Busqué la rosa más bella
que viese una primavera
y la tenía junto a mí,
la cubrían de rocío
las luces de las estrellas.
Busqué la luz más brillante
que entre los cielos vivía,
sin darme cuenta, mi amor,
que eras tú mi luz intensa
quien me cegaba radiante.
Ya no busqué más, mi amada,
te elevé en brazos al cielo,
y allí moría de celos
cuando el cielo me dejó
sin luz, sin flor, y sin nada
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