Eduardo Langagne | |
Yo era un niño En el tren a Chihuahua el paisaje era un frágil futuro arenoso y sin gente La paciencia rodaba en el alma con ruido de hierro Un túnel oscuro veía mis temores marcaba las líneas ocultas del agrio destino En una estación de madera una niña desértica puso sus ojos... | |
Yo era un niño En el tren a Chihuahua el paisaje era un frágil futuro arenoso y sin gente La paciencia rodaba en el alma con ruido de hierro Un túnel oscuro veía mis temores marcaba las líneas ocultas del agrio destino ... | |
Entre la multitud puedes reconocerme, amor: yo soy el que va cantando. | |
Aún no he terminado de llorar por mis muertos; tengo un nudo desnudo en la garganta porque no he terminado de llorar por mis muertos. El pecho acorralado, temblorosas las manos, mi respiración da cuenta de que no he terminado. En mi memoria viven todos ellos. Mi memoria... | |
Aquí no hay muertos. Ramón, a la mitad del foro, lee un poema con sabor a chía y ajonjolí. Rulfo vino a buscar a Juan: un instante de luz en las palabras. Gorostiza envuelve en llamas la soledad de los pasillos por donde José Luis Martínez, bibliófilo celeste, coloca libros detenido... | |
Yo venía de otros bullicios ella traía también en sus silencios algunos rastros que la vida deja. A veces me miraba y sonreía y yo quería tejerle una canción que anduviera con ella para siempre. Era febrero y la dicha existía junto con ella que no había conocido mis defectos que ignoraba ... | |
si un hombre busca su corazón en una calle donde todos pasan y se camina como si el mundo fuera otro es que lo habrá perdido ahí o no recuerda si fue en un terremoto o en aquella mujer que volvió negro el corazón del hombre si un hombre busca su corazón en la batalla ... | |
Ebrio viene el hombre nuestro En sus piernas arrastra el secreto de Dios Tropieza con el aire como un pájaro ciego Las palabras de su lento alcohol las entienden los niños y los árboles Agoniza entre muros de la ciudad ajena bajo el cielo plomizo de un amor extraviado ... | |
En este día bebíme tres cervezas por usted, por Juan y juan, indistintamente hombre o poeta; conspiré por la poesía toda, escribí un poema de amor sobre la lápida donde escarbo mi sueldo semanal, leí a Tuñón, hermoso, y aun sin haber encontrado una ranura donde echar veinte centavos, ... | |
La memoria está oscura. Donde el humo dispersa su ceniza, retroceden las horas. Un cangrejo de polvo se reúne en la muerte. El sol se despedaza contra el piso. II El recuerdo es una huella complicada. Se persigue en círculos. Enloquece como un hombre en llamas. III El... | |
Acuden hoy mis treinta y tres años para exigirme que los recuerde a todos. Cuánto me conocen: han sabido de mí toda la vida. Algunos me reclaman por haberlos gastado inútilmente. Otros piensan que exageré en aquellas cosas tristes. Los más habrían querido no escribir: ... | |
Ella está hecha a semejanza de las cosas que amo. Se parece a la noche, o mejor: a una noche sin ausencias. Ella es exacta. Cuando la noche escurre, su cuerpo se humedece. Me permite trepar por mis temblores y agitar su nombre desde la oscuridad. Ella es irrepetible. Nació... | |
Entre las ramas del árbol veo un pobre gorrión perdido que tiembla bajo la lluvia si arrecia el frío. Tiembla cuando el viento exige, porque no hay hembra y no hay nido. Tiemblan de viento... | |
Construyes, hijo, tu casa. Abre todas las ventanas, deja las puertas abiertas que otras estarán cerradas. Y tus paredes esperan ser levantadas. II Si la argamasa se mezcla con las lágrimas que llores, habrá, en ladrillos y anhelos, contradicciones. Avanzarás poco a poco, tendrás... | |
colón no descubrió a esta mujer ni se parecen sus ojos a las carabelas jamás hizo vespucio un mapa de su pelo nunca un vigía gritó tierra a la vista —aunque vuelan gaviotas en las proximidades de su cuerpo y en su continente se amanece cada día— a esta... | |
I ella tiene el pelo corto y su cara toma los más despiadados amarillos, tensa las cuerdas pensando en los guerreros que limpiaban su lanza en la entraña enemiga. luego canta con la seguridad de un pirata que ha encontrado en su mapa el sitio exacto del tesoro.II ... | |
