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Donación de órganos: las cosas que yo he visto

Estos ojos han visto cosas que me han plomeado la pupila,
han mirado otras más que sofocan el iris
o alteran su atónita respuesta ante la luz.

Estos ojos diluidos por algunos libros,
sorprendidos por escenas
que los cines de provincias censuraban,
he de donarlos
para que desde otro cuerpo sigan viendo
cosas que no pienso predecir o adivinar.

Estos ojos en un tiempo pasado
habrían de alimentar a los gusanos;
hoy no consiento el saber popular que lo sugiere.

Donaré mi hígado teñido por el vino
y los riñones que bien han soportado
a los gerentes de la pesadumbre.

Donación de órganos: las cosas que yo he visto
Quien reciba mi corazón
conseguirá que latan sus privilegiadas alegrías;
tendrá ocasión de causarle sus heridas personales.

Tomen lo que ofrezca todavía
un cuerpo partidario del amor
(aunque no siempre haya podido
ejercerlo a plenitud),

un alma que desde la mitad del siglo xx
vino a andar por el mundo posible
y a imaginar alrededor del imposible.

Tomen lo que logre serles útil
para que alguien pueda nuevamente
escuchar una canción, robar un beso
o dirigir sus ojos hacia el sitio que le dé la gana.



De: Verdad posible


EDUARDO LANGAGNE




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