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25 poemas aleatorios

 

   Garabato

   Octavio Paz

primeros versos

Con un trozo de carbón con mi gis roto y mi lápiz rojo dibujar tu nombre el nombre de tu boca el signo de tus piernas en la pared de nadie En la puerta prohibida grabar el nombre de tu cuerpo...

 

   Mudanza

   Salvador Díaz Mirón

primeros versos

Ayer, el cielo azul, la mar en calma y el sol ignipotente y cremesino, y muchas ilusiones en mi alma y flores por doquier en mi camino. Mi vida toda júbilos y encantos, mi pecho rebosando de pureza, mi carmen pleno de perfume y cantos y muy lejos, muy lejos, la tristeza. ...

 

   Manual de herejía

   Luis Alberto Arellano

primeros versos

Muere el 28 de agosto de 430 estando la ciudad sitiada desde junio por los vándalos de Genserico Aurelius Agustinus de Hipona Señor de los excesos y lengua de arena Tantas lágrimas guardaba Agustín para dios Tantas voces dejó escuchar quien confiesa a fin de cuentas que ha sufrido, ...

 

   Mariposa

   Coral Bracho

primeros versos

Como una moneda girando bajo el hilo de sol cruza la mariposa encendida ante la flor de albahaca.

 

   Ya verás

   Manuel Acuña

primeros versos

DOLORA (IMITACIÓN) Goza, goza, niña pura, Mientras en la infancia estás; Goza, goza esa ventura Que dura lo que una rosa. -Qué, ¿tan poco es lo que dura? -Ya verás niña graciosa, ya verás. Hoy es un vergel risueño La senda por donde vas; Pero mañana, mi dueño, Verás abrojos en ella. ...

 

   la llama viva de san juan...

   Rogelio Guedea

primeros versos

la llama viva de san juan alumbra noches donde nada tuyo vi. la llama viva de san juan en mi cuartito frío alumbra. es una aurora donde te busqué. un sol caído en gajos o retazos que arden como las pajas del querer. adiós adiós decías llorando cuando la llama viva de san juan aún no ardía. ...

 

   Un ramo de rosas

   Eduardo Langagne

primeros versos

Una es la rosa que hirió a Rilke, quisiera por ello escarmentarla, pero no puedo; le temo y me fascina, me obsesiona la rosa memorablemente enlazada a nuestras vidas. Elegí alguna más de entre las milagrosas rosas de Juan Diego que la ilusión dibuja en un ayate. Evocaré también las rosas...

 

   X.V.

   Salvador Novo

primeros versos

No podemos abandonarnos, nos aburrimos mucho juntos, tenemos la misma edad, gustos semejantes, opiniones diversas por sistema. Muchas horas, juntos, apenas nos oíamos respirar rumiando la misma paradoja o a veces nos arrebatábamos la propia nota inexpresada de la misma canción. ...

 

   Lecho de helechos

   Octavio Paz

primeros versos

En el fin del mundo, frente a un paisaje de ojos inmensos, adormecidos pero aún chisporroteantes, aún destellantes, me miras con tu mirada última —la mirada que pierde cielo—. La playa se cubre de miradas absortas, escamas resplandecientes. Se retira la ola...

 

   Leyes de la perspectiva (Canciones fugitivas, 5)

   Tomás Segovia

primeros versos

También el hombre que partió a un retorno Que hizo con pulso firme el equipaje Y tomó de la mano a su mirada Para llevarla allá A que beba de nuevo Lo que ella y no ve que bebió un día También ése retorna Y si volver tiene aún la fuerza De callar largamente ...

 

   Preludio

   Francisco A. de Icaza

primeros versos

También el alma tiene lejanías; hay en la gradación de lo pasado una línea en que penas y alegrías tocan en el confín de lo soñado: también el alma tiene lejanías. En esos horizontes de olvido la sujeción de la memoria pierdo y no sé dónde empieza lo fingido y acaba lo real de mi recuerdo ...

 

   Hervor de calles...

   Rubén Bonifaz Nuño

primeros versos

Hervor de calles; desembocadura de pábulos ardiendo, en la caldera sediciosa del mísero. Como hierba de gritos, como en humo lumbrarada de pelos espantados; como chubasco tupidísimo y turbio, en ascensión. Así llegaba. Y alégrate si nadie, en esta plaza, si nadie, ...

 

   no termino de acostumbrarme...

   Rogelio Guedea

primeros versos

no termino de acostumbrarme a ver mi casa rodeada de tanta agua. me duelen los barcos de cádiz. me duelen los pañuelos del adiós. extraño los mercados de oaxaca. extraño a la tía tita. ¿te acuerdas de la tía tita? por qué no la olvido. mujer. por qué la tía tita viene como ola ...