Estos ojos han visto cosas que me han plomeado la pupila, han mirado otras más que sofocan el iris o alteran su atónita respuesta ante la luz. Estos ojos diluidos por algunos libros, sorprendidos por escenas que los cines de provincias censuraban, he de donarlos para que desde... | |
Tengo una mesa. Puedo escribir tengo una mesa. Tengo una silla. Puedo escribir tengo una silla. Aún más: tengo papel y tinta. Puedo escribir sobre el papel, con esta tinta. Pero la poesía no está en lo que ya... | |
Es oficio del río descifrar el secreto del agua. A los hombres del mundo, las mujeres, los niños, corresponde también descifrar el oficio del río. Como un río nacemos, sorteamos peligros, nuestro cauce se ensancha. Otras aguas nos hacen crecer: manantiales y lluvias, hilos de agua, nos nutren... | |
En el sueño los ruidos eran ciertos y crujían las paredes. En los ojos abiertos al espanto el espejo movía su mundo reflejado. Por eso fue el impulso de salir de aquel sueño hacia otro sueño, rezar bajo los marcos de las puertas el consejo empolvado en la memoria. Una calma... | |
Mis huesos irradian luz y mi mano se hace transparente El truco... | |
En el sueño la imagen se advierte en blanco y negro; es un espacio incierto, igual que las palabras. Los ojos adivinan de aquel cuerpo el contorno, las sombras, los oídos. Los odios dan aromas. El que sueña no sabe por que tanto alboroto: quién penetra, perturba, perpetra, ... | |
Esta mujer y yo, que sumamos un siglo, nos unimos en el beso original bajo un desnudo encino, sobre un lecho de hierba, mientras la luz del sol se abre paso entre las ramas como un ave que se acerca al nido. Esta mujer y yo, sobre la arena suave, a la sombra de una roca sin pecado, ... | |
Esta mujer y yo, que sumamos un siglo, nos unimos en el beso original bajo un desnudo encino, sobre un lecho de hierba, mientras la luz del sol se abre paso entre las ramas como un ave que se acerca al nido. Esta mujer y yo, sobre la arena suave, a la sombra de una roca... | |
Padre, mis ideas no están sólo en las notas que extraigo al piano, taciturno mueble, conservador, oscuro, al que le exijo actualizarse. Mi pensamiento hace florecer las plantas, abre las flores y provoca que el limonero del jardín dé limones más dulces... | |
Cuando ella sumerge su cuerpo en la bañera, no experimenta el agua el empuje hacia arriba que equivale a la fuerza del líquido desalojado. Arquímedes no se desespera. Se dispone a demostrar que un... | |
Galopaba mi padre en su enorme alazán. De súbito frenaba y volvía hacia mí, Sorprendido testigo a la sombra del árbol. Un hermoso caballo era aquel: ejemplar: Orgullosa la crin y convencido el trote. El mejor animal que había en esos parajes. —Pero mi padre... | |
Fray Luis de León desde la celda oscura mazmorra miserable del rencor piensa los versos luminosos que traen hasta sus ojos un íntimo paisaje El carcelero se asombra pues la noche cubre su tedio... | |
He emblanquecido mi pelo en busca de una virtud; no perdí la juventud, pues la invertí en ese anhelo. Supe de amor y desvelo cuando nacieron mis hijos, mantuve los ojos fijos al descubrir la Belleza... | |
He emblanquecido mi pelo en busca de una virtud; no perdí la juventud, pues la invertí en ese anhelo. Supe de amor y desvelo cuando nacieron mis hijos, mantuve los ojos fijos al descubrir la Belleza y ha podido mi cabeza descifrar sus acertijos. | |
No sé si subo o bajo la escalera Si desde arriba ya alcancé el peldaño No quiero más abajo hacerme daño —descender o ascender lo hace cualquiera— Si desde abajo encuentro la manera Puedo alcanzar el linde de lo extraño Si bajando traspaso la frontera Si subiendo traspaso... | |
El molinero blanco cruzaba el lago Michigan en el helado invierno sólo con la fuerza de sus brazos y el poderío del cadencioso pataleo. Era un niño empapado en el agua aventurera de sus fantasías cuando en Holanda soñaba que había sido tragado por el mar. Lo cierto es que el mar... | |
Mi pequeño Pablo sonríe con el niño del espejo al descubrirlo. Agita los brazos y grita ante la perfecta copia de su imagen. No sabe nada del reflejo, no adivina que el pequeño a quien sonríe pudiera ser él mismo. Por su parte, el Pablo reflejado en el espejo se mira en los ojos... | |
