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Flashback

Galopaba mi padre en su enorme alazán.
De súbito frenaba y volvía hacia mí,
Sorprendido testigo a la sombra del árbol.

Un hermoso caballo era aquel: ejemplar:
Orgullosa la crin y convencido el trote.
El mejor animal que había en esos parajes.

—Pero mi padre anhela conseguirme
Uno mejor aún.
Para el día en que yo cabalgue solo.



De: El álbum blanco


EDUARDO LANGAGNE




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