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25 poemas aleatorios en video | |
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Duro es...
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Ernesto Cardenal Por Ernesto Cardenal | |
Duro es pero no me quejo del amor incorporal que me tocó en suerte. Me quedaría sólo para vos. y ya más solo no puede ser... | |
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Esta será mi venganza
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Ernesto Cardenal Por Ernesto Cardenal | |
Esta será mi venganza: Que un día llegue a tus manos el libro de un poeta famoso y leas estas líneas que el autor escribió para ti y tú no lo sepas... | |
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También debería nombrarte...
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Jorge Meretta Por Jorge Meretta | |
También debería nombrarte con un paso tardío como en aquel patio perdido a la deriva por tu piel: sólo allí, como ayer, sigues desnuda: brillan tus hombros, arde tu cintura. Sí, debería llamarte otra vez o dejaría un hueco vacío para siempre... | |
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Marimba (fragmento)
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Jorge Boccanera Por Valentina Bacci | |
Este es un poema tirado por caballos. Voy de pie / voy aullando una palabra brilla sobre mi lengua seca, polvorienta quiere trazar sus círculos concéntricos en un agua que cante ¡arre caballos! llevo todo el hocico en llamas como un feroz ladrido... | |
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Rozamos a veces una zona...
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Roberto Juarroz Por Fabián Vena | |
Rozamos a veces una zona que parece vacía hasta de espacio, pero en la cual percibimos un ritmo que nunca ha entrado en ninguna música. Desde entonces sabemos que el vacío tiene un ritmo y también que detrás de la vida y de la muerte... | |
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Cuando nació, apareció el lobo... (fragmento)
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Marosa Di Giorgio Por Marosa Di Giorgio Lectura en francés Christophe Rouxel | |
Cuando nació, apareció el lobo. Domingo al mediodía, luz brillante, y la madre vio a través de los vidrios, el hocico picudo, y en la pelambre, las espinas de escarcha, y clamoreó; más, le dieron una pócima que la adormecía alegremente.El lobo asistió al bautismo y a la comunión... | |
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Aquí no esperaré a nadie...
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Jorge Meretta Por Jorge Meretta | |
Aquí no esperaré a nadie ni siquiera por mí porque ya estuve. Ni por ti que estás llegando para que no haya un adiós o lamentar escondites con paredes húmedas. Esperar es un juego entre inmortales... | |
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Último sitio
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Enrique Estrázulas Por Enrique Estrázulas | |
Llevar detrás del murallón y el alma este candado aquí hierro caliente detrás del murallón donde las aguas mecen un vegetal, destiñen piedras. Llevarlo. Ya bebí la luz de junio y se me atora sucia entre las venas ya lloré al pie de un cálido peldaño ya olvidé a una mujer... | |
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Tú, desdoblada cinta al aire...
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Pedro Piccatto Por Washington Benavides | |
Tú, desdoblada cinta al aire. Yo, la mitad de un ala apenas. De la amapola eres discípula. A mí me eligen los cardales. Un sol de agua te divierte. Yo al girasol le corro nubes. Le acortas vuelo a la calandria. Yo no le robo el aire a nadie. Te sobran siempre mariposas. Yo, a la lombriz le busco cielo... | |
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Color de veneno
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Frida Kahlo Por Carmen Feito Maeso | |
Todo al revés. Yo? Sol y luna pies y Frida ... | |
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Divagaciones (fragmento)
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Armando Uribe Arce Por Armando Uribe Arce | |
La muerte despiadada no hace excepciones: uno por uno nos recoge del suelo en que vagamos como hormigones negros -cuando menos pensamos pero en nada pensamos- cuando nos llega el turno despiadada nos coge con sus pinzas de fierro nos traslada al lugar de nuestro entierro... | |
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Aquella tarde...
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Juan Ramón Jiménez Por Carmen Feito Maeso y Francisco Portillo | |
Aquella tarde, al decirle que me alejaba del pueblo, me miró triste, muy triste, vagamente sonriendo. Me dijo: ¿Por qué te vas? Le dije: Porque el silencio de estos valles me amortaja como si estuviera muerto. ¿Por qué te vas? He sentido que quiere gritar mi pecho... | |
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Pena y alegría del amor
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Rafael de León Por Francisco Portillo | |
Mira cómo se me pone la piel cuando te recuerdo. Por la garganta me sube un río de sangre fresco de la herida que atraviesa de parte a parte mi cuerpo. Tengo clavos en las manos y cuchillos en los dedos y en mi sien una corona hecha de alfileres negros... | |
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Sobre mi corazón...
