noche arden renovando el espacio, inundan sobre el cieno las áridas pupilas, relámpagos caídos al bronce que precede la cima del letargo. De orilla a orilla flota la penumbra siempre reconocible, aquella que veían y hoy miramos y habrán de contemplar en el dintel... | |
Te enterramos ayer. Ayer te enterramos. Te echamos tierra ayer. Quedaste en la tierra ayer. Estás rodeado de tierra desde ayer. Arriba y abajo y a los lados por tus pies y por tu cabeza está la tierra desde ayer. Te metimos en la tierra, te tapamos con tierra ayer... | |
Esta tarde, mi bien, cuando te hablaba, como en tu rostro y tus acciones vía que con palabras no te persuadía, que el corazón me vieses deseaba; Y Amor, que mis intentos ayudaba, venció lo que imposible parecía: pues entre el llanto, que el dolor vertía, el corazón deshecho destilaba. Baste ya ... | |
Este perfume intenso de tu carne, no es nada más que el mundo que desplazan y mueven los globos azules de tus ojos, y la tierra y los ríos azules de las venas que aprisionan tus brazos. Hay todas las redondas naranjas en tu beso de angustia, sacrificado al borde de un huerto ... | |
La victoria de la playa Girón. Boceto para una cantata (fragmentos) | |
EL PUEBLO ANUNCIA Donde cayó mi hermano se levanta la patria. Donde cayó mi hermano se levanta el futuro. Del puño de mi hermano saldrá un árbol y en ese árbol cantarán los días y junto a su tronco crecerán los niños, los invencibles héroes del futuro. Del pecho de mi hermano saldrá un río ... | |
Me duele verte vivir sentir el río de tu cuerpo lleno de barcos y arrecifes. Me duele ver que te desangras lejos de la virtud de los geranios, lejos de las encinas que todavía no plantamos. Me duele verte encender las luces de Bengala sólo para alumbrar los siete mares y sentir cómo organizas ... | |
Hombre de mar como una ola Viene y se va... De: Del mundo y otros cielos. 2004 | |
