|
25 poemas aleatorios en video | |
|
Mi Buenos Aires querido
| |
|
Juan Gelman Por Cecilia Roth | |
Sentado al borde de una silla desfondada, mareado, enfermo, casi vivo, escribo versos previamente llorados por la ciudad donde nací. Hay que atraparlos, también aquí nacieron hijos dulces míos que entre tanto castigo te endulzan bellamente... | |
|
Ojo
| |
|
Armando Uribe Arce Por Armando Uribe Arce | |
La madre es el mamut. Desaparece en la noche del tiempo. Pero de noche aparece el mamut mujer de coitos por ejemplo. Que emboca vulva al miembro y enarca la testuz. Tú tú tú tú... | |
|
Mis muertos siguen sufriendo...
| |
|
Antonio Porchia Por Darío Grandinetti | |
Mis muertos siguen sufriendo el dolor de la vida en mí... | |
|
El olvido
| |
|
Mario Benedetti Por Hugo Arana | |
El olvido no es victoria sobre el mal ni sobre nada y si es la forma velada de burlarse de la historia para eso está la memoria que se abre de par en par en busca de algún lugar que devuelva lo perdido... | |
|
Piedras blancas o negras
| |
|
Saúl Ibargoyen Por Héctor Rosales | |
Están allí pueden ser vistas o imaginadas fuera de sus caminos o rumbos o carreteras o calles habituales o montañas o playas. Están allí con sus millones de décadas atrapadas en moléculas que giran en su propio vacío: hecho con la nada de incontables vacíos... | |
|
Para cuando el jacinto...
| |
|
Pedro Piccatto Por Héctor Rosales | |
Para cuando el jacinto encienda el aire y la sangre desdeñe su hora mala, el agua fácil de estas evidencias: El agua fácil de estas evidencias para cuando no creas... | |
|
Qué doloroso es amar...
| |
|
Joaquín Dicenta Por Francisco Portillo | |
Qué doloroso es amar... y no poderlo decir! Si es doloroso saber, que va marchando la vida como una mujer querida, que jamás ha de volver. Si es doloroso ignorar, donde vamos a morir; ¡más doloroso es amar... y no poderlo decir! Triste es ver que la mirada, hacia el sol levanta el ciego... | |
|
La procesión del entierro
| |
|
Jaime Sabines Por Jaime Sabines | |
La procesión del entierro en las calles de la ciudad es ominosamente patética. Detrás del carro que lleva el cadáver, va el autobús, o los autobuses negros, con los dolientes, familiares y amigos. Las dos o tres personas llorosas, a quienes de verdad les duele, son ultrajadas por los cláxones vecinos... | |
|
La creación del mundo
| |
|
Thiago de Mello Por Thiago de Mello | |
No desfloré a nadie. La primera mujer que vi desnuda (era adulta de alma y de cabellos) fue la primera que me mostró los astros, pero no fui el primero a quien se los mostró. Vi el resplandor de sus nalgas de espaldas a mí: era morena, mas al darse vuelta quedó dorada... | |
|
Te doy, Claudia...
| |
|
Ernesto Cardenal Por Ernesto Cardenal | |
Te doy, Claudia, estos versos, porque tú eres su dueña. Los he escrito sencillos para que tú los entiendas. Son para ti solamente, pero si a ti no te interesan, un día se divulgarán tal vez por toda Hispanoamérica. Y si al amor que los dictó, tú también lo desprecias... | |
|
Tengo estos huesos hechos a las penas...
| |
|
Miguel Hernández Por Francisco Portillo | |
Tengo estos huesos hechos a las penas y a las cavilaciones estas sienes: penas que vas, cavilación que vienes como el mar de la playa a las arenas. Como el mar de la playa a las arenas, voy en este naufragio de vaivenes, por una noche oscura de sartenes redondas... | |
|
Las aves que te llevan
| |
|
Julio Torres Recinos Por Julio Torres Recinos | |
Noviembre llega y con él tiemblan las primeras nieves en el cielo. Los pájaros preparan su salida rumbo sur dicen que con la magia del viento pueden estar en el Golfo en un día . Yo había pensado mandarte una carta con ellos, los pájaros... | |
|
San Sebastián
| |
|
Mario Noel Rodríguez Por Mario Noel Rodríguez | |
Atravesado por la vida dudo en llegar a la otra acera, allí espera el pasar caliente de las ilusiones que vos, yo, que vosotros estampamos como en basurero milenario. Trago, trago, trago lo que otros sangran sin saber por qué, sin identificar el espumarajo sexual que los trajo... | |
|
hablarte o deshablarte, dolor mío...
