☰ menú
 



Una sirena eterna (VII)


El cazador deja libre a la presa: la ventana, la puerta, la reja de par en par, reciben el aire fresco y la luz cegadora del invierno.


Selección del poemario inédito
UN GRITO EN EL ARCA
de Isolda Dosamantes


ISOLDA DOSAMANTES




regresar