☰ menú
 



Si tú me dices: ¡Ven!

Si tú me dices "Ven" lo dejo todo...
No volveré siquiera la mirada
para mirar a la mujer amada...
Pero dímelo fuerte, de tal modo
que tu voz, como toque de llamada,
vibre hasta el más íntimo recodo
del ser, levante el alma de su lodo
y hiera el corazón como una espada.

Si tú me dices «Ven» todo lo dejo.
Llegará a tu santuario casi viejo,
y al fulgor de la luz crepuscular...

Mas he de compensarte mi retardo
difundiéndome, oh Cristo, como un nardo
de perfume sutil ante tu altar.


AMADO NERVO




regresar