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25 poemas aleatorios

 

   Mejor que el vino

   José Emilio Pacheco

primeros versos

Quinto y Vatinio dicen que mis versos son fríos. Quinto divulga en estrofas yámbicas los encantos de Flavia. Vatinio canta conyugales y grises placeres. Pero yo, Claudia, no he arrastrado tu nombre por las calles y plazas de Roma. Y el pudor y la astucia me obligan a guardar tales...

 

   La doctrina del fuego

   Luis Alberto Arellano

primeros versos

Habrá Dios enfurecido y marcando las cartas lanzado su fúrica mano sobre la mesa sin importarle demasiado los comensales y otros reunidos para el pokarito que han dicho ese Alberto qué calamidad mira que perder con tercia en un lugar de mala muerte y mirando a Dios ...

 

   Al árbol que hay en medio de los pueblos

   Rosario Castellanos

primeros versos

Por caminos de hormigas traje el pie del regreso hasta este corazón de alto follaje trémulo. Ceiba que disemina mi raza entre los vientos, sombra en la que se amaron mis abuelos. Bajo tus ramas deja que mi canto ...

 

   Mina 1004

   Jeannette Lozano

primeros versos

Arder, yo vi a mi abuela arder. Agosto. Chihuahua, 1956. Ella ardió, su fuera y su dentro, ardió en la calle Mina 1004. Vi a mi padre envolverla en una sábana, el colchón ardía; las cortinas, la alfombra, su vestido ennegrecieron. Todo lo recogió. No hagan ruido, su madre está cansada . ...

 

   Cuando nos hayamos contemplado...

   Julio Arturo Vargas

primeros versos

Cuando nos hayamos contemplado la melancolía será flor en los puños mirada que pierde origen de primera mano para explicar este dolor. Nos hemos dejado facilidad de ojos al cielo sin entender que la verdadera inocencia sería terminar aquí la vida. ...

 

   Descubrimientos

   Eduardo Langagne

primeros versos

colón no descubrió a esta mujer ni se parecen sus ojos a las carabelas jamás hizo vespucio un mapa de su pelo nunca un vigía gritó tierra a la vista —aunque vuelan gaviotas en las proximidades de su cuerpo y en su continente se amanece cada día— a esta...

 

   El muerto

   Salvador Díaz Mirón

primeros versos

Como tronco en montaña venido al suelo. Frente grandiosa y limpia, soberbia y pura. Negras y unidas cejas, con la figura del trazo curvo y fino que marca el vuelo De un pájaro en un croquis que apunta un cielo. Nariz igual a un pico de halcón albura de canas. El abeto, ya sin verdura, dio en tierra ...

 

   Alondras que mueren deslumbradas (I) (El Cazador...)

   Jorge Fernández Granados

primeros versos

El cazador sabe el truco para apresar a las alondras: Cubre una mediana esfera con espejos y la sostiene de la rama más alta de un árbol. Cuando la luz la toca la esfera es una flor de agujas luminosas y somete la borrosa voluntad, el fuego sutil de las alondras. Entonces ...

 

   Tres de Lorca

   Marisa Trejo Sirvent

primeros versos

a Joaquín Vásquez Aguilar. Tardes en que el teléfono pregunta por consabidas náyades arteras . Ramón López Velarde. Te gustaba leer Con voz pausada Aquellos poemas Esos Los preferidos Tres de Lorca Algunos de Vallejo Siempre Miguel Hernández ...

 

   Abril en Velda Dairy

   Margarito Cuéllar

primeros versos

Al norte de Tallahassee está Velda Dairy. En Velda Dairy se extinguieron las vacas. En Velda Dairy, cuando la noche asombra el rostro de los pinos, suceden cosas extrañas. Habitan pacíficamente cocodrilos y ardillas, alebrijes y patos, ranas y pescados. No es temporada ...

 

   Turner´s landscape

   José Emilio Pacheco

primeros versos

Hay demasiada primavera en el aire. El excesivo fasto augura la pobreza. Nadie puede guardar unos segundos de esta tarde para alumbrarse en el invierno (yo oigo la impugnación de las hormigas). El campo de Inglaterra es un jardín ilimitado. Quién escandalizará a tanta...

 

   Tu grupa blanca y ciega se mueve...

   Tomás Segovia

primeros versos

Tu grupa blanca y ciega se remueve Bajo la seriedad de las caricias Tu inquieta grupa zalamera Entrevero de fiebres y de fríos Tu grupa de molicie inaplacada Nudo vivaz y obtuso de tu cuerpo En el coloquio a oscuras de las pieles Le prestamos al mundo nuestra carne Para que inscriba ...

