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Los ojos en blanco

Sobre la yerba estrujada,
bajo la fronda sombría,
te recliné desmayada
cuando la tarde moría.

Miré tu faz sonrosada
que pálida se volvía,
y sentí tu boca helada
bajo el ardor de la mía...

Y antes de que agonizante
quedara sobre tu flanco
clavado el viril anhelo,

¡miré en el supremo instante
hasta tus ojos en blanco
bajar el oro del cielo!




De: Al sol y bajo la luna (1918)


JOSÉ JUAN TABLADA




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