Te azota. Trenza un látigo de lianas secas. Se mofa —manojo de flores marchitas que se agita frente a tu rostro—. Te obliga a respirar aire doliente, a beber agua estancada. Distrae tus oídos con sonidos... | |
La materia del canto es la memoria, no lo que viste, pues el ciego entonces no cantaría jamás. Y no es lo que escuchaste, pues el sordo no hubiera escrito dolorosamente aquella sinfonía con los coros que hacen estremecer tu corazón. Y el tacto, que es efímero, decide trasladar... | |
No soy un escritor, soy un escritorio , habría trazado Pessoa con un íntimo ritmo marítimo en el papel amarillento como un mapa sobre la mesa hostil donde escribía las cartas comerciales de su supervivencia. Y Álvaro de Campos habría pensado: no soy una persona, soy un personaje , ... | |
El que fui hace veinte años me mira en el reposo de su fotografía barbada y expectante. Va subiendo en el bonde del noble corcovado, habrá de retratarse otra vez junto al Cristo que observa a Guanabara con los brazos abiertos y señala los límites del mundo que protege. . ... | |
Entre las perlas negras que el poeta reunió en su juventud encuentro algunas que ahora pulo, engasto y renuevo en el collar de mis libros de diciembre. Mis amigas misteriosas han enviado mensajes hacia el final del año y al inicio del nuevo. No son exactamente... | |
ella temía que el amor que me tenía fuera mayor al amor que yo a ella le tenía y prefirió dejar de dar amor al amor que me tenía ella tiene ahora a quien darle el amor que me tenía el que no quiso... | |
Me pondré la manzana en la cabeza, si aprendiste a tirar, en ti confío. Y si aún no es el tiempo en que debías, lo sabremos después de que dispares. De cualquier modo, me pondré... | |
Guillermo Tell no comprendió a su hijoque un día se aburrió de la manzana en la cabeza Carlos Varela Me pondré la manzana en la cabeza, si aprendiste a tirar, en ti confío. Y si aún no es el tiempo en que debías, lo sabremos después de que dispares. ... | |
Yo tenía una casa, una cama de hierro con sueños bien forjados, una mesa de vino que olía a cedro y a fruta, vecinos silenciosos en la villa. Yo tenía una mujer; se bañaba en la luz de nuestra casa, mis temblores vivían en su boca y entre sus piernas brotaban dulces gemidos que inundaban... | |
¿Dónde leí que Rainer María Rilke murió por lainfección que le produjo pincharse la mano con laespina de una rosa? La rosa no viene a mi poema, viene la espina de la rosa. Pero no llega hasta el papel la espina, se clava en la palma de la mano de Rainer María Rilke. ... | |
La rosa no viene a mi poema, viene la espina de la rosa. Pero no llega hasta el papel la espina, se clava en la palma de la mano de Rainer María Rilke. De ahí brota una gota de sangre y se... | |
Navegar é preciso viver não é preciso Si la constelación indica el rumbo hay que mirar arriba y atrapar esa estrella en la mirada. Pero a tanta distancia ignorar es la ruta a navegar. Navegar é preciso viver não é preciso El timón no se corrige enderezando el barco. ... | |
Si la constelación indica el rumbo hay que mirar arriba y atrapar esa estrella en la mirada. Pero a tanta distancia ignorar es la ruta a navegar. Navegar é preciso viver não é preciso El timón no se corrige enderezando el barco. A babor se escribe. A estribor se reposa, pero late furioso... | |
Primero un epígrafe rotundo, convincente. Después ese pronombre en la dedicatoria. abajo, un verso limpio, exacto, trabajado, bien pulido, aunque el pobre no sea inolvidable. Otro verso más claro, la sencilla metáfora del verso que le sigue, tal vez algún recurso que mantenga la idea ... | |
Desprenderse del humus, evaporarse. Subir, vapor de agua, hasta la nube indómita. Esperar el momento de volver a la tierra. Precipitarse hacia el nuevo territorio del agua. Penetrar a la tierra. Alcanzar... | |
(canto grave para tambor solo) madre madre muerta mi tambor sobre tu tumba madre muerta suena el cuero del tambor sobre tu tumba y mis manos sobre el cuero del tambor sobre tu tumba las uñas de mis manos golpeando sobre el cuero del tambor sobre tu tumba madre ... | |