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Pedro Piccatto Por Mario García | |
Sobre mi corazón yo no habría podido sufrir un silencio de rosa. Hubiera muerto helado un silencio de rosa sobre mi corazón. XXII de Ángel amargo | |
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Credo
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Nuria Parés Por Nuria Parés | |
Creo en el hombre, el creador del mito y de los sueños. Creo en el hombre aquí y aquí plantado, jineteando su porción de tiempo, encerrado en su círculo de angustia, clavado en el madero del deseo. Creo en el hombre sin antes ni después, en el ahora, sin limbos, sin la gloria y sin infierno... | |
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Colofón de luz
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Nuria Parés Por Nuria Parés | |
He salido a la luz. Estuve mucho tiempo soterrada. Soy como Lázaro. Traigo en mi vieja piel el calofrío del minero y del topo cuando salen al sol y al caminar me cae la sombra hecha jirones. Me miro renacer. Vivo. Verdeo, y aunque nadie los ve me están saliendo brotes en los dedos... | |
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La madre
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Alvaro Figueredo Por Alvaro Figueredo | |
Una que sin rubor ni tregua lame el mundo el ácido salobre amargo y siempre y es una y una y una madre nocturna donde fuera y nadie se arrastra aúlla aúlla cruza a ciegas la brasa el hormiguero con su mano llena de leche y lástima empujando la piedrapiedra el enmohecido cristo de hiel y nieve... | |
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Todo lo infiel...
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Pedro Piccatto Por Mercedes Ramírez | |
Todo lo infiel se vuelve fiel apenas desciende hacia la manoel corazón... | |
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Madre, esta tarde no me importa...
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Pedro Piccatto Por Mercedes Ramírez | |
Madre, esta tarde no me importa esa mano que le roba colores a la rosa y en la lenta soledad de la piedra los va poniendopara que ésta sueñe. Hoy, no me importa esa mano. Vivo y retengo solo tu rara calidadrosada queja muda... | |
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Yo me quedo mudo
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Julio Torres Recinos Por Julio Torres Recinos | |
Siento a veces que alguien me sigue, que hay unos ojos que me ven y busco entre las puertas, detrás de los árboles, pero nada hay; entonces camino rápido, debo mantenerme en movimiento en caso de que alguna sombra quiera alcanzarme para platicar conmigo... | |
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Ayer estuve observando a los animales
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Jaime Sabines Por Jaime Sabines | |
Ayer estuve observando a los animales y me puse a pensar en ti. Las hembras son más tersas, más suaves y más dañinas. Antes de entregarse maltratan al macho, o huyen, se defienden. ¿Por qué? Te he visto a ti también, como las palomas, enardeciéndote cuando yo estoy tranquilo... | |
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Te quiero a las diez de la mañana
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Jaime Sabines Por Jaime Sabines | |
Te quiero a las diez de la mañana, y a las once, y a las doce del día. Te quiero con toda mi alma y con todo mi cuerpo, a veces, en las tardes de lluvia. Pero a las dos de la tarde, o a las tres, cuando me pongo a pensar en nosotros dos, y tú piensas en la comida o en el trabajo diario... | |
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Muerta la mariposa...
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Pedro Piccatto Por Mario García | |
Muerta la mariposa. Crucificada sobre la cruz de un vuelo. Ahora tiene su cielo entre las hojas de un libro. De un libro que no habla de mariposas ni de muertes. II de Azul en sombra | |
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Hoy es siempre todavía
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Antonio Machado Por Miguel Dedovich | |
Hoy es siempre todavía... | |
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Versos nacidos del fuego del amor de Dios que en si tenía
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Santa Teresa de Jesús Por Carmen Feito Maeso | |
Vivo sin vivir en mí, y tan alta vida espero, que muero porque no muero. Aquesta divina unión, del amor con que yo vivo, hace a Dios ser mi cautivo, y libre mi corazón; mas causa en mi tal pasión ver a Dios mi prisionero, que muero porque no muero... | |