 

   El artista (I)

   Oscar Oliva

primeros versos

Por 1656 Diego Rodríguez de Silva y Velásquez se pinta en un lienzo frente a su caballete ejecutando los retratos de Felipe IV y de doña Mariana que se reflejan en el espejo del fondo Doña María Agustina Sarmiento, menina de la infanta doña Margarita, le ofrece en una...

 

   Y tu poética

   Gilberto Owen

primeros versos

Primero está la noche con su caos de lecturas y de sueños. Yo subo por los pianos que se dejan encendidos hasta el alba; arriba el día me amenaza con el frío ensangrentado de su aurora y no sabré el final de ese nocturno que empezaba a dibujarme, ni las estrellas me dirán cuál fue, ...

 

   Rincón del extranjero

   Jaime García Terrés

primeros versos

Esconde la plegaria salvaje de tus ojos, tentaciones en flor. Mas di, muchacha, ¿dónde puedo morar en esta tierra? De blandas latitudes vengo; mi país desconoce los suelos calcinados, el ávido prestigio sobre cada tumba. Por mi cuerpo resbala savia diferente. ¿Amar aquí? ¿Sembrar...

 

   Deseo de raíces

   Sergio Cordero

primeros versos

Dichoso el árbol que es apenas sensitivoRubén Darío Esta mañana algo se detuvo y muy a pesar mío espero en un sillón, deseoso de raíces. Quiero sentirme árbol no para dormir ni para morir menos -bastaría con echar a la basura mi endeble filosofía de la vida-; simplemente ...

 

   Elegía frente al río

   Efraín Bartolomé

primeros versos

Las once de la noche y el trópico descansa de un combate feroz contra sí mismo Vuelan nocturnas mariposas torpes Hiende la luz el agua Canta un sapo en la sombra que parte en dos la noche: denso muro de grillos Y estoy aquí sin tus libros a mano...

 

   Posesión

   Efrén Rebolledo

primeros versos

Se nublaron los cielos de tus ojos, y como una paloma agonizante, abatiste en mi pecho tu semblante que tino el rosicler de los sonrojos. Jardín de nardos y de mirtos rojos era tu seno mórbido y fragante, y al sucumbir, abriste palpitante las puertas de marfil de tus hinojos. ...

 

   No quiero, pese a todo...

   Fabio Morábito

primeros versos

No quiero, pese a todo, muros gruesos, tan gruesos que no oiga el silencio de los otros, hecho de algunas voces y ruidos que se filtran por los muros, avisos de la vida que transcurre al lado, abajo, arriba, en contra mía; quiero unos muros que me aíslen levemente, contar con el silencio...

 

   Me pregunto

   Tomás Segovia

primeros versos

Me pregunto y no entiendo tendrías que ser tú quien lo explicara me pregunto por qué a veces esta piedra en la dentadura que no deja salir a gusto mis palabras cuando se disponen confiadas a brotar hacia ti a correr más frescas que las cascadas de agua tan frescas...

 

   Detente sombra

   Sor Juana Inés de la Cruz

primeros versos

Detente, sombra de mi bien esquivo, imagen del hechizo que más quiero, bella ilusión por quien alegre muero, dulce ficción por quien penosa vivo. Si al imán de tus gracias, atractivo, sirve mi pecho de obediente acero, ¿para qué me enamoras lisonjero si has de burlarme luego ...

 

   Cerezas

   Ramón Xirau

primeros versos

Rojas las cerezas, rojo el claustro iluminado de vidas limpias. Claridad. ¿El sol, cántico de fuego? Rojas las cerezas— todo luz, todo mar todo claustro.

 

   Qué costumbre tan salvaje...

   Jaime Sabines

primeros versos

¡Qué costumbre tan salvaje esta de enterrar a los muertos!, ¡de matarlos, de aniquilarlos, de borrarlos de la tierra! Es tratarlos alevosamente, es negarles la posibilidad de revivir. Yo siempre estoy esperando a que los muertos se levanten...

 

   La utopía siempre

   Nohemí Sosa

primeros versos

Un día dejé de soñar álamos de anhelar hombres de rasgos geométricos de atemorizarme con fantasmas incandescentes Dí vuelta a la página inicié un nuevo capítulo Ahí encontré a la injusticia que rompió mi nube rosa ahora sueño menos y anhelo más vencerla para hacer posible ...

 

   El ruiseñor

   Manuel José Othón

primeros versos

Oid la campanita, cómo suena, el toque del clarín, cómo arrebata, las quejas en que el viento se desata y del agua el rodar sobre la arena. Escuchad la amorosa cantilena de Favonio rendido a Flora ingrata y la inmensa y divina serenata que Pan modula en la silvestre avena. Todo eso hay ...