 

   Antevíspera

   Jorge Ortega

primeros versos

1 No pienso el poema. Dejo abiertas las branquias de la pleura para la embestida del siroco. Un tifón asalta la cisterna del oxígeno que reciclo, azota las ventanas olfativas denostando la cordura del instante. Mi credo es disponer de buril cuando el vórtice haya entonces doblegado la fibra ...

 

   A estas horas, aquí

   Jaime Sabines

primeros versos

Habría que bailar ese danzón que tocan en el cabaret de abajo, dejar mi cuarto encerrado y bajar a bailar entre borrachos. Uno es un tonto en una cama acostado, sin mujer, aburrido, pensando, sólo pensando. No...

 

   Piedra

   Rosario Castellanos

primeros versos

La piedra no se mueve. En su lugar exacto permanece. Su fealdad está allí, en medio del camino, donde todos tropiecen y es, como el corazón que no se entrega, volumen de la muerte. Sólo el que ve se goza con el orden que la piedra sostiene. Sólo en el ojo puro del que ve su ser ...

 

   Cantata a solas (38-Recitado)

   Tomás Segovia

primeros versos

Sal a la liza envidiosa condena Me arrojo de cabeza sobre tus pretiles Me precipito al fondo Dejo caer todo mi peso inerme En el desprestigiado pozo en ruinas De la nostalgia de imposibles ojos No renuncio ya a nada Todo lo que ha sido mío es mío Todas mis agobiantes trashumancias ...

 

   Como el mar que regresa

   Juan Domingo Argüelles

primeros versos

I El mar siempre regresa; sus montañas saladas se alejan, pero vuelven; abren las cicatrices de la arena; rebosan de infinito los ojos que lo miran. El mar regresa siempre porque siempre está solo; vuelve a buscar las playas. Regresa. Sabe que te hallará porque los que están solos ...

 

   Cantar, Feliciana, intento...

   Sor Juana Inés de la Cruz

primeros versos

Pinta la armonía simétrica que los ojos perciben en la hermosura, con otra de música Cantar, Feliciana, intento tu belleza celebrada;y pues ha de ser cantada,tú serás el instrumento.De tu cabeza adornada, dice mi amor sin receloque los tiples de tu pelola tienen tan entonada; ...

 

   Pequeña isla

   Margarita Paz Paredes

primeros versos

Adán del universo: donde pones tu planta la tierra se conmueve de ocultos paraísos. (Te anuncia una legión de brazos incendiados.) Eva soy, inmemorial y eterna, ligada a ti por el suspiro de antigua soledad, y desterrada por el frutal capricho. En el exilio estoy. El alba de mis besos ...

 

   La tentación de San Antonio

   Efrén Rebolledo

primeros versos

Es en vano que more en el desierto el demacrado y hosco cenobita, porque no se ha calmado la infinita ansia de amar ni el apetito ha muerto. Del oscuro capuz surge un incierto perfil que tiene albor de margarita, una boca encarnada y exquisita, una crencha olorosa como un huerto. ...

 

   Resurjo entre los pétalos finales de la hoguera...

   Román Luján

primeros versos

RESURJO ENTRE LOS pétalos finales de la hoguera libre de resolanas y brazos de planta carnívora al tobillo Al incorporarme veo una ráfaga: las fénix que huyen en parvada del azogue dejando tras de sí fragmentos de sol pulverizado y un grito virginal...

 

   Puesta de sol

   Luis G. Urbina

primeros versos

Por la calle solitaria cuyo término confuso vagamente se deslíe en el oro del crepúsculo, silencioso y pensativo como siempre, voy sin rumbo enhebrando fantasías en el aire azul y puro. Tranquila está la barriada, los talleres están mudos, no se ven las chimeneas empenachadas de humo, ...

 

   Aurora de mañana

   Tomás Segovia

primeros versos

Escuchas morador? No cesó nunca este rumor de astros Dentro de ti grandes sombras lo escuchan Son dos silencios desiguales La noche de tu oído Es violenta y cerrada y sin estrellas En ella la mudez escucha Pero no has muerto si no muere todo El amor te deshace...

 

   Hojamarga

   Juan Bañuelos

primeros versos

Hija del campo y de la luz/ vientre de piedra sollamada/ nunca se elevó tan bajo tu hambre/ tu sombra sin su cuerpo/ la impostura/ la ceniza de tus trojes quemadas/ el látigo/los nadies de la sed... -qué sé yo qué!- Y a punto de salpicar está la sangre estando fraternal estaba ...