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palabra virtual

La amada inmóvil    
    Editora del fonograma:    
    Cisne    
por Enrique Rambal    

    Este poema forma parte del acervo de la audiovideoteca
    de Palabra Virtual

Por miedo


La dejé marcharse sola...
y, sin embargo, tenía
para evitar mi agonía
la piedad de una pistola.
“¿Por qué no morir? —pensé—
¿Por qué no librarme desta
tortura? ¿Ya qué me resta
después que ella se me fue?

Pero el resabio cristiano
me insinuó con voces graves:
“!Pobre necio, tú qué sabes!”
Y paralizó mi mano.

Tuve miedo..., es la verdad;
miedo, sí, de ya no verla,
miedo inmenso de perderla
por toda una eternidad.

Y preferí, no vivir,
que no es vida la presente,
sino acabar lentamente,
lentamente, de morir.



                                        11 de junio de 1912



De: La amada inmóvil



AMADO NERVO






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