| |
|
Juan Gelman Por Federico Bonasso | |
hablarte o deshablarte/ dolor mío/ manera de tenerte/ destenerte/ pasión que muda su castigo como hijo que vuela por quietudes/ por arrobamientos/ voces/ sequedades/ levantamientos de la ser/paredes donde tu rostro suave de pavor estalla de furor/ a dioses... | |
|
El faraón es el pecado
| |
|
Armando Uribe Arce Por Armando Uribe Arce | |
El faraón es el pecado. Arráncate del faraón. Rojo el mar los pescados negros son. —¡No eres Moisés! Soy la hez de la hez. Me haces falta... | |
|
Era un día de visitas...
| |
|
Marosa Di Giorgio Por Marosa Di Giorgio Lectura en francés Christophe Rouxel | |
Era un día de visitas. La niña trajo en la cabeza un moño de organdí blanco, que al caer de la tarde se fue poniendo celeste, para recuperar en la noche su deslumbrante blancura. La niña no decía nada; estaba fija; sólo si y no , de vez en cuando; las tazas y las copas también estaban tiesas... | |
|
Niños
| |
|
Juan Gelman Por Juan Gelman | |
un niño hunde la mano en su fiebre y saca astros que tira al aire / y ninguno ve yo tampoco los veo / yo sólo veo un niño con fiebre que tiene los ojos cerrados y ve animalitos que pasan por el cielo pacen en su temblor yo no veo esos animalitos / yo veo al niño que ve animalitos... | |
|
El fin
| |
|
Jorge Luis Borges Por Eduardo Lizalde | |
El hijo viejo, el hombre sin historia, El huérfano que pudo ser el muerto, Agota en vano el caserón desierto. (Fue de los dos y es hoy de la memoria. Es de los dos.) Bajo la dura suerte Busca perdido el hombre doloroso La voz que fue su voz. Lo milagroso No sería más raro que la muerte. Lo acosarán… | |
|
Elogio de la sombra
| |
|
Jorge Luis Borges Por Eduardo Lizalde | |
La vejez (tal es el nombre que los otros le dan) puede ser el tiempo de nuestra dicha. El animal ha muerto o casi ha muerto. Quedan el hombre y su alma. Vivo entre formas luminosas y vagas que no son aún la tiniebla. Buenos Aires, que antes se desgarraba en arrabales hacia la llanura incesante… | |
|
Quiero escribir un niño...
| |
|
Gioconda Belli Por Nuria del Saz | |
Quiero escribir un niño con grandes ojos como semillas, pelo color maíz, dulce sonrisa de níspero. Quiero escribir un niño, hacerlo con palabras en el idioma de su placenta hecha de mar, de viento, de sacuanjoches olorosos. Quiero escribir un verde niño poeta... | |
|
Relato de Otelo
| |
|
Rodolfo Hinostroza Por Rodolfo Hinostroza | |
Cierta vez, en Aleppo, sí, fue en Aleppo donde me desgracié con ese turco circunciso: le ceñí con sus propias babas, y su lengua morada escupió lasplegarias, y así salvé mi vida. Esta vida que tan poco valía, y que hoy pesa en tusmanos como un cofre de ébano... | |
|
La primavera, dices...
| |
|
Pablo Armando Fernández Por Pablo Armando Fernández | |
La primavera, dices, y escojo madreselvas, geranios y begonias. A casa vuelves con los pies mojados, la falda llena de guisazos ásperos. Begonias sin olor en los cabellos y entre las manos, romerillo y malvas. Dices, el aire, y cierro las ventanas... | |
|
Juntos
| |
|
Blas de Otero Por Ketama | |
Esta tierra, este tiempo, esta espantosa podredumbre que me acompaña desde que nací (porque soy hijo de una patria triste y hermosa como un sueño de piedra y sol; de un tiempo amargo como el poso de la historia): esta tierra... | |
|
Qué se ama cuando se ama
| |
|
Gonzalo Rojas Por Gonzalo Rojas | |
Qué se ama cuando se ama? ¿Qué se ama cuando se ama, mi Dios: la luz terrible de la vida o la luz de la muerte? ¿Qué se busca, qué se halla, qué es eso: amor? ¿Quién es? ¿La mujer con su hondura, sus rosas, sus volcanes, o este sol colorado que es mi sangre furiosa... | |
|
Todo lo infiel...
| |
|
Pedro Piccatto Por Mercedes Ramírez | |
Todo lo infiel se vuelve fiel apenas desciende hacia la manoel corazón... | |
