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Pálida mors

Cuando a buscarme vengas te llevarás mis huesos
y mi carne marchita y mi sangre hecha hiel,
mas no podrás llevarte la emoción de mis besos
ni el ritmo de mis cantos, ni el verde laurel.

Tú no podrás llevarte la vida que he vivido,
el placer que he gozado, el sueño que soñé,
cenizas de una leña que a los vientos ha ardido
eso es lo que en tus manos tan solo dejaré.

Cuando a buscarme vengas solo hallarás mis rastros,
la vida hará tiempo que se te adelantó;
la vida, la que enciende y desgasta los astros
poco a poco en sus rudas manos me trituró.

En sus brazos quedaron mi juventud zahareña,
la embriaguez de mis horas de lucha y frenesí,
todo lo que en el alma florece, vibra y sueña,
¡Qué poco has de llevarte cuando vengas por mí!



De: La canción humana


EMILIO FRUGONI




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