Disculpe usted, Fernando, su Persona de múltiples poetas, Simulación, amaño, sin duda es fingimiento literario. Usted pensaba, creo, que al tener en la sombra la poesía Que hicieron acuciosos heterónimos, podría aclararse entonces ... | |
no tenemos la casa todavía. tenemos piedras; algunas. trozos de pan, algo de vino tenemos pero la casa no; sin embargo tenemos oscuridad, porque luz no tenemos todavía; tenemos algunas lágrimas y besos. otras cosas igualmente ridículas tenemos, pero la casa no. ... | |
Este poema no es un film. Por eso no ven la playa ni una adolescente que se moja los pies. Ni su piel asoleada, morena. No es un video. Por ello no está grabada la sonrisa de la madre que cuida a su pequeño en la arena. No verán la carrera de esos dos jovencitos hacia el sol. Sólo... | |
Los amantes fueron un día adolescentes se arrancaron con furia el cordón umbilical para entrar en algún cálido lugar de la mañana Se cubrieron con sábanas oscuras dolorosas y limpias y empezaron a odiar quiero decirse amaron | |
¿Qué hago con mi corazón? ¿Lo dejo que siga inquieto? ¿Lo impugno duro? ¿Lo reto? ¿Lo incluyo en esta canción? Cuando toda su expresión es separarse de mí y hacer todo para sí sin ni siquiera inmutarse ¿Cómo pudo enamorarse si yo no se lo pedí? | |
Qué hago con mi corazón? ¿Lo dejo que siga inquieto? ¿Lo impugno duro? ¿Lo reto? ¿Lo incluyo en esta canción? Cuando toda su expresión es separarse de mí y hacer todo para sí sin ni siquiera... | |
Una gitana sabe que el futuro tiene una asfixia agónica en tu mano y danzando te irás, siguiendo un piano, hacia el melódico horizonte oscuro. Con el gélido aliento de la calle se hiela tu esqueleto atribulado; a la mujer de negro has contemplado en la letal atmósfera del valle. ... | |
Una gitana sabe que el futuro tiene una asfixia agónica en tu mano y danzando te irás, siguiendo un piano, hacia el melódico horizonte oscuro. Con el gélido aliento de la calle se hiela tu esqueleto atribulado; a la mujer de negro has contemplado en la letal atmósfera del valle. Un... | |
Respeto al vino: ha esperado su momento sin angustia. Respeto su reposo en el pausado tiempo de bodega. Respeto su apego a la delicia, su paciencia a lo oscuro, su paso por las venas de un roble que pervive. Respeto su color intenso, su cascada de líquidos rubíes. Respeto... | |
Has dicho rosa:rosa,rosa, pesada rosa Sopesando la rosa se te cae de la mano. Tal es en la escritura: ya cambió. Ya no es la rosa, pues todos lo han escrito. | |
Llega el domingo con su magia absorta, me habían contado ya de su llegada, del fatídico tedio de la nada, del derroche del mundo que lo aborta. No hay voces que resuenen en la corta humedad que se expresa desolada, no hay palabra que venga estimulada por la sangre que ahoga ... | |
Aun si supiera que el mundo explotará esta noche, hoy... | |
No había tiempo en el tiempo en que el tiempo Corría como un río Dejando atrás las piedras Que permanecen en su tiempo contra el tiempo El mundo gira siempre a tiempo Y mueve al colibrí Mas la tortuga permanece contra el tiempo No había tiempo en el tiempo en que el tiempo Iba hacia el mar ... | |
Tú traes tu memoria, muchacha, tu historia; yo traigo la mía. Están en la almohada sin nada... | |
Una es la rosa que hirió a Rilke, quisiera por ello escarmentarla, pero no puedo; le temo y me fascina, me obsesiona la rosa memorablemente enlazada a nuestras vidas. Elegí alguna más de entre las milagrosas rosas de Juan Diego que la ilusión dibuja en un ayate. Evocaré también las rosas... | |
El anciano astroso, sucio, viendo al horizonte desaliñado manchaba las calles de Miami; enviciaba la vista esplendorosa de las calles. Y a las buenas conciencias eso les resulta mal. Traía un sombrero andrajoso, dicen algunos, era un panamá, era un bombín, una gorra de beisbolista... | |
Esa mujer paseaba con su aroma Un día trajo sus labios acostumbrados a la guerra y un ciclón adentro de su blusa entonces sobrevino la catástrofe | |
Número cero”, pienso, “una paja extraviada entre agujas”. Estoy solo, me entienden ciertas piezas de ajedrez antes del jaque. Estratégico alfil: valiente potro de ébano oloroso: dama que lanza entregándose a un peón negro: torre antigua derruida: indefenso